El 1 de
septiembre del 2012, Javier Corral Jurado se presentó a la mansión presidencial Los Pinos y entregó una
carta dirigida a Felipe Calderón Hinojosa, todavía su huésped principal, acto seguido
distribuyó copias de ella a cada uno de los senadores panistas que como él iniciaban su gestión en la Camara Alta, en la misiva lo calificó de “Cobarde”. El 12 de septiembre siguiente, el diario Reforma publicó en su primera plana la carta de Javier Corral. El señalamiento de cobarde a un
presidente de la república mexicana, hecho por un senador de su propio partido,
parecería increíble, pero en realidad en este caso era perfectamente explicable.
En un país que solo produce pesos
menores en política, Javier Corral Jurado, parece un peso pesado, por desgracia
su éxito depende de la pobreza de nuestra cantera política nacional y de la miseria
espantosa que padece el PAN desde 1989. Corral adquirió la fama de que ahora disfruta, cuando agonizaba el gobierno de Vicente Fox y se celebraban las elección del
2006, en esos días Televisa y TV Azteca presionaron a los candidatos presidenciales y los
obligaron a apoyar dos reformas: una a la Ley
Federal de Telecomunicaciones y la otra a la Ley Federal de Radio y
Televisión, las cuales se recuerdan como la afortunadamente malograda “Ley Televisa”.
Una vez que los tres candidatos más importantes dieron
su visto bueno, en plena campaña presidencial, la Cámara de Diputados las
aprobó con dispensa de lectura y se logró una aplastante unanimidad (El arrastrado de Pablo Gómez encabezó a los perredistas en apoyo a Televisa), pero por
fortuna los periodistas no vinculados ni a Televisa ni a TV Azteca, iniciaron una
campaña de denuncia contra la ley y se les exigió a los senadores que la
votaran en contra, Andrés Manuel López Obrador percibió en la impopularidad de
las televisoras una fuente de votos y se retractó de su apoyo, en el PRI el único que se
opuso fue Manuel Bartlett y en el PAN, Javier Corral Jurado.
La campaña presidencial fue
hondamente influida por los efectos de la Ley Televisa , pues
era tan repugnante el conjunto de disposiciones entreguistas al “duopolio”, que muchos electores votaron por Andrés Manuel López Obrador y el
PRD comoprotesta contra esa ley, pero esto tuvo un alto costo para Andrés Manuel López Obrador, pues Televisa y TV Azteca lo atacaron como a un “traidor”. El PAN y el PRI, en cambio, gozaron del apoyo de las
televisoras hasta que Madrazo se rezagó en la contienda y entonces, todo el respaldo de las televisoras se volcó a
favor de Felipe Calderón. Televisa promovió el voto útil para el PAN contra “el
peligro para México” Andrés Manuel López Obrador. Al PRD le cobraron precios de
atraco por cada segundo en televisión y los comentaristas de radio y televisión enfatizaron los
muchos errores del tabasqueño, a final de cuentas AMLO salió perdiendo.
No es un misterio que Javier
Corral se opuso a la Ley Televisa, pero si bien se sabe que en parte fue por su personal decisión, por otro lado se ignora que también lo hizo como parte de la
estrategia de Felipe Calderón, para negociar mejor con las televisoras, pues "debido a las acusaciones de Corral" vendió mejor
sus servicios al duopolio. Parecería uno de esos negocios en que todos
ganan, pero si bien Javier Corral logró un gran prestigio social, quedó vetado por el duopolio televisivo, al grado que no tuvo ningún
lugar en el gabinete de Felipe Calderón y se quedó en la nada por tres años. Por su parte
López Obrador perdió las elecciones y el PRD lo abandonó en 2007.
El único ganador fue Felipe Calderón que ganó la elección y se consolidó con el
apoyo del PRI, con el apoyo internacional y con el respaldo del duopolio
televisivo.
Con la Reforma Política del 2007, Calderón hizo chuza, pues el PRD oficial se puso a su lado, López Obrador se vio obligado a dejar morir su "presidencia
legítima" para concentrarse en MORENA. Todo pintaba de maravilla para el presidente, pero lo único que
no era de su agrado era el PAN, su partido y para el que tenía el plan de convertirlo en su mascota. Entre los adversarios de Calderón en el PAN estaba Santiago
Creel Miranda, a quién Televisa consideraba uno de sus mas fieles servidores, a
fin de cuentas cuando fuera Secretario de Gobernación este “obsequió” a las
televisoras permisos de juego y de casinos a cambio de enormes cantidades de dinero en embutes, pero tontamente, estupidamente, en una
viaje a Washington ya siendo líder de la bancada de senadores del PAN, declaró que su partido “había apoyado la Ley Televisa bajo presión”,
con lo que las televisoras montaron en furia y lo consideraron otro traidor, pues le habían satisfecho a Creel todos sus caprichitos desde que fuera
Secretario de Gobernación y hasta "pagos
en especie" recibió de las atractivas bellezas del Canal de las Estrellas, así
que Felipe Calderón aprovechó el momento y lo quitó del liderazgo de los senadores del PAN. Javier
Corral de manera indirecta, sin la contundencia que exhibe cuando corre en caballo de hacienda, y sin valentía alguna, para decirlo claramente, criticó la destitución de Creel, su entonces gran amigo y protector, pero de manera tan suave que
nadie se dio por enterado y ni siquiera se atrevió a acusar al presidente de ello, sino a
Televisa y a la maestra Gordillo, que a final de cuentas no tenían capacidad de decisión dentro del PAN.
Otro gran amigo de Javier Corral, fue Manuel Espino, a quien Calderón obligó a renunciar a la dirigencia nacional del PAN, cosa que logró sin esfuerzo, todo mundo sabía que el presidente era
vengativo e implacable contra los que se le oponían dentro del PAN, y a pesar de
que Manuel Espino intentó defenderse, optó por doblegarse al descubrir que sus amigos y aliados lo ignoraban o francamente lo habían traicionado, entre ellos estaba el acomodaticio de Javier Corral.
Germán Martínez Cazares, uno de
los niños de Felipe, ya instalado en la silla de Manuel Espino le exigió la
renuncia a Javier Corral Jurado como miembro del CEN, quién renunció de inmediato diciendo frases
zalameras a Germán Martínez, después dijo que Germán le
quería dar “otras comisiones pero que (él) no las aceptó”, lo cierto es que
Germán ni cuenta se dio de que entre los que iban para afuera con el cambio en el CEN estaba el siempre calculador y temeroso chihuahuense.
Nada bueno hizo Germán Martínez Cazares,
que se dedicó a destruir toda la estructura democrática del PAN, impuso a sus
amigos, a los amigos de Felipe Calderón y a los amigos de los amigos de este
último, no había lugar para nadie que no disfrutara de las plenas confianzas
del presidente. En este momento, en lugar de protestar por los dedazos y por la
imposiciones de Felipe Calderón, el siempre agachado Javier Corral no hizo sino elogiar hasta el descaro al presidente, por
eso finalmente Germán Martínez lo palomeó como candidato plurinominal a una
diputación para el 2009, y así fue como este gesticulador se arrastró desde el
2006 hasta el 1 de septiembre del 2012, aparentando y perjurando que actúo con dignidad e
independencia frente a Felipe Calderón.
En 2010, hizo todo lo indecentemente posible
por ingresar al Consejo Nacional del PAN, pero no pudo hacerlo en las
convenciones de Chihuahua, porque ya para entonces era de plano un chilango para
los panistas de su estado natal, así que su única oportunidad era en la XXI asamblea nacional del PAN en
la ciudad de México y para entonces sus meritos de lamebotas en la cámara de
diputados ya estaban al alza, tantos elogios a Felipe Calderón ameritaban que
ingresara a la corte de los arrodillados que era ya el Consejo Nacional del PAN,
pero Calderón dudó de la fidelidad de este solicito lambiscón, le parecía
difícil creer que cambiara de grupo tan fácilmente, por lo cual lo castigó
engañándolo, haciéndole creer que votarían los borregos por él, pero a la hora
de la hora no lo hicieron y se quedó fuera del Consejo Nacional, como esto lo
afectaba a él de manera personal, protestó escribiendo un artículo en su página,
pero de inmediato lo borró, hablaba de una asamblea donde fue engañado y donde
todo fue fraude e impudicia, pero esa página, quizás la única crítica en seis
años, fue borrada por el mismo Corral, que acostumbra a subir artículos y
después calculando las consecuencias de ellos, los borra, es el caso del artículo "Creel, Josefina y Cordero, la sucesión en marcha" donde colmaba de elogios a Calderón .
Para entonces ya Televisa se
había dado cuenta la clase de sanguijuela que era Felipe Calderón, Emilio Azcarraga ya sabías que su amigo el presidente le había
jugado el dedo en la boca, por lo que convirtió a Enrique Peña Nieto, el gobernador de Estado de México, como su
favorito para la presidencia. Televisa se sentía capaz de asaltar el
poder desde el trampolín del PRI, en tanto el PAN se convulsionaba después de
que las designaciones de parásitos y arrastrados como candidatos, resultaban improductivas; el PAN se desplomaba, incluso en plazas donde había sido
invencible, como en Baja California.
En la feria del autoempleo y de cara a las elecciones del 2012,
Javier Corral Jurado sabía que perdería en una elección interna en Chihuahua,
pues los panistas de ese estado estan hartos de ser solo la catapulta para los
afanes de este astuto trepador político, que hace su carrera en el DF, por lo que valiéndose
de su amistad con Gustavo Madero y con Luís H Alvarez, logró que la elección interna
fuera "abierta para todos los chihuahuenses que quisieran votar y que contaran
con su credencial de elector", la regla era muy sencilla, se colocarían casillas
en todo el estado y los chihuahuenses decidirían quien sería el primer
candidato de la formula al senado.
El 19 de febrero del 2012, día de la elección interna del PAN en Chihuahua, Javier
Corral Jurado fue aplastado, entonces se quejó de un
repugnante “fraude electoral dentro del PAN” cometido contra la democracia
panista ( o sea contra él mismo), dijo que a partir de ese momento no cesaría en su lucha por desenmascarar el fraude electoral
interno, hasta que sus autores estuvieran tras las rejas y expulsados del PAN,
para ello citó a sus amigos periodistas del D.F. para que lo acompañaron en su
denuncia.
Entonces Javier Corral, como experto en el PAN se fue
a la Ciudad de
México, donde sus amigos chihuahuenses del CEN, Gustavo Madero y “don” Luís H.
Alvarez anularon las elecciones internas del PAN en Chihuahua y designaron
candidato “a dedazo” al mismo Javier Corral Jurado, que milagrosamente se
olvidó de la denuncia de fraude contra los panistas que cometieron el “fraude
electoral dentro del PAN” en Chihuahua (aquí las pruebas "contundentes" del fradue electoral en todo Chihuahua), a pesar de las amenazas de Corral nadie fue expulsado ni sancionado, nadie fue a la
cárcel, simplemente los chihuahuenses se quedaron viendo como desde el DF les
impusieron a Javier Corral Jurado y este, simplemente perdió las elecciones
contra el PRI, pero como era el primer candidato de la formula panista derrotada,
llegó como senador de primera minoría.
Por cierto que Javier Corral tampoco protestó
indignado, cuando expulsaron a su gran amigo Manuel Espino del PAN, ni siquiera
le dio las gracias por los muchos favores que de él recibió, tampoco protestó
indignado cuando a su otro gran amigo Manuel Clouthier fue vetado como
candidato del PAN a Senador por Sinaloa, y nunca, nunca acusó a Felipe Calderón
de intervencionista dentro del PAN, tampoco lo acusó de los cientos de fraudes
electorales dentro del PAN que cometió a lo largo de su gobierno, tampoco
protestó por la forma como Calderón hundió al PAN en la elección para
gobernador del 2007 en Yucatán.
¿A que se debe que un arrastrado, calculador y simulador como Javier Corral Jurado se haya atrevido a acusar al presidente de la República de cobarde y de
inepto como lo hizo el 1 de septiembre del 2012? La respuesta a esta cuestionante queda a su mejor juicio, pero en mi opinión ocurrió que como excelente calculador Javier Corral ya sabía que a partir de entonces, Felipe Calderón sería un apestado dentro del PAN, que saldría de Los Pinos como otro expresidente mentiroso y gesticulador, pero además como un pandillero, como un mentecato y por eso, después de
seis años de arrastrarse en silencio al paso de Calderón, Javier Corral
aprovechó el momento de sinceridad de Felipe Calderón cuando el 28 de agosto lo
llamó cobarde, para lanzarse sobre el árbol caído y hacerlo leña, aparentando ante un público escéptico una valentía de la cual carece y una probidad propia ... de un farsante.
Como senador desde 2012 y hasta la fecha ha sido otro bueno para nada, dedicando su tiempo a calcular como quedar en el pandero para otra diputación pluri y luego quizas otra senaduría de partido o de primera minoría. El caso es que eso se le ha complicado, pues perdió las amistades de Santiago Creel, Luís H. Alvarez y Gustavo Madero quienes por distintas razone lo consideran un traido y mal amigo, saben que es ventajista y simula un idealismo que no tiene. Por su parte Javier Corral sabe que lo han descubierto despuésde 25 años de vivir del cuento, por lo que en un acto desesperado para saltar de la nada a un tal vez, se lanzó como candidato a dirigir al PAN, y para ello hizo una alianza precaria con algunos calderonistas y algunos ilusos que andan en el PAN causando lástimas. Javier Corral solo quiere la oportunidad de finalmente merecer otra candidatura pluri y seguir lucrando a costa del Erario nacional aparentando y simulando, hasta que el cuento se lo permita y haya idiotas que le crean.
Me pregunto ¿Javier Corral es un caso de excepción? ¿Es un caso único de abyecta simulación o es el prohombre que ahora personifica al panista? y esto es fácil contestar, pues cuando uno voltea al PAN y lo ve atestado de farsantes, de escaladores y de rateros vulgares, y cuando ve lo mismo en todos los partidos políticos, en todos los gobiernos, y en todas las grandes empresas, entonces debemos suponer que Javier Corral no es el pasado, sino el futuro, el futuro de este pobre país.
Por Antonio Limón López.