José Ignacio Sánchez Galán, Presidente de Iberdrola, nombró al expresidente de México Felipe Calderón como Consejero de Avangrid, que
es la filial norteamericana de la multinacional española. Iberdrola sin que nadie se lo preguntara se
justificó diciendo que el expresidente ya puede ser contratado por cualquier
empresa del mundo, conforme a las leyes mexicanas, y que además será
consejero no en México, sino en Estados Unidos donde el expresidente carece de influencias de
cualquier tipo.
¿Por qué Felipe Calderón fue nombrado Consejero
de Avangrid? Hasta donde se sabe es un abogado con nula práctica profesional en
su carrera universitaria, pues en realidad se ha dedicado a la política y a la
corrupción durante toda su vida. No ha escrito nada sobre generación eléctrica,
y durante su gestión la paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE)
siguió con su paso decadente, solo apalancada en el Erario Nacional y en el sufrido pueblo de México que paga las tarifas más caras del mundo.
Nada hizo contra los líderes corruptos de los sindicatos nacionales de PEMEX y de la CFE, a los que premió con más poder, seguramente a
cambio de dinero. Es claro que en materia de energía eléctrica Felipe Calderón
sabe lo mismo que Enrique Peña Nieto de la gran litaratura rusa del siglo XIX.
No, Iberdrola no necesita del consejero en mañas
y prácticas corruptas en que sí es experto Felipe Calderón, no lo necesita ni
en Estados Unidos ni en ningún otro lugar del mundo. El chayote que recibirá
Felipe Calderón de Avangrid-Iberdrola le
permitirá seguir sosteniendo la campaña de su esposa la Sra Margarita Zavala de
Calderón, que tiene la encomienda de llevar a su esposo de nuevo a Los Pinos.
Tampoco es que Felipe Calderón necesite de ese
dinero sucio para vivir, pues recibe una gran Pensión Presidencial, que incluye
sostener a un batallón del ejército a su servicio y a una corte de parásitos que
sirven al ex presidente como si fuera un faraón, y donde están en la nómina
desde empleadas domésticas, y hasta el tinterillo que le escribe sus aburridos discursos.
Mal, muy mal, pero eso no es todo, pues como es obvio, vamos de mal
en peor.
Por Antonio Limón López.