Escépticos y creyentes nos preguntamos a diario ¿La vida o
Dios premia a quienes se conducen honestamente y trabajan duramente pensando en
los demás? Claro que también nos preguntamos si semejantes seres humanos
existen y si así es, porque no están a la vista. En realidad existen y por
millares, claro que no son dirigentes de nuestros partidos políticos,
tampoco los vemos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ninguno de
ellos es candidat@ a la presidencia de la República, pero existen y están
frente a nosotros, aunque de la manera menos esperada y más discreta, pero por lo que respecta
al premio, que quisiéramos en justicia para ellos por su conducta ejemplar, solo usted
puede juzgar.
Luis Gerardo Blanco Meza, es un joven nacido en San Gabriel,
Jalisco, precisamente el pueblo que se disputa con Sayula el lugar del nacimiento
del orgullo local y nacional: El escritor Juan Rulfo. En cuanto tuvo uso de razón y la
fortaleza suficiente, salió del pueblo dejando a padre y madre, viajó hasta Agua
Prieta a donde llegó el 11 de agosto del 2003 y por la frontera de Douglas
ingresó a Arizona, para de inmediato iniciar su vida laboral como un ilegal. En
2004 la suerte le esbozó una espléndida sonrisa cuando consiguió trabajo lavando
platos en el “Restaurante Mi Pueblo” en Petaluma, California,
gracias a que el propietario Sr. David Beatriz es un empresario restaurantero
nativo precisamente de San Gabriel.
En San Gabriel los padres de Luís y su hermano Pedro, daban
gracias a Dios, pues son personas profundamente creyentes, por la buena fortuna
de haber tenido un hijo y un hermano tan esforzado y trabajador, quien por su
parte se ganó el aprecio de su patrón hombre justo, que supo valorar el empeño
de Luís, quien estaba en la nómina e incluso fue solicitado para que obtuviera
la migración tomando en cuenta sus cualidades y juventud. Con su sueldo pudo
comprarse un automóvil, rentar un departamento en compañía de otros amigos ya
que el directamente no podía contratar por su estatus migratorio, además
puntualmente cada mes enviaba dinero a su madre para ayudarla en su manutención,
no tenía que hacerlo, pero lo hizo siempre de manera puntual, incluso se dio
tiempo para salir en alguna ocasión para visitar a sus padres y retornar.
Pero tanta felicidad, parece que despertó el celo de alguno
de esos chamucos envidiosos que por ahí andan, buscando víctimas entre los
mejores y más piadosos, así el 23 de abril del 2009, Luís recibió una llamada
telefónica desde su pueblo haciéndole saber que se padre Lorenzo Blanco acababa
de fallecer en el Hospital del Seguro Social en Ciudad Guzmán. En ese momento era poco
recomendable ir a México por lo difícil que sería regresar a Estados Unidos,
pues ya el formidable sistema de vigilancia norteamericano en su frontera la
hacía practicamente inexpugnable, pero a pesar de eso decidió hacerlo, su
patrón David Beatriz le dijo que él mismo acababa de pasar por ese mismo trance
y que comprendía su deseo de acudir a sepultar a su padre, así el 24 de abril
(un día después del fallecimiento de su padre) llegó a Guadalajara en el vuelo
directo de Mexicana de Aviación proveniente de Fresno California, asistió al
sepelio de su padre y el 13 de mayo tomó el vuelo 116 de Guadalajara a Tijuana.
En Tijuana en compañía de su amigo Bernardo Olivares
decidieron intentar cruzar por Tecate el mismo 13 de mayo, lo cual hicieron pero
fueron detenidos por la Border Patrol que los detuvo y los fichó el 15 de mayo
en San Diego California, expulsándolos por Tijuana. Se vieron obligados a
contratar los servicios de una banda de polleros, las cuales abundan en el
centro y zona norte de Tijuana, para ello fueron llevados el 20 de mayo a una
casa ubicada en Loma Dorada, un fraccionamiento de Tijuana, donde se
encontraron que la casa estaba llena de personas que esperaban pasar a Estados
Unidos durante esa noche, el costo oscilaba entre los 3 mil y 5 mil dólares.
En los primeros minutos del día siguiente, es decir una 5 horas después
de que Bernardo y Luís llegaron a la casa de los tratantes de indocumentados, se escucharon ruidos violentos y fuertes gritos, entonces entraron
policías federales, los cuales obligaron a los aspirantes a indocumentados a poner la cara contra el suelo,
cosa complicada por la cantidad de personas que ahí se encontraban, los policías
procedieron de manera sistemática a "bolsearlos" y a robarlos, quitándoles todo el dinero que
traían, así como los teléfonos celulares y de ahí los trasladaron a un hotel
desde donde operan las policías federales en Tijuana, de inmediato les tomaron las declaraciones a todos, excepto a los "polleros" que fueron
puestos en libertad, por lo que los policías debieron suplir a los "polleros" recién liberados, por “pollos” hasta completar el número de 14, pues según
la denuncia telefónica que recibieron, ese era el número de traficantes de
personas.
Para redondear la acusación, nuestros policías dijeron que dentro de la casa había
dos costales de mariguana. En tanto que Bernardo fue considerado “pollo”, Luis Gerardo Blanco Meza fue acusado de ser uno de los “Pollero” es decir uno de los traficante de indocumentados.
El Ministerio Público de la Federación tomó las declaraciones de todas las
personas haciendo rigurosos “copy/paste” y solo cambiando el nombre de los declarantes o de
los acusados, incluso los mismos errores se repiten en todas las declaraciones,
además de que se enredaron, por ejemplo a Luis Gerardo Blanco Meza le nombraron como
defensor al Lic. Luís Gerardo Blanco Meza, es decir a si mismo y quien según la constancia ministerial, fue quien lo asistió en su declaración ante la fiscalía.
Entre los documentos que portaba Luis Blanco Meza estaba su Pasaporte
Mexicano, su Visa Consular otorgada por el Consulado Mexicano de Fresno, California,
su credencial de elector, su licencia de conducir de Petaluma California, su
tarjeta de débito de Wells Fargo, su carnet de identificación del trabajo y del
estacionamiento en Petaluma, así como una imagen de la Virgen de Guadalupe, documentos todos que acreditan que vivía y trabajaba en Petaluma y que era originario de San Gabriel, Jalisco.
La consignación le correspondió por turno al C. Juez Sexto de Distrito en Tijuana, “Maestro” Pedro Cruz
Ramírez, pero al momento de tomar las declaraciones preparatorias de los indiciados,
en la Causa Penal 129/2009, entre ellos Luis Blanco Meza, también tomó la
declaración del testigo Bernardo Olivares quien a pesar de las dificultades, se
presentó valientemente ante el Juez de Distrito y relató que salió de Guadalajara en compañía de Luis
Blanco Meza y bueno ya sabemos el resto, pero nuestro maestro en derecho y juez decidió que a pesar de que todos los inculpados coincidieron en
señalar lo que ocurrió y a pesar de la declaración de Bernardo Olivares, quien exhibió además exhibió las
pertenencias de Luís y sus identificaciones, el Juez le decretó la formal
prisión por los delitos de violación a la Ley General de Población y por el
delito contra la salud y en un acto de democracia digna de una buena causa, también endilgó generosamente autos de formal prisión a todos los indiciados.
Dos años debió permanecer injustamente
en el Cereso de Tijuana Baja California, LUIS
GERARDO BLANCO MEZA, en condiciones
infrahumanas. Los reos pobres viven en barracas hacinados ocupando apenas una superficie de 30 cm2 por
persona, eso obliga a que disfruten del piso por turnos para dormir. La defensa solicitó y obtuvo
informes de la Border Patrol que exhibió la ficha elaborada por esa
dependencia norteamericana el 15 de mayo del 2009, en que constan fotografías de ellos y sus huellas dactilares, además precisa que fueron detenidos al entrar sin documentos
migratorios a Estados Unidos y fueron repatriados al día siguiente.
Se acreditó con los comprobante
originales las transferencias de dinero de la ciudad de Petaluma California,
efectuadas por LUIS BLANCO MEZA con domicilio en el No. 800 de Petaluma Blvd. N Petaluma Ca 94952 United
States, en favor de su madre la beneficiario No. 22438424 ESTHER MEZA YAÑEZ (madre de Luís) en SAN GABRIEL, JALISCO,remisiones desde la empresa norteamericana “VIGO MONEY TRNSFER” pagaderos en la “RED DE LA GENTE CAJA SOLIDARIA SAN GABRIEL; que dichas transferencias se efectuaron desde hacía varios años hasta marzo del 2009, días antes de que Luis ocurriera a Mexico al sepelio de su padre. Esto se formalizó mediante reconocimiento de documentos
ante el Juez penal, quien en auxilio de la justicia federal recibió las declaraciones de los apoderados legales de la “RED DE LA GENTE CAJA SOLIDARIA
SAN GABRIEL, en San Gabriel, Jalisco.
Desde luego se exhibió el acta de defunción certificada de
Lorenzo Blanco padre de Luís, en la misma fecha que se había precisado que falleció y concordante con los viajes de Luís, también
se exhibieron los comprobantes de los dos vuelos, tanto el de Fresno a
Guadalajara que no pudo ratificarse porque estaba en crisis Mexicana de
Aviación, pero Aerovias de Mexico (AEROMEXIO) sí informó que Luís viajó de
Guadalajara a Tijuana, en la fecha indicada en compañía de Bernardo Olivares.
Desde luego que Bernardo Olivares debió dejar su vida para
trasladarse a Tijuana a declarar ante el Juez relatando pormenorizadamente todo
el viaje su amistad con Luis en San Grabriel. Todo el pueblo de San Gabriel en carta pasada ante la fe del
Presidente Municipal y de su Secretario, afirmaron sobre la calidad moral de
Luís, sobre su residencia en el pueblo y sobre su viaje atrabajar a Estados Unidos, se enviaron fotografías de Luis en su visita al pueblo durante el sepelio,
fotografías de personas que lo habían captado en otras épocas o en las fiestas
del pueblo a su santa patrona, en años anteriores.
Mediante exhorto declararon los "pollos" liberados, diciendo fueron obligados por los policías y por el Ministerio Público de la Federación a firmar sin leer sus declaraciones, bajo la amenaza de que en caso de no hacerlo, serían procesados como "polleros" en lugar de los acusados,
todos coincidieron en que fueron coaccionados y en que todo fue una corruptela.
En Petaluma California, todos sus compañeros de trabajo
fueron ante un notario público y exhibieron sus identificaciones consulares,
sus credenciales de elector, de conductores de automovil expedidas en Pelatuma, anexaron fotografías de
celebraciones en el negocio donde aparecía Luís Blanco Meza, se exhibieron los
comprobantes fiscales del pago de sueldos de Luís en el restaurante "Mi Pueblo", comprobantes del
pago de su vehículo en aquella ciudad y finalmente dos años después, otro juzgador, ahora el Secretario en funciones de Juez -pues corrieron al "maestro" Pedro Cruz- le
decretó su libertad, con él salieron todos los demás procesados.
A pesar de todo esto Luís veía todo con optimismo, enseñó a
leer sus compañeros que no sabían hacerlo, les leyó las novelas de Pedro Paramo
y El llano en llamas, les explicó pasajes bíblicos, compartió con sus compañeros de celda el agua que escaseaba y el pan, hizo amigos en la peor de todas las desgracias, lejos de
su familia y en la pobreza, cuando salió lo despedí rumbo a su casa en San Gabriel, su madre desfallecía de dolor.
El corolario, bendito sea Dios que esta es una historia con un corolario digno de ser contado, es que Luís intentó de nueva cuenta ingresar a
Estados Unidos, ahora ya no por Tijuana, sino por Sásabe, Sonora, pero con mala suerte,
pues fue detenido en territorio norteamericano, en la estación migratoria procedieron a ficharlo y le preguntaron su nombre; Luís Gerardo Blanco Meza, pero pocas horas después regresaron los agentes de la Border para
interrogarlo de nueva cuenta:
¿Pasaste ilegalmente a Estados Unidos en 2009?
Sí
¿Por qué?
Aquí Luis relató todo lo que pasó y que ya conocemos. Entonces le informaron:
“Te informamos que has sido aprobado para recibir la Residencia
permanente y para trabajar en Estados Unidos, pero al haber abandonado el país,
tu caso está en manos de un Juez de Migración, si deseas puedes renunciar a ese
derecho y te repatriaremos por la frontera a México, pero si lo deseas, también
puedes pedir una audiencia con el Juez de migración.”
“Abogado, soy Juez de Estados Unidos y mi obligación es con este
país y no estoy para darle gusto a usted o acomodarme a lo que su cliente pueda
reunir, debo fijar la fianza en atención a la gravedad del caso y a las
particulares condiciones del solicitante y escuchando al fiscal federal en su inconformidad. Por eso le fijo a Luís Gerardo Blanco
Meza, la garantía de 2 mil dólares, los cuales podrá depositar en cualquier
momento” Entonces el Juez si dirigió a Luís en español y
le dijo “Anda Luís, a trabajar” y le sonrio al momento en que ordenaba: “El siguiente
caso”.
Este día, en que llegas a este párrafo, Luis
Gerardo Blanco Meza, hijo, hermano y amigo, originario del pueblo de San Gabriel, está trabajando como mesero en el Restaurante “Mi Pueblo” en Petaluma
California, no sé qué haya en el Menú de su corazón, pero estoy seguro de que el resentimiento no tiene cabida.