Después de una visita a Venezuela, Felipe Calderón fue entrevistado sobre las acusaciones que Maduro le lanzó de promover una intentona golpista contra su gobierno, pero la entrevista tuvo un inesperado giro, Felipe Calderón, al fragor del fraseo sentenció al Partido Acción Nacional (PAN): “Hay que reconstruir al PAN ... Si el PAN no es un instrumento de participación ciudadana, como no lo es ahora, hay que hacerlo otra vez, ... Pero si ya no puede serlo, entonces sí creo que hay que buscar otra opción política”.
En el PAN la ocurrencia cayo como una bomba, en primer lugar porque Felipe Calderón fue presidente de ese partido, fue presidente de la república gracias al mismo partido y cuando menos fue su amo y señor entre 2006 y 2010, además entre 2010 y 2012 compartió el poder partidista con Gustavo Madero.
Es comprensible la irritación de Felipe Calderón, pues desde el 1 de diciembre del 2012 en que abandonó la presidencia de la república, Felipe Calderón y sus cómplices han sido progresivamente borrados del mapa del poder partidista, en el último escarceo los maderistas le jugaron el dedo en la boca a Calderón con la candidatura de Margarita, a quien su esposo expuso y los maderistas humillaron públicamente.
Los pocos “calderonistas” que quedan están aterrorizados, aprueban a su ex patrón, pero lo hacen en silencio, en tanto que sus enemigos, los maderistas, aprovecharon la declaración de Calderón para sugerirle, en grado de exigencia, que renuncie al partido, así lo hizo el mismo Gustavo Madero, y con él lo hicieron vociferando sus abyectos lacayos, muchos de los cuales fueron “calderonistas” hasta el último día en que Calderón fue presidente de la república y ahora escupen su nombre.
Esto nada tiene de extraño, en el PAN de hoy nadie piensa por su cuenta y menos se sostiene con hombría. Gustavo Madero fue también otro de los lacayos del entonces soberbio y despótico Felipe Calderón y por la vía del arrodillamiento logro convencer a Calderón de que le seria fiel como un perro y por eso Calderón toleró que fuera presidente del partido, de haber sabido que la criada le resultaría respondona, Gustavo Madero no habría llegado al sitial que hoy ocupa.
Felipe Calderón ha sido humillado, a su esposa no le dieron una diputación plurinominal, a su esbirro Ernesto Cordero lo ridiculizaron y rechazaron como aspirante a jefe del partido, y a quienes fueron sus aliados, el pérfido Madero los sedujo con diputaciones, chambas, premios y los convirtió en sus peores enemigos. Pensando las cosas con calma, es correcto que Felipe Calderón se vaya en este momento del PAN pero no por lo antes relatado, sino porque Felipe Calderón fue quien corrompió al PAN, quien lo degradó con el amiguismo, con los dedazos, con las designaciones e imposiciones, quien lo convirtió en pandilla, en mafia, en vil lupanar.
Si, Felipe!, hazle caso a Madero, lárgate, pero no solo, llévate a Margarita, a tu parentela de arrimados y amigos chupasangre, sanguijuelas y arrastrados, llévate a Roberto Gil, a Ernesto Cordero, a Cesar Nava, a German Martínez, a Juan Manuel Oliva, a la Cocoa. A todas esas pestes políticas y humanas, llévatelas, a vivir de lo que lucraron con el Erario nacional, o a fundar otro partido, pero lárgate YA!
Ahh! También, y ya que de limpieza se trata, llévate del PAN a Gustavo Madero que es otra lacra idéntica a ti, y a su compinches espantosos, dedicados al “moche” a la ratería y al trastupije. Sí Felipe, llévate a los “maderistas” como Moreno Valle, Padrés, y a todos, toditos los maderistas que son pura basura. Si vete con todas las sabandijas calderonistas y maderistas que infectan al PAN.
Por Antonio Limón López.
En el PAN la ocurrencia cayo como una bomba, en primer lugar porque Felipe Calderón fue presidente de ese partido, fue presidente de la república gracias al mismo partido y cuando menos fue su amo y señor entre 2006 y 2010, además entre 2010 y 2012 compartió el poder partidista con Gustavo Madero.
Es comprensible la irritación de Felipe Calderón, pues desde el 1 de diciembre del 2012 en que abandonó la presidencia de la república, Felipe Calderón y sus cómplices han sido progresivamente borrados del mapa del poder partidista, en el último escarceo los maderistas le jugaron el dedo en la boca a Calderón con la candidatura de Margarita, a quien su esposo expuso y los maderistas humillaron públicamente.
Los pocos “calderonistas” que quedan están aterrorizados, aprueban a su ex patrón, pero lo hacen en silencio, en tanto que sus enemigos, los maderistas, aprovecharon la declaración de Calderón para sugerirle, en grado de exigencia, que renuncie al partido, así lo hizo el mismo Gustavo Madero, y con él lo hicieron vociferando sus abyectos lacayos, muchos de los cuales fueron “calderonistas” hasta el último día en que Calderón fue presidente de la república y ahora escupen su nombre.
Esto nada tiene de extraño, en el PAN de hoy nadie piensa por su cuenta y menos se sostiene con hombría. Gustavo Madero fue también otro de los lacayos del entonces soberbio y despótico Felipe Calderón y por la vía del arrodillamiento logro convencer a Calderón de que le seria fiel como un perro y por eso Calderón toleró que fuera presidente del partido, de haber sabido que la criada le resultaría respondona, Gustavo Madero no habría llegado al sitial que hoy ocupa.
Felipe Calderón ha sido humillado, a su esposa no le dieron una diputación plurinominal, a su esbirro Ernesto Cordero lo ridiculizaron y rechazaron como aspirante a jefe del partido, y a quienes fueron sus aliados, el pérfido Madero los sedujo con diputaciones, chambas, premios y los convirtió en sus peores enemigos. Pensando las cosas con calma, es correcto que Felipe Calderón se vaya en este momento del PAN pero no por lo antes relatado, sino porque Felipe Calderón fue quien corrompió al PAN, quien lo degradó con el amiguismo, con los dedazos, con las designaciones e imposiciones, quien lo convirtió en pandilla, en mafia, en vil lupanar.
Si, Felipe!, hazle caso a Madero, lárgate, pero no solo, llévate a Margarita, a tu parentela de arrimados y amigos chupasangre, sanguijuelas y arrastrados, llévate a Roberto Gil, a Ernesto Cordero, a Cesar Nava, a German Martínez, a Juan Manuel Oliva, a la Cocoa. A todas esas pestes políticas y humanas, llévatelas, a vivir de lo que lucraron con el Erario nacional, o a fundar otro partido, pero lárgate YA!
Ahh! También, y ya que de limpieza se trata, llévate del PAN a Gustavo Madero que es otra lacra idéntica a ti, y a su compinches espantosos, dedicados al “moche” a la ratería y al trastupije. Sí Felipe, llévate a los “maderistas” como Moreno Valle, Padrés, y a todos, toditos los maderistas que son pura basura. Si vete con todas las sabandijas calderonistas y maderistas que infectan al PAN.
Por Antonio Limón López.