Nada hay tan cobarde y ruin como
hacer leña del árbol caído, y eso fue precisamente lo que vino a hacer Juan José Rodríguez
Prats en su reciente visita a Baja California. Acudió en apoyo a la candidatura del títere calderonista Ernesto Cordero y sin
provocación alguna, ofendió a Ernesto Ruffo Appel quien fuera en 1989, el primer
gobernador del PAN. Ernesto Ruffo Appel ganó la elección para senador en 2012, cierto que lo hizo con apenas un puñado de votos de ventaja, pero la ganó, cosa de la que no pueden presumir ni Rodríguez Prats, ni Ernesto Cordero.
Cierto es que Ernesto Ruffo Appel
no apoya a su tocayo Ernesto Cordero, la razón deviene de 1996, cuando Ruffo apenas había entregado la gubernatura a su sucesor el también panista Héctor Terán Terán. En ese año había concluido la gestión de Carlos Castillo Peraza al frente del PAN y se convocó para elegir al nuevo dirigente nacional del partido. Felipe Calderón que se lanzó de inmediato le ofreció a Ruffo Appel la Secretaría
General, cosa que aceptó gustoso el bajacaliforniano, pero por
desgracia “se le subieron los humos a la cabeza” y en un acto de traición
inaudita, se volteó contra Felipe Calderón que la había tendido la mano y lo enfrentó por la dirigencia nacional del PAN. La fea decisión de Ruffo
Appel ha tenido un costo elevadísimo para él, pues por ella perdió la dirigencia
nacional en 1996, y se ganó a un enemigo feroz e implacable como lo es Felipe
Calderón Hinojosa.
Entre 1996 y 2011, toda tentativa
empresarial -no hay que olvidar que Ruffo Appel es un activo traficante de
influencias- (ejemplo es el desafortunado proyecto multimillonario del Puerto
de Punta Colonet en Ensenada, que el presidente Calderón hundió solo para saciar
su sed de venganza) resultó en un fracaso tras otro, por lo que ante el temor a Felipe Calderón el ex gobernador se trasladó
a vivir a San Diego, California.
Pero llegado el ocaso del calderonismo,
Ruffo Appel que ha vivido de la generosidad de sus amigos, logró convencer al comité
estatal del PAN para que le armaran una candidatura tipo PRI, evitando que se
inscribieran otros precandidatos y así fue como obtuvo su candidatura y así llegó
al senado. No fue un éxito su candidatura, pues Josefina perdió en el estado.
Como consecuencia de todo lo anterior, Ruffo Appel está
completamente solo en el senado, no solo por la recíproca animadversión entre él y Felipe
Calderón, sino porque Gustavo Madero que es el clón perfecto de Felipe
Calderón, no acepta a nadie que no le rinda absoluta pleitesía y sumisión, en
este sentido Madero sabe que Ruffo Appel lo desconocería en cuanto tuviera la
primera oportunidad, así que al pobre de Ruffo Appel lo tienen relegado también
los maderistas. Su única esperanza fue Josefina Vázquez Mota que amenazó con
inscribirse, pero solo fue un ardid para negociar su diputación "pluri" para
el 2015 y su senaduría de partido para el 2018, las cuales ya amarró al retirarse de la actual contienda y dejar a Ruffo "colgado de la brocha".
Juan José Rodríguez Prats es, por
su parte, un trepador de segunda categoría, que le entró al PAN cuando este ya
había ganado tres gubernaturas y estaba a punto de ganar la presidencia
de la república. Rodríguez Prats llegó al PAN con la gran marea de arribistas, cuando la mesa estaba servida, en 1994 fue candidato a gobernador del PAN en Tabasco, el PAN en premio por tan pobre servicio le regaló una diputación federal "pluri" de 1997 al 2000, y una senaduría a dedo del 2000 al 2006, y el insaciable exigió y logró una diputación "pluri" del 2006 al 2009. Antes ya había sido diputado federal por su partido el
PRI, entre 1991 y 1994.
Este "pansista" por conveniencia y perenne
vividor de la política, descubrió que la nueva generación de panistas está
formada por papanatas y trepadores como él, por lo que se siente muy cómodo y con
méritos para simular ser un "ideólogo del PAN" e incluso para darse aires de Torquemada,
pues ya condenó a Diego Fernández de Cevallos, (Sabe que esta fuera del
poder), a Felipe Calderón (Apestado) a quien critica ahora, pero contra el
que nunca levantó su voz cuando era presidente de la república.
Astuto y calculador ahora la agarró
contra el pobre de Ernesto Ruffo Appel a quien conminó en Baja California “!Que (Ruffo Appel) se
calle esto es cosa de hombres!” y es que Rodríguez Prats espera que con semejante mamarrachada le obsequien una diputación pluri para el 2015 y una senaduría de partido para el 2018. Esta sanguijuela no da paso sin huarache.
Por desgracia Ruffo Appel se quedo callado, ya no es aquel valiente de 1986 que enfrentó a un priismo criminal, que puso en riesgo a su familia y a su propia
vida y que triunfó con dignidad y valor. No, Ruffo Appel no es ni el de 1986, ni
el de 1989, tampoco el PAN es el mismo, ahora el pobre de Ruffo Appel se conforma con que lo dejen cobrar tranquilo
su cheque como senador de esta república bananera.
Nada hay para presumir en toda esta corte, pero entre Rodríguez Prats y el alicaído Ruffo Appel, le voy mil millones de veces más a Ernesto Ruffo Appel que al bicho oportunista de Juan José Rodríguez Prats.