Acabamos de asistir a uno de los actos que muestran
perfectamente el grado de desfachatez y de poca o nula vergüenza entre nuestros
legisladores, en realidad inició como un debate serio, pero terminó siendo una
bufonada, donde los actores sobrepasaron los límites del decoro para
incursionar en una actuación degradante, en la más vil desvergüenza, y no solo
se exhibieron ellos, sino que también exhibieron a los medios de comunicación
que aplaudieron a rabiar lo que debió devolverles el estómago.
Por desgracia tantos años de priismo y panismo, nos
han endurecido no la piel, sino el alma, pues en lugar de provocar
indignación la conducta de nuestros legisladores, lo que provoca en millones es
admiración, pues a la sociedad mexicana no le importó la pantomima, sino que aprobó
la ligereza inmoral de nuestros senadores, diputados, partidos políticos y
grandes medios de comunicación nacional.
Antes de entrar en el asunto, es necesario recordar
que el Presidente Andrés Manuel López Obrador es un hombre tenaz y que trae la
fiesta por dentro, por desgracia es intelectualmente muy limitado, de
manera que prefiere escucharse a sí mismo y a nadie más, y eso es plausible
en cuanto no escuche a panistas, perredistas, calderonistas ni a priistas pues son farsantes, oportunistas y escaladores. Del mismo tipo son los colaboradores
más cercanos de AMLO que provienen del más añejo priismo y del perredismo que es
hijo legítimo del priismo o del panismo actual, que es hijo del priismo y de la
voracidad insaciable.
El instinto lo ha hecho calcular que sus actuales aliados lo
abandonarán conforme se aproxime el 2024, y eso podría llevara su gobierno a un
desastre. Para evitar ese peligro solo existe un poder eficaz: el Ejército,
las Fuerzas Armadas, como lo proclamaron en su momento el pinochetismo, el fidelismo y el
chavismo, es decir la vía política militar, por ello López Obrador quiere un pacto con las Fuerzas Armadas, para que asuman el papel de su "Gendarmería Civil", de esta manera, nadie se
atreverá, ni por mal pensamiento a cuestionar su Poder absoluto.
Hay que recordar que México no sabe ni cree en contrapesos y esta
militarizado desde 1824 aunque el texto
constitucional y las interpretaciones de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación digan lo contrario, por lo que AMLO necesita a los militares y no a los partidos que además de corrompidos, son farsantes y pillos.
Siguiendo la vieja práctica de hacer una consulta a modo sobre la
viabilidad de entregar los mandos civiles a la Fuerzas Armadas, para que estas asuman la seguridad pública, realizó esas consultas, que fueron abarrotadas por opositores que abrumadoramente exigieron a las Fuerzas Armadas manos fuera de la Seguridad Pública civil,
pero AMLO sin dudar un instante calificó a sus opositores como sociedad “fifi”, y sus leales presentaron una
iniciativa que ni el mismo Hitler fue capaz de imaginar, esa iniciativa en la Cámara de
Diputados fue aprobada por la mayoría de Morena, que la votaron a ojos cerrados.
Llegado el Dictamen a la Cámara de Senadores, el
pastor de la mayoría, el Senador Ricardo
Monreal, ex diputado, ex senador, ex alcalde de la ciudad de México, ex gobernador,
ex achichincle despreciado por AMLO, ex priista, ex perredista, ex petista, se
vio obligado a negociar con los senadores del PAN, PRD, MC, PRI, siendo de todos, el primero
el más importante, por lo que primero se reunió con Marko Cortés. Las primeras palabras eran claves, así que Ricardo utilizó las apropiadas con el dirigente del PAN: “Vengo a
negociar con usted y estamos dispuestos a ofrecer generosos "moches" a cambio de
lograr la reforma constitucional" Al escuchar la palabra “moches” al panista se
le doblaron las rodillas y sus ojos enrojecieron de emoción.
Marko Cortés primero fijó el precio, es decir los “moches” a cobrar, entre ellos
castigo a ciertos panistas “traidores”, luego pidieron manos para integrar
diversas ternas, una para ministro de la SCJN, y para Tribunales fiscales, titularidades y presupuesto a diversos organismos autónomos,
donde colocaría a “su gente”, también dio a conocer el nombre de diversas
asociaciones civiles que deberían recibir recursos públicos, entre ellas una de Josefina Vázquez Mota, exigió respeto a los
triunfos de los amigos de Marko, pidió decenas de consulados y puestos diversos en Relaciones Exteriores, en la Secretaría de Seguridad, en la Fiscalía General, en áreas administrativas donde se
manejara el presupuesto, también en todas las secretarías, a cambio de todo el
apoyo de diputados y senadores panistas a la propuesta para militarizar al país. Ricardo Monreal estaba sorprendido con
la agilidad negociadora de Marko quien aprendió el arte de las "negocias" con su maestro "La Tuta" cuando en vida dirigía a La Familia Michoacana.
Luego Ricardo Monreal fue negociando con todos los restantes “partidos
políticos” hasta lograr el acuerdo con todos, pero el problema mayor seguía siendo como cambiar la iniciativa sin cambiarla y sin quedar exhibidos. Para su fortuna,
Marko Cortés tenía una propuesta, para dar marcha atrás a la Reforma Constitucional,
a lo cual Ricardo Monreal se opuso, pero el ex pupilo de La Tuta, aclaró de
inmediato, se trataría de una una simulación, se aparentaría una derrota, pero en realidad la reforma estaría en un par de
artículos "transitorios", gracias a los cuales el Presidente tendrá en sus manos
plenos poderes para que las fuerzas armadas participen según su criterio, bajo la forma de la Guarda Nacional, y todos los partidos "apoyaremos en unanimidad la
nueva reforma" en palabras de Marko Cortés.
Estaban sorprendidos los viejos lobos priistas
y de Morena, ante el talento de este peso pesado de la farsa mexicana, y así
fue: Hubo declaraciones de dar marcha atrás con la Reforma Constitucional de
Morena, pero se divulgó que se "construyó" una nueva iniciativa, que fue aprobada por unanimidad en
el Senado y en la Cámara de Diputados, y que en los artículos transitorios da al Presidente plenos poderes para que el Ejército actúe en su nombre, como una fuerza política-policiaca de carácter civil, que controlará con el mando único a todas las fuerzas civiles de la nación.
En realidad todo terminó siendo la exhibición grotesca ante un pueblo globero, dispuesto a aplaudir a sus
deturpadores y donde todos los partidos salieron felices y bien forrados. Y también la feria llegó a la
prensa nacional, a Televisa, TvAzteca y a todos los intelectuales chayoteros que aplaudieron la unanimidad absoluta en ambas cámaras, un manejo nunca antes
visto, una farsa sublime, un acto descarado y vil, aplaudido por millones.
Por Antonio Limón López.