El 15 de julio miles de militares, incluyendo a las
fuerzas motorizadas de tierra, y al brazo aéreo de Turquía iniciaron un golpe
de estado, siguiendo las reglas inventadas por el creador del género León Trotsky,
por cuyo genio Lenin se apoderó de Rusia y magnificado por Costa Gravas en su
película “Golpe de Estado”.
Sin embargo, los medios de comunicación extranjeros
de inmediato empezaron a transmitir imágenes y videos de lo que ocurría, en el
espacio Rusia retransmitió desde sus satélites tipo Tundra la información de sus
agencias sobre el mismo territorio turco, el Presidente del impronunciable
nombre Recep Tayyip Erdogan, sorprendido
en su primera declaración le restó importancia, suponiendo que era una
información exagerada la que recibía, pero al constatar los pasos seguidos por
los militares alertó a la población y desde un IPhone y utilizándola aplicación
“Face Time” le pidió al pueblo turco que saliera a las calles a defender su Democracia,
que se arrojaran al paso de los tanque para impedir su marcha, que bloquearan a
los militares, también exhortó a los militares a no disparar sobre el pueblo
turco.
El cerco informativo fue vencido por satélites de
la Unión Europea y por el llamado terminante de Estados Unidos a resolver pacíficamente
cualquiera que fuera el problema. CNN cumplió el papel de protagonista en todos los eventos, a pesar de que fue tomada por el ejército, pero se las ingeniaron para seguir transmitiendo.
En cuanto las voces de alerta llegaron al
pueblo, este reaccionó airadamente, salió a las calles portando la bandera de
Turquía, y de ahí a poner alto al avance militar, los militares no fueron contenidos
en barricadas de cuerpos humanos, armados con palos, banderas y a puño limpio
contuvieron al paso de los golpistas, hasta que Turquía como una sola retomó su
propio poder y los golpistas fueron reducidos, detenidos, puestos en desbandad,
los aviones regresaron a su bases, el Bósforo volvió a estar en posesión de su
pueblo y los guardianes de los medios de comunicación fueron detenidos,
golpeados y humillados.
Erdogan no dejó de mencionar como eje de su
justificación a la DEMOCRACIA, lo hizo sin el escepticismo de pueblos más
civilizados como el mexicano, donde la palabra democracia suena a burla, a vil
estafa, a justificación de pillos, a escudo de hampones, donde la palabra
ejército y policía federal suena a asesinos, matones, brutos.
Me pregunto ¿Qué ocurriría en México si de la
noche a la mañana se orquestara un golpe de estado? ¿Qué haríamos los
mexicanos, qué haría nuestro gobierno de farsantes? Las respuestas son varias
pero más o menos iguales: Sí el ejército prometiera freír a la clase política
mexicana, el pueblo saldría a poner flores al paso de los tanques; Sí el presidente
pidiera al pueblo salir en defensa de la “democracia mexicana” recibiría de
inmediato una tomatiza marca monumental, además de la acostumbrada rechifla y
recordatoria maternal.
No creo que Enrique Peña Nieto ni ninguno de los
dirigentes de los partidos políticos se atreviera a pedirle al pueblo salir a
contener a los militares, estoy seguro que al contrario les dirían que contaban
con su apoyo incondicional.
Por Antonio Limón López.