Todavía la luz del Sol no despunta en el horizonte, todavía los
silencios y sonidos de la noche lo envuelven todo, cuando como si fuera impulsado
por un resorte me levanto y unos minutos después, me sumerjo en la Selva Azul
de Twitter. A veces en ella llueve a torrentes, en otras ocasiones apenas es una suave llovizna la que moja a la jungla; Me dejo llevar por sus
caudalosos ríos, llenos de accidentes, de cascadas inesperadas, pero también de
lagos de aguas tranquilas. Esta jungla azul es el hábitat de especímenes tímidos
y curiosos que se deslizan evitando tocar siquiera la maleza, sin atreverse a
probar sus frutos y que solo la contemplan absortos, otros en cambio son
depredadores que buscan presas entre los más débiles y corren entre su flora y
fauna haciendo el mismo ruido que un jauría hambrienta, también existen otros
que se suben a un punto alto desde el cual atisban sin moverse, dejando que
aquella amazonia se muestre indómita pero sin siquiera rasguñarla, algunos habitantes aparentando inocencia son aves de presa, bien dispuestos a saltar sobre cualquier desprevenido.
Llegué a Twitter huyendo de Facebook, porque sus páginas
amistosas, lentas, ideales para el conversar bajo el helado Sol digital, me estaban
matando de aburrimiento, de cuando en cuando una bestia salvaje inesperadamente
se colaba entre los senderos de Silicio y llegaba atronando con todos sus
ruidos, batiendo las palmas, mostrando sus garras, dando aullidos y tirando
tarascadas a diestra y siniestra, para que al poco tiempo muriera de tirisia,
de aburrimiento, de flojera. Afortunadamente Blogger de Google me dio una
hermosa parcela para que la cultivara con las flores y los animales no de mi
agrado, sino de mi creación, ahí a diario los visito desde entonces, pero al
ser la obra de mi propio capricho, no me deparaban sorpresas ni misterios, es
un edén sin adanes ni evas rebeldes, sin astutos jacobos, sin vengativos hamlets,
sin herejes, sin nada que no sea lo que yo mismo soy, precisamente porque www.aquimero.blogspot.com es mi
creación, no me depara el placer de la cacería, del acecho, del combate, no me
hiere, ni me permite herir, simplemente porque soy yo.
Admiro casi como al verdadero creador, a los inventores de
Twitter, que en el cosmos cibernético, atestado de millones de creaturas
virtuales, de páginas, de programas, concibieron a este paraíso salvaje y al
mismo tiempo culto, desconocido y a la vista, que es la Selva Azul, porque aquí
a cada instante surge una sorpresa, descubro una apetitosa presa o una bestia
feroz e irracional me persigue tenazmente, en ella he encontrado el cubil donde
pernocto lamiendo mis heridas, rodeado de otras personalidades con las que en
ocasiones buscamos ideas para alimentarnos de ellas, para digerirlas, para
transformarlas o para sepultarlas, por desgracia no solo hay ideas en cada
usuario, a veces no son seres sino entes cibernéticos, maquinas repetidoras de “trends topics” o máquinas de Java, que son y se comportan como infranqueables
dinosaurios que retwitean una sola instrucción que a su vez rebota en su minúsculo
cerebro.
En fin, cuando llega el momento de "ser" en el “Mundo
real” y salgo a disfrutar el Sol de Helio, procuro olvidar que ahora conozco al
detalle las últimas noticias, incluso horas o días antes de que estas se divulguen,
que conocí a interesantes representaciones virtuales de personas seguramente
más interesantes, que vuelvo a confirmar que nadie en el mundo es como yo soy,
que lamentablemente muchos están infectados por el deseo de ser reproducciones clónico mentales de otros y que realmente desean repetir consignas maquinalmente,
quiero olvidar los feos adjetivos que a pulso me gano a diario y espero que los
que endilgué a otros, no los marque en su vida, procuro recordar que con otros
coincidí y compartí, precisamente, lo que es la esencia de Twitter: Las ideas y
su debate, la proclamación de que solo es fanático el que acusa a otro de
serlo, de que solo es libre el que se atreve a serlo, de que en el mundo virtual
todos somos realmente iguales y sin embargo al recordar esa tormenta de twits,
de retwits, de enlaces, de bloqueos, de noticias y de humanidad contenida, deformada, afinada o liberada, confirmo que nacimos para vivir en este mundo amarillo y al mismo tiempo en nuestras antípodas,la azul selva de Twitter.
POR ANTONIO LIMON LOPEZ