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EL NUEVO RUMBO DE LA ELECCION



El diario Reforma publica hoy una encuesta que coloca a Andrés Manuel López Obrador a 4 puntos porcentuales del candidato Enrique Peña Nieto, Reuters por su parte aventura que el ascenso en la candidatura del candidato del PRD se debe a la movilización juvenil del 11 de mayo. En general existe la percepción de que el ascenso en la candidatura de López Obrador es real y que viene siendo impulsado por la desilusión de los panistas con su candidata Josefina Vázquez Mota, cuyos seguidores se desgranan en el sacrificio de un voto útil en favor del PRI o del PRD, o simplemente de repudio a los cinco años de calderonismo degradante para el PAN.

Así que no es ocioso imaginar esos escenarios que todo mundo quiere ignorar: Otra elección cerrada donde los últimos votos en computarse sean los del noroeste, el escenario de Enrique Peña Nieto perdiendo las elecciones o el de Andrés Manuel López Obrador enfrentando otra derrota por unos cuantos miles de votos, el de otra elección de estado, el de el Zócalo lleno celebrando o protestando, el de un Presidente que se pone la banda presidencial desde el balcón central de Palacio Nacional o el de un Presidente impugnado que se inviste con ella en una cámara de diputados acordonada, en todo caso la imagen de un presidente saliente Felipe Calderón despidiéndose bajo una silbatina monumental, de recordatorios de su madre y entre los que participan, algunos millones de panistas agraviados.

Los hechos que podemos dar por descontados son los siguientes: El primero de julio por la noche, el IFE va a informar que con los datos al corte del final del día, computados la mayoría de los resultados de la República, esa declaratoria dirá sin duda el nombre del candidato victorioso, así que a más tardar a las 00:15 horas del 2 de julio, ya sabremos el nombre del nuevo presidente de México.

Es improbable que se presente un escenario tan cerrado como el que presentó la elección del 2006, para este primero de julio uno de los dos candidatos habrá de tomar ventaja, la que de sería definitiva y contundente si tiene un margen de cuatro o más puntos de ventaja, por lo cual en este escenario no existiría ningún conflicto postelectoral, esto sería así aún en el caso de que el candidato derrotado fuera Andrés Manuel López Obrador, quien reconocería al candidato triunfador, no obstante insistir en la diferencia de ideas y de propósitos. El triunfo de Andrés Manuel López Obrador anunciado por el conteo rápido por el margen mencionado, acarrearía el inmediato reconocimiento de Enrique Peña Nieto.

En caso de que el IFE, según su conteo rápido, otorgara el triunfo a cualquier candidato por tres puntos porcentuales o menos, entonces la resolución quedaría en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así que este escenario post electoral sería simplemente desastroso, pues el desprestigio del IFE sería irreparable.

Cinco factores decisivos están en juego y operan en favor de Andrés Manuel López Obrador: En primer lugar la “DFcentralización" de México, que privilegia en el país a todo lo que gire en torno al “DF”, como el epicentro de toda vida cultural, social, económica, mediática y política, así que el candidato fuerte en el DF puede contagiar fácilmente al resto de la República; En segundo lugar, el antipriismo de nuestra juventud, descubierto a raíz de la protesta del 11 de mayo en la Ibero y potencializado desde entonces como el abierto repudio al  PRI y por extensión, a Enrique Peña Nieto, esto implica la posibilidad de que los 14 millones de nuevos electores presidenciales -jóvenes de 18 a 24 años- decidan limpiamente la elección; En tercer lugar, el terror sembrado en el duopolio televisivo y sus achichincles: Mitofsky, estaciones de radio, cadenas de cable, diarios nacionales, periodistas chayoteros, todos los cuales están esforzándose por recuperar un cierto prestigio y por ende, sufren de una catatonia que los inmoviliza como factores decisivos, además de que compiten con las redes sociales que les son totalmente adversas; El cuarto lugar es la decadencia y degradación moral y política del PAN que trae como consecuencia la desesperanza de los panistas y una postura más bien abstencionista o anulista, por lo que definitivamente el PRI no contará con el voto útil de los panistas norteños y por último, en quinto lugar, el perfil personal del candidato del PRI, que definitivamente no despierta simpatías apasionadas, pues su ascenso se debe únicamente a los pocos pero intensos años de envilecimiento del PAN, a manos del grupo de familia y amigos del presidente Calderón y del oro con el cual cebó a la Hidra mediática nacional.


López Obrador asciende la cuesta de la elección pisando en los escombros del PAN, arrojados por Felipe Calderón y el abotagado panísmo al que corrompió; Pisando sobre los escombros de un PRI al que nadie considera honorable ni digno de nada, pero sobre todo, apoyado en sus propias fuerzas: la perseverancia y la prudencia y sin embargo, a pesar de todo esto, sigue caminando como si estuviera sobre una cuerda vacilante que si bien lo puede llevar a la presidencia, solo lo hará si tiene el cuidado, la sabiduría y la paciencia para sostenerse de ella.


Por Antonio Limón López


COMO DOMAR A NUESTRA HIDRA



La rebelión juvenil “Yo soy 131” del 11 de mayo en la “Ibero” crece saludable y solo ha sido contenida por la Babel en que se convirtió el movimiento nacional “Yo soy 132”, pero del cual, a pesar de todo lo que se quiera decir en su contra, se rescata una veta de genuina indignación y de grandes alcances para la reforma política, no solo juvenil, sino nacional.

Nuestros jóvenes cifraron su indignación contra el odiado Duopolio televisivo y al hacerlo acertaron con puntería de apaches ya que sin duda, las dos grandes televisoras nacionales son fuentes de nuestra injusticia, de nuestro atraso político, de nuestras miserias y de nuestra indignidad. No hay mal nacional que no haya sido magnificado por las dos grandes empresas televisoras, en todos los campos del ser nacional las televisoras han incursionado imponiendo pautas degradatorias, corrompiéndolo todo y cambio, no solo han recibido impunidad, sino todo el oro de la República.

¿Pero qué hacer con el duopolio televisivo? Para responder a esta interrogante es necesario comprender de donde deviene su poder, como se agiganta sobre nuestros gobiernos, sobre nuestros partidos, sobre la sociedad en general y como es que pase lo que pase se asienta siempre en aguas seguras, a salvo de las tempestades. La respuesta es en realidad sencilla y está a la vista de todos.

La fortaleza del Duopolio, desde un punto de vista filosófico, radica en la debilidad de nuestros gobiernos, de nuestros gobernantes, de nuestras instituciones políticas, de nuestros partidos y de nuestros políticos, quienes a mayor miseria personal gastan más dinero en “publicidad institucional” –una especie de pseudo propaganda política- en los medios de comunicación, por lo que se han cebado a estos hasta convertirlos en un monstruo, en una Hidra de mil cabezas que vive de nuestro oro: Son las televisoras, las cadenas de radio, pasquines, diarios, los periodistas chayoteros, semanarios, páginas web de dizque medios informativos o de dizque periodistas independientes, incluso se atragantan cientos de intermediarios publicitarios que ofrecen la factura para ocultar el cohecho al periodista corrupto pero pudoroso que no quiere un trato directo con su corruptor.

Puede estar seguro que no encontrará en ninguna ley del presupuesto público un rubro único del gasto que diga  “publicidad institucional” encontrará cientos de rubros distribuidos en cada secretaría, en cada comisión, en cada poder del estado, en cada municipio, en cada estado, en cada dependencia municipal, estatal o federal y en cada paraestatal, paramunicipal, en cada fideicomiso, en cada entidad ejecutora de obra, asi repartido el mundo de dinero que se gasta en publicidad no se percibe claramente, se esconde, se mimetiza y claro la mayor parte de todo este mundo de dinero va a dar a las arcas del duopolio Televisa-Azteca, así como de sus apéndices, de sus extensiones, de sus intermediarios, de sus anexos y de sus periodistas corruptos.

No imagino a cuánto asciende  el total del presupuesto que por el concepto de publicidad institucional, nos gastamos cada año en México, no sabemos a cuánto asciende ese gasto una vez consolidado, no lo sé pero ciertamente a miles de millones de pesos ¿Y todo ese océano de dinero para qué sirve en estos momentos? Para satisfacer la vanidad de todos nuestros políticos, para hacerlos sentir queridos, amados por el pueblo y para que se sientan geniales, creativos, imaginativos y nos vean como si fuéramos sus pendejos.

Para disfrutar de esta jauja las televisoras solo deben soportar su “temporada baja” que son las elecciones presidenciales, pues en ellas se reduce la publicidad institucional a nada y se aumentan los espacios “gratuitos” o pautas de propaganda política, pero una vez que han pasado las elecciones y el nuevo presidente es ungido, vuelven los recibos a las ventanillas de gobierno y de ella salen los jugosos cheques, para programas de divulgación, para noticieros obsequiosos, para los atentos periodistas, para los medios “¢omprometido$” con la república y sobre todo con sus dineros. Una vez que pasa el trago amargo de las elecciones, vuelve a fluir la dulce ambrosía del oro del pueblo en las siempre secas gargantas del duopolio televisivo y claro… todo vuelve a su cruel normalidad.

¿Cómo resolver esto? La Respuesta es sencilla, hay que prohibir todo gasto en publicidad institucional a todos los gobiernos, a todas las paraestatales o fideicomisos o entidades de participación pública, ni un centavo a nadie, ni para nadie. Sí se llegará a necesitar transmitir un mensaje importante del gobierno al pueblo, para esto está la “Cadena Nacional” en manos del Secretario de Gobernación. Con esta medida nos ahorraríamos miles de millones de pesos y obligaríamos a las televisoras, radiodifusoras, grandes diarios, revistas nacionales y páginas “punto.com” a volver a la realidad y a comprometerse no con los gobiernos irresponsables que gastan el dinero del pueblo con palas, sino a comprometerse directamente con el pueblo, a dejar de buscar el favor de las arcas públicas y obligarlos a que se pongan a nuestra altura, a la de nuestro vecino que necesita publicitar sus tortas, su taller mecánico, su centro comercial, sus casa en ventas.

¿Qué ganaríamos? En primer lugar, la Nación ahorraría una inmensa fortuna  que se podría utilizar para fines realmente benéficos; En segundo lugar, nuestro gobernantes se preocuparían más por hacerse publicidad con buenas obras, con honestidad manifiesta, con mejor planeación, con rectitud, con ejemplaridad; En tercer lugar, pondríamos a las grandes televisoras y a todos los medios de comunicación al servicio y al alcance del pueblo, porque si a este no lo convencen, se morirán de hambre y otras estaciones y medios surgirán el día de su sepelio; En penúltimo lugar, dejaríamos de escuchar los anuncios grandielocuentes e idiotas de nuestros “gobiernos” promoviendo e inaugurando cosas que es su obligación hacer. Pero por último, dejaríamos de ver a las televisoras y a los grandes medios de comunicación chayoteros como lo que hasta ahora son: Insaciables enemigos y conculcadores del pueblo.

Por Antonio Limón López  
    

LA BABEL DEL 132



Sin duda el 11 de mayo marcará un hito no solo en el proceso electoral del 2012, sino también en la historia política mexicana, pues por primera vez los jóvenes tomaron por asalto al escenario de una elección presidencial y lo hicieron además con un gran coraje, con pasión y al parecer con gran decisión, por un momento el aburrimiento que caracteriza a este proceso electoral se fue al pozo y tuvimos algunos días gloriosos y divertidos de marchas inesperadas con destinatarios insospechados, marchas ruidosas, felices, triunfantes y aplaudidas hasta por los conductores que se quedaron atrapados en los embotellamientos.

Fueron 131 alumnos de la Ibero los que dieron la cara, fueron 131 estudiantes los que hicieron el fenomenal video “Yo soy 131”, fueron 131 muchachos los que conmovieron al país, fueron 131 los que pusieron su nombre, su rostro y su credencial en la historia de un país donde la historia se adultera y se deforma, fueron 131 muchachos los que marcaron un antes y un después, los que lanzaron desde la red las voces de una protesta honda que por momentos lindó la frontera de una verdadera revolución, y después… después del 131.. llegó el 132.

No es que fueran jóvenes distintos, no es que fueran otras personas o que siendo las mismas se hubieran transformado, no.. nada de eso. Pero todo cambió en dimensión: De una protesta modesta pero firme y univoca en la Ibero, la protesta se tornó monumental, grande,  también firme, pero dispersa: Del “Fuera, fuera, fuera!” contra Enrique Peña Nieto la protesta tomó el rumbo de Televisa, de Azteca, de Milenio. El "132" se nutrió de panistas y perredistas y no solo de antipriistas. En pleno proceso de la elección presidencial, nuestra juventud nos proporcionó todo tipo de justificaciones y pruebas de la justeza de su indignada protesta y de la necesidad de un cambio político.

Todo México reaccionó admirado y aplaudimos, parecía que llegaban los tiempos del cambio: “14 millones de electores que por primera vez votarán a un presidente” –decíamos- “pueden cambiar no solo esta elección, sino el futuro de México”. Hasta la engreída Televisa mordió el polvo, el 14 de mayo divulgó lo que ocurrió los días 11, 12 y 13 anteriores, lo hizo algo tarde, pero incluso todos sus comentaristas anclas se lanzaron a proclamar la grandiosa e inocultable rebelión cívica juvenil, de la que todo mundo hablaba, menos el duopolio. Algunos no tan juveniles se lanzaron a la calle acompañándolos para lo que se spusieron sus pantalones de mezclilla como Paco Ignacio Taibo II que se sentía nuestro "Lenin" criollo, y Javier Sicilia que caminó bajo el Sol inclemente con su sombrero a la Indiana Jones.

Pero así como llegó el éxito inesperado, también llegaron las dudas y los temores, pronto se hicieron presentes las inevitables diferencias y pronto llegaron los reglamentos, los canones, las versiones oficiales y hasta los censores, y para dejar las cosas en claro se “subieron” el sitio web oficial, el usuario oficial de Twitter y la cuenta -eso sí- oficialísima, de Facebook y claro también llegó el infaltable “Pliego de peticiones” redactado en medio de la tempestad y leído pulcramente a las puertas de Televisa.

El Pliego de Peticiones resultó una tímida relación de asuntos más bien secundarios, de peticiones inspiradas en el imposible deseo de hacernos feliz a todos, por lo mismo cada una de las peticiones quedó muy lejos de las expectativas que imaginamos hace unos cuanto días. Es cierto, estamos hartos de timideces, de medianías y de renuncias, así que por un momento soñamos que nuestra juventud tenía un objetivo claro, que estaba dispuesta a ejercer su enorme poder moral, el de su limpieza, que estaban dispuestos a desafiar toda nuestra historia de miserias e indignidades, pero ellos a pesar de su corta edad ya sufren -sin saberlo- nuestro miedo cerval al cambio, a la osadía, a la independencia, a la soberanía de espíritu, ellos también padecen este temor que cultivamos a lo largo de doscientos años de servidumbre y sencillamente es ingenuo suponer que de un golpe su generación estaría libre de semejante atavismo.

A final de cuentas, la rebelión juvenil del 2012, quedó en "Un movimiento apartidista", "Que no está a favor ni en contra de ningún candidato", que pretende “empoderar” al ciudadano a través de la información, porque la información “hace posible que los ciudadanos puedan criticar y criticar de manera fundamentada a su gobierno” “Nuestros deseos y exigencias se centran en la defensa de la libertad de expresión y del derecho de información” “En esencia, este movimiento busca la democratización de los medios de comunicación” y una vez expresada una retahíla de "demandas", concluye en la parte toral: “Como demanda inmediata exigimos la transmisión en cadena nacional del debate de los candidatos a la Presidencia de la República”

Con esto es obvio que deberemos volver a guardar nuestro optimismo en el baúl de la ropa que no nos queda, esperando que sea la gracia divina la que ponga fin al anti democrático sistema que padecemos, porque si eso depende de nosotros  persistirá hasta el día del Juicio final. Nuestro sistema político se finca en las "designaciones" de candidatos -vulgo "dedazos"- o en la "selección" de estos mediante sucedáneos antidemocráticos como las encuestas o las amafiadas "candidaturas únicas" que garantizan que los candidatos sean del gusto de las cúpulas partidistas; Un sistema que simula ser federalista y que en realidad es centralista, donde el denominado “Gobierno Federal” asume todas las funciones de la nación, dejando a los estados en la nada política y en la miseria; Un sistema Defecentrista que nos relega al resto del país a la condición de provincia ciega, muda y esclava; Un sistema que premia al lacayo, al arrastrado, al miserable, al innoble y que castiga la dignidad y la buena fe; Un sistema que fomenta el latrocinio reglamentado en favor de una élite depredadora que convirtió a la República en un botín y que desprecia al futuro, que solo piensa en derrochar la riqueza existente, que se dedica a dilapidar los recursos naturales, a venderlos a precio de ganga para enriquecerse; Un sistema bancario que no le presta a los mexicanos, para que constituyan sus propios negocios; Un sistema que educa para esclavizarnos política y económicamente para sostener una minoría insignificante, que de tajo clasifica a nuestras universidades en "de primera" y al resto "de segunda", dejando a las universidades públicas en manos de pandillas de delincuentes que con el cuento de la "Autonomía universitaria" no se sacian de robarnos.

No, nuestros universitarios solo vieron la cutícula exterior de nuestros males, sus ojos inexpertos no se atrevieron a trasponer la epidermis de nuestros males, tratando de comprenderse a sí mismos, se confundieron, y de esta manera el “132” se convirtió en otra Babel. A la postre están por debajo de sus primeros actos -Cuando solo era el “131”- es cierto que un gran cambio no puede nacer con un programa detallado en algún laboratorio social, pero no debe traicionarse a si mismo y debe ser capaz de asestar, en el momento preciso, el golpe fatal contra el cuerpo enfermo que debe morir para que surja y viva la nueva sociedad; No pueden coexistir el sistema enfermo y el sistema saludable, es imposible. Pero ese talento de matador y dador de vida no existe entre nosotros, que padecemos los mismos males con los que nacimos en 1821, a pesar de que las "revoluciones" van y vienen como legiones, dejándonos siempre igual. Solo nos queda desear que tal vez a la próxima, o a la que sigue, tal vez algún día ... algún día nos atreveremos.

Por Antonio Limón López

LA HORA DE LA JUVENTUD



A unos pocos días del inicio de las campañas presidenciales del 2012, los jóvenes asumieron inesperadamente el papel de protagonistas, hay que confesar que no lo esperábamos, nadie lo esperaba. Irrumpieron en el cuerpo de nuestro sistema político envenenado con leyes estúpidas, con prohibiciones que nadie respeta, con instituciones desacreditadas como el IFE, el congreso, el poder judicial y todos los gobiernos, un cuerpo también emponzoñado con las corruptas cúpulas de los partidos políticos donde impera la ley del ignorante, de los mentecatos y de los zafios, donde los lideres actúan como capos mafiosos sobre los militantes, quienes a su vez se comportan como monos amaestrados. En este triste cuadro clínico, la inesperada presencia de nuestra juventud ha puesto en crisis al sistema electoral y no es por cierto la juventud del pasado, que seguía dócilmente a los adultos de su entorno familiar o escolar.  

La conducta de los jóvenes hasta antes del arranque de las campañas parecía la esperada, estuvieron desinteresados de los partidos políticos, pues dentro de estos nada se discute o compara, en ellos a los jóvenes militantes se les exige disciplina y unidad en torno a sus dirigentes o a sus candidatos, que por desgracia y por regla general son simplemente impresentables, por otra parte las universidades han desincorporado de sus fines a la formación política, así que salvo en las escuelas de Ciencias Políticas, Sociología y Derecho, la voz “Política” es una palabra extranjera, por otro lado, todos los medios de comunicación tradicionales como la radio, la televisión y los medios impresos, están concebidos para un público mayor de treinta años, para un auditorio formado por expertos en Economía o para una sociedad interesada en los desfiguros de nuestras figuras públicas y nada más.

Pero mientras los adultos nos mantenemos escépticos ante el proceso electoral, acaso desilusionados por las amargas experiencias del pasado remoto o reciente, enfermos por un existencialismo sin sentido y sin esperanza política, viendo con otras mascaras lo mismo de siempre, surgió con el mismo descaro que el Popocatepetl en el Valle de México, la presencia cívica de nuestros jóvenes. Los vemos en mítines, en todos los medios porque estos no pueden ocultarlos, no son los candidatos jóvenes que siguen adocenados en la disciplina partidistas, sino los electores imberbes que desde el fondo gritan a voz en cuello las voces de un rebelión distinta a todas las del pasado.

No son los muchachos del 68 que ignoraron lo que sufrieron hasta diez años después, no son los que empuñaron las armas en Guerrero o en Chihuahua, ni los que han seguido el camino hacia el Norte, ni los que se armaron en los ejércitos criminales de hoy en día, son al contrario nuestros estudiantes y al mismo tiempo los hijos de obreros, e incluso de nuestra burocracia dorada, también los “ninis” deslindados de una sociedad que excluye a todos excepto a los disciplinados y sometidos, son en suma nuestros muchachos, en un país de muchachos que ya no se guían por el consejo de los adultos, sino que hacen sus propias elecciones, toman sus propias decisiones y esto se debe a algo que probablemente solo ocurrió en la prehistoria, cuando la sociedad nómada era enteramente de jóvenes.

El interés de la juventud en esta elección y en las sucesivas, se debe y deberá a que se sienten interesados en la toma del poder, simplemente porque saben lo que los “adultos” hemos hecho con él, saben que somos tan malos para gobernar como los peores puedan serlo, saben que nos mueve no el patriotismo sino la pandilla, no la verdad sino la conveniencia, no el sentido común sino la avaricia, no la piedad sino la barbarie. Estos jóvenes saben a diferencia de los jóvenes que fuimos nosotros que México es gobernado por los peores y por los peores motivos, así que ningún respeto les merecemos.  

Ya podemos adivinar que lo que ahora ocurre se debe a que los muchachos de esta hora, tienen una vía alterna de información en la que creen a pie juntillas, esa vía es el internet, es la vía de la libertad de elegir, en Youtube encuentran para cada punto de vista, el contrario, en Facebook conjuran en una comunidad cerrada pero al mismo tiempo abierta, en Twitter debaten interminablemente lo que han visto o escuchado, no existen temas tabús, ni prohibiciones terminantes, los prohombres son reducidos a la humanidad ordinaria y al revés, el ignorado es escuchado y comprendido, no existe otro blasón que el propio mérito, el mérito de lo que se dice, el mérito del ejemplo y para este mundo virtual donde la libertad campea de poco sirven los miles de millones de pesos que gastan los partidos y el IFE en los artríticos medios de comunicación tradicionales.

Es importante recalcar que en las “redes sociales” los jovenes han interactuado con nosotros los adultos y como consecuencia de ello nos comprendieron, saben que no somos mejores que ellos, conocen nuestras trampas y engaños dialecticos y saben lidiar con ellos, son más rápidos mentalmente que nosotros  y suplen su falta de libros con agudeza, con ética a flor de piel y sentimiento de justicia y de dignidad, son los verdaderos cocteles “molotov” que bien pueden incendiar a un proceso electoral que sin ellos naufragaría en el mar de la apatía y del aburrimiento.

Internet no solo enlaza a millones de jóvenes en una red que todo lo cubre y atrapa, también educa, es una educación en la libertad, que se ha venido dando en paralelo a la educación académica y familiar, pero que ante la pobreza de estos tipos de educación ha venido asumiendo un papel preeminente, es la fuente de nuevos valores y también el volcán de cual surge el reclamo de cambio, debemos admitir que no lo habíamos escuchado y que no estábamos preparados para él, pero es un hecho que ya está aquí. ¿Cuáles son los signos de esta presencia? Muchos, el inesperado crecimiento electoral de un desconocido que en buena lid superó a sus contendientes en el debate, las manifestaciones de apoyo y repudio a los candidatos, el desconcierto de los candidatos y la nueva ética política anexa a un discurso coherente o incoherente en partes, pero que exige cambio desde una critica juvenil, constructiva y de largo plazo, discurso que nuestros partidos no comprenden y frente al cual no saben ni que decir, ni que pensar, menos contestar.

Si vemos políticamente la historia de México, podemos apreciar que esta es la misma desde 1821, la imposición de una elite que es substituida por otra con los mismos fines, el sometimiento a una potencia extranjera que al menos nos impidió acuchillarnos entre nosotros, pero que fomentó las más idiotas de nuestras discordias. Ahora por fin, se abre otro horizonte, no lo podemos apreciar en su totalidad porque lo avistamos por la ventana de esta elección que es pequeña, pero promete un futuro sin profetas y sin ídolos con pies de barro, y lo mejor es que ya está afuera ... esperándonos.

Por Antonio Limón López



El Susto




El debate organizado por el IFE el domingo seis de mayo, despertó desde su concertación, la esperanza de que sería determinante en el duelo entre los tres principales contendientes, auguraba acusaciones espectaculares contra el puntero Enrique Peña Nieto, al menos se daba por descontado que Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, llegarían con metralla suficiente para reducir a escombros al “World Trade Center”. Todos pensamos que al menos uno de los grandes caería y otro de ellos, se alzaría como el triunfador y desde esa plataforma de lanzamiento se iría hasta la gloria del primero de julio.

Las huestes de Andrés Manuel López Obrador, tan esperanzadas y tan confiadas en su líder, exigían un mayor número de debates, querían que la arena se tiñera de sangre con la absoluta confianza de que su candidato saldría del encuentro con la espada destilando gotas de la ambrosía vital de sus adversarios. Lo mismo ocurría en los tercios de las legiones de Josefina Vázquez Mota,  donde la relación con el presidente Felipe Calderón, líder único y amo absoluto de su partido, aseguraban grandes sorpresas, hasta se hablaba de un “Expediente negro” de acusaciones terribles contra Enrique Peña Nieto, tan terribles que las atrocidades imputadas a Carlos Salinas de Gortari parecieran canciones de cuna.

La expectativa se acrecentó por la nula trascendencia de las campañas, el panismo traicionado por el presidente Calderón, sus amigos y familiares, el perredismo inmerso en un desconcertante lago amoroso, el priismo beneficiado por la desilusión panista y perredista parecía un enorme castillo, pero se creía que sus cimientos eran de lodo y sus muros de naipes, se pensaba que al primer viento fuerte se vendría abajo y panistas y perredistas festinaban pensando: “No hay mejor ocasión” que el primer debate obligado entre los candidatos.

El vaticinio era congruente con la historia, fue aquel primer y único debate de 1994 el que catapultó a Diego Fernández de Ceballos y si este no ganó la presidencia fue porque se vendió al precio de Punta Diamante; Fue el primer debate del 2000 en el que, frente a todos los candidatos -incluido Porfirio Muñoz Ledo- Vicente Fox demostró mayor talento dialéctico, mayor coraje y a partir de este momento la restante campaña fue para el vaquero, un paseo  exhibiendo los apéndices arrancados a sus contrincantes (Entonces ocultó –genialmente- la clase de imbécil que ya era) Fue aquel primer debate en 2006, por el cual Felipe Calderón se levantó triunfador frente a sus oponentes presentes y frente al ausente, el “Yamerito” de Andrés Manuel López Obrador. Ahora en el 2012, nadie puso en duda la importancia emblemática y estratégica de este primer debate, para todos sería la confrontación  más pura y sin reservas entre enemigos jurados, pero …...

Si alguien predijo lo que ocurrió en el debate del domingo 6 de mayo, debe aprovechar sus dotes de pitoniso y comprar de inmediato todos los boletos de las loterías del mundo y con ello, seguramente desbarrancará a Carlos Slim del sitial de honor en que lo tiene la revista Forbes. De entrada el formato acartonado fue demolido por la nada acartonada Playmate Julia Orayen, que salió vistiendo un estremecedor vestido blanco que dejó al candidato Quadri viendo doble y que de la misma manera despertó el aplauso del público masculino, que vio el encuentro lejos de la mirada de sus consortes.

En cuanto a la “Madre de todas las batallas” esta no llegó, el debate parecía un encuentro de comadres, las objeciones eran entre poca cosa y hasta ridículas, lugares comunes, frases de pierogrullo, los candidatos se mostraban sin imaginación, sin recursos histriónicos, solo hubo un buen golpe por parte de López Obrador a Peña Nieto, el de que si bien Ponce, su ex Secretario de Finanzas lleva 8 años en la cárcel, Peña Nieto ex secretario de administración de Montiel, ahora está en libertad y es candidato presidencial. La pobre de Josefina no pudo con el señalamiento de que era otra diputada “faltista” en la cámara de diputados y las armas de destrucción masiva de López Obrador resultaron petardos con la pólvora mojada.

Si todo lo anterior era una mala sorpresa, lo otro fue peor o mejor, según se vea,  consistió en la manifiesta e infinita superioridad intelectual del candidato Gabriel Quadri sobre el trío restante, su método expositivo fue de una superior calidad, se desempeñó con toda comodidad e incluso el “taco de ojo” que se dio con la playmate, le dieron puntos extras en el gusto del público adicto a la testosterona, Quadri, fue el único que tenía una clara estrategia, que supo aprovechar las reglas del juego y demostrar que tanto la candidata del PAN como el del PRD,  no tienen ideas, menos ideas originales, ni transformadoras del país, también con calculada insidia los neutralizó en sus ataques contra Peña Nieto el cual termina endeudado con el gran favor que le hizo el candidato de Elba Esther y que seguramente no será gratuito. De nueva cuenta, como en el 2006, la maestra Gordillo se convirtió es uno de los factores claves de la sucesión presidencial.

Cabe reflexionar, en que los debates no son para exponer proyectos o programas de gobierno, son para mostrar a personas vestidas con las prendas de candidatos, de representantes de partidos, de ideas, de principios, pero solo sobresalen las personas que tengan talentos, que posean las dotes del liderazgo que la humanidad aprecia desde  Alejandro Magno: Fortaleza, claridad en lo que se quiere, seguridad y la precisa ferocidad y decisión para acabar al enemigo, dando los golpes precisos y fatales. En esto Gabriel Quadri es el único gladiador en la arena del sufrimiento ajeno, en tanto que los restantes candidatos son para él rivales sin complicaciones, con los que puede darse el lujo de jugar a su entero gusto y conveniencia.

Hay que decirlo, el gran ganador del primer debate es este hombre misterioso, calculador, que se dio el lujo de ayudarle a López Obrador diciéndole que la foto que mostraba la había puesto al revés, que  no acusó a Julia Orayen de ser la autora de una conjura magna, que nunca ha pedido ni exigido debate alguno, que es el candidato con menos posibilidades de ganar la contienda, que surgió de un acuerdo cupular como todos los demás pero que nunca había disfrutado de una diputación plurinominal, de ninguna gubernatura, de ninguna jefatura de gobierno, alguien que salió de la nada en que habitamos todos y que a los candidatos “grandes” les cambió hasta la forma de andar y que les ha pegado el susto de sus afortunadas vidas.

Por Antonio Limón López

El misterio Quadri


¿Podemos imaginar un país en el cual los candidatos presidenciales sean definitivamente unos desconocidos? Bueno, no necesitamos imaginarlo, vivimos en él: México! A pesar de que Andrés Manuel López Obrador lleva 7 años en campaña abierta es un desconocido; lo mismo Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, pues apenas tenemos  algún conocimiento superficial de sus personas, no obstante que tienen al menos una década cobrando puntualmente como altos funcionarios, esto se debe a un gran descuido de nuestros medios de comunicación, que no investigan a fondo las vidas, ni las idea de nuestras élites. La ventaja a que nos lleva esta desinformación es que los candidatos son "imaginarios", pues son imaginados al gusto del elector, tanto para cifrar en ellos vanas esperanzas como temores injustificados. 

Sin embargo, el fracaso de los acuerdos entre el PRI y el Partido Nueva Alianza, desembocó en la candidatura de un ciudadano sin antecedentes políticos, Gabriel Quadri de la Torre, quién sin embargo ha desplegado enjundiosamente una campaña que tiene como principal lastre no a él, sino al partido que lo postula y como mayor ventaja el propio misterio de su personalidad.

Todos los candidatos presidenciales se deslindan de sus partidos políticos como si tuvieran vergüenza de ellos, para Andrés Manuel López Obrador no es el PRD, sino MORENA, Josefina Vázquez Mota se proclama la candidata “diferente” con lo que se supone sea así en relación a los anteriores presidentes y dirigentes de su partido y Enrique Peña Nieto de plano no exhibe ningún logo en su propaganda que lo vincule al PRI. El caso de Quadri es el mismo pero multiplicado varias veces, no es militante del PANAL, apenas si le han presentado a la Sra. Elva Esther Gordillo y no es un político, sino que es un ciudadano.

Sin embargo, a diferencia de los otros 3 candidatos Quadri es un ente pensante, que sostiene una agenda política bien definida aunque perfectamente desconocida para todos, quienes por lo general solo apreciamos el tema más superficial de sus preocupaciones sociales: la Ecología. Su blog “gabielquadri.blogspot.com” presenta una descripción del estado que quiere, donde precisamente se vuelca el Quadri ecologista, sin embargo entre la verde espesura, se distingue una clara delineación de sus ideas políticas, expresadas no solo en su blog, sino en diversas entrevistas y que son a final de cuentas las de mayor relieve.

Sin mayor trámite las preciso a continuación:

Primera.- Quadri es partidario de la Legalización de la Mariguana, lo ha dicho directamente, pero también lo es de todas las drogas, pero se abstiene de decirlo por los perjuicios que ello ocasionaría a su candidatura presidencial. Es el único candidato que como presidente impulsaría dicha legalización.

Segunda.- Es partidario de un Estado Centralizado, en este orden de ideas promueve la centralización de la policía, mediante la propuesta de un mando único, que controlaría a todas las autoridades investigadoras de ilícitos, una policía bajo un jefe único, que tendría todo el poder policiaco de la república.

Este centralismo antifederalista, continuaría dejando a cargo de las autoridades “federales” no solo la persecución del cobro de los impuestos, sino la creación de las directrices de los gastos, convirtiendo a los gobernadores en una especie de delegados del gobierno federal y a los alcaldes en empleados insignificantes.

Se reforzaría el presidencialismo, hasta donde fuera posible.

Tercero.- La agenda verde retiraría los subsidios a las gasolinas que son en favor de los grandes consumidores de ellas y no de la sociedad en general, regulando sus efectos negativos mediante apoyos precisos a los más necesitados. Propone la inversión privada en Pemex.

Cuarto.- Se ha declarado el único candidato verdaderamente “liberal” entendiendo ese concepto a la manera en que se refieren a él los políticos norteamericanos, por lo que podemos decir que es firme partidario de la agenda demográfica norteamericana, por lo que impulsaría una política tendiente a legalizar en todo el país al aborto.

Quinto.- Constantemente se refiere a si mismo como "ciudadano" y repudia cualquier identificación que se le haga como "político". Repite su adhesión a la reforma política que pugna por la reelección de diputados y senadores para el período inmediato siguiente, es un creyente en que los gobernantes deben salir de la élite ilustrada educada en el extranjero, él mismo tiene doctorados en Estados Unidos de América. 

Si prestamos cuidado, todo lo anterior, es ya conocido y practicado en México, de hecho el Sr. Gabriel Quadri de la Torre sostiene todas y cada una de las propuestas de su mentor el Sr. Jorge Castañeda Gutman, quien precisamente lo llevó al Partido Nueva Alianza para ofrecerlo como candidato “ciudadano” -para utilizar la ambigua terminología precisamente impuesta por Castañeda- No debemos olvidar la enorme amistad y sociedad política que existe entre Elba Esther Gordillo y Jorge Castañeda.

En suma, cualquiera que quiera conocer las ideas centralistas, DeFe-centricas, antifederalistas y pseudodemocraticas  del Sr. Quadri,  debe leer los libros más recientes de Jorge Castañeda. Con esto todo el "misterioso Quadri" se develará hasta en sus más recónditos detalles.

Por Antonio Limón López


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