Hace días escuché en la radio algo que a la par
que me dejó estupefacto, me dejó también un agrio sabor, magnificado pues tratándose
de alguien que fue Secretario de Educación Pública en el Estado, abogado que da
la materia de Filosofía del Derecho y Teoría del Estado y además es autor de
una gran cantidad de libros de Derecho, su pecado de ignorancia y petulancia es más grave, es peor, cayó en los lugares comunes de la ignorancia más supina. Es cierto que
Sócrates fue condenado por un jurado de atenienses por tres delitos graves, uno
de los cuales era “Corromper a la Juventud” dicho lo cual, mi amigo el “maestro”
soltó algunas bromas sobre los antiguos griegos y dijo que gustaban de la sodomía
y lo que ahora llamamos pederastia, diciendo además que el célebre griego, Sócrates,
fue declarado culpable de este delito tan popular entre los griegos.
Durante la entrevista radial, llegué a creer
que rectificaría, que mi amigo maestro aclararía y explicaría con toda precisión la naturaleza de la creencia popular y la ignorancia falaz, la naturaleza del delito y que no
diría las mentiras que el vulgo suele repetir en su ignorancia, pero confirmó
que la creencia popular y la ignorancia suelen ser las prendas de mayor cotización
en esta sociedad formada por educadores miserables y políticos peores, como mi
amigo el ex secretario de educación y distinguido educador de la máxima casa de
estudios de mi ciudad, Tijuana. Pena me da admitirlo, pero no puedo dejarlo
pasar.
Admito que la sociedad piensa lo mismo que mi
amigo maestro, y que suele expresarse sin otras opiniones que las que
corresponden a su propia ignorancia, también sé que contra la estupidez nacional poco se puede hacer, salvo enfrentarla a
pesar de que ahora toma nuevos bríos y brilla esplendorosa desde Palacio
Nacional y por la magia de la televisión, inunda todos los hogares de México.
Por lo menos debo decir que el cargo de “Corrupción
de la juventud” del cual fue acusado Sócrates nada tuvo que ver con la
connotación sexual en que ahora, los ignorantes quieren hacer pasar, pues esto
es falso, como el propio Sócrates dice en la "Apología" escrita por su discípulo Platón:
http://www.filosofia.org/cla/pla/img/azf01043.pdf
http://www.filosofia.org/cla/pla/img/azf01043.pdf
“(Sócrates) Por otra
parte, muchos jóvenes de las más ricas familias en sus ocios se unen a mí de
buen grado, y tienen tanto placer en ver de qué manera pongo a prueba a todos
los hombres que quieren imitarme con aquellos que encuentran; y no hay que
dudar que encuentran una buena cosecha, porque son muchos los que creen saberlo
todo, aunque no sepan nada o casi nada."
Es decir, que Sócrates se dedicaba a hablar con
los que decían saber y que no sabían de lo que hablaban y por ello los jóvenes seguían a Sócrates y lo imitaban, preguntado todo a quienes decían saberlo todo y todo lo ignoraban. La
juventud así era "pervertida" por ese afán de dudar de todo que Sócrates introdujo en el pensamiento griego, en el pensamiento humano contra el dogma, y en consecuencia, los había convertido en
escépticos.
Esto puede leerse en el siguiente párrafo que
tomamos de la misma "Apología" de Sócrates:
“(Sócrates) Todos
aquellos que ellos (Los jóvenes) convencen de su ignorancia la toman conmigo y no con ellos,
y van diciendo que hay un cierto Sócrates que es un malvado y un infame que
corrompe a los jóvenes; y cuando se les pregunta qué hace o qué enseña, no
tienen qué responder, y para disimular su flaqueza se desatan con esos cargos
triviales que ordinariamente se dirigen contra los filósofos; que indagan lo que
pasa en los cielos y en las entrañas de la tierra, que no creen en los dioses,
que hace buenas las más malas causas; y todo porque no se atreven a decir la
verdad, que es que Sócrates los coge "in fraganti", y descubre que aparentan que
saben, cuando no saben nada.”
En otros términos, los jóvenes descubren que los supuestos "sabios" son simples ignorantes, y en lugar de criticar a los jóvenes que los descubren,
la toman contra Sócrates a quien acusaban y odiaban, acusándolo de estupideces,
que eran la propia ignorancia de quien decía saber y nada sabían.
En eso consistían dos acusaciones falsas contra
Sócrates o no probadas por la parte acusadora, la de “corromper a la juventud”
pues estos imitando a su maestro aprendieron a dudar de todo y descubrieron
primero con asombro y luego con normalidad que los que decían saber y presumían
de ello, no sabían nada de nada.
Esto en lugar de traer aceptación por parte de los
ignorantes, ocasionó en estos resentimientos contra el gran filósofo, pues no
aceptaban su propia ignorancia y acusaron a Sócrates de corromper a los jóvenes.
Sócrates deshizo
todos los argumentos en contra, la razón principal era la guerra contra
Esparta que sostenía Atenas en aquella época, y poner en duda a los atenienses que luchaban contra
el enemigo, haciendo ver a los héroes como a verdaderos idiotas, era una postura impopular en cualquier tiempo,
pero más aún en tiempo de guerra.
Sócrates fue condenado a muerte, por sus
conciudadanos, querían desterrarlo, pero Sócrates exigió para él la justa pena de vivir en el Pritaneo (Lugar destinado a los héroes) pues Sócrates se
consideraba un héroe por educar egoísmo y sin cobrar a la juventud y hacerla mejor,
quería como todos los héroes ser alimentado por los demás el resto de su vida,
y fue de esta manera que Sócrates fue condenado, no por abusar sexualmente de
nadie, ni por introducir falsos dioses, ni por falta de piedad contra ellos,
simplemente porque enseñó a dudar a los jóvenes y así los hizo mejores.
La grandeza de Sócrates es tal, que divide a la Filosofía entre filósofos pre
socráticos y filósofos socráticos como los de hoy, tal vez no fue un verdadero filósofo pues no
buscó la verdad, sino descubrir al mentiroso y falsario, que es la forma moderna de
llegar a la verdad, evitando la mentira.
Es una ironía desgraciada que un hombre que vivió para buscar la verdad descubriendo la mentira, ahora sea difamado por la ignorancia, por aquellos a los que Sócrates señaló con su intelecto superior, que indicó la propia ignorancia de quienes presumían de ser sabios.... Eso justifica mi indignación.
Es una ironía desgraciada que un hombre que vivió para buscar la verdad descubriendo la mentira, ahora sea difamado por la ignorancia, por aquellos a los que Sócrates señaló con su intelecto superior, que indicó la propia ignorancia de quienes presumían de ser sabios.... Eso justifica mi indignación.
Por Antonio Limón López
@antoniolimon
Pinterest
Esto te puede
interesar.