Tijuana se encuentra a 2.320 km de distancia del Distrito Federal,
ninguna otra ciudad mexicana esta tan alejada del centro político de México, en
1989 la distancia era exactamente la misma en kilómetros, pero el 2 de julio de
ese año, políticamente fue una distancia mucho mayor; mientras que todos los
estados de la república estaban en manos del PRI, en Tijuana se formó un
movimiento juvenil, democrático y radical que aspiraba a alejar totalmente a
Baja California del centralismo antidemocrático priista que tenía por eje al
Distrito Federal.
Esta revolución no solo quería desligarse del centralismo
adoptando fervorosamente al federalismo, también quería practicar la
democracia, algo totalmente impensable en un país que había convertido al
Fraude electoral en la principal institución política mexicana. El fraude en
las elecciones era una de las expresiones de un sistema político fundado realmente
en la simulación, que se extendía a todos los aspectos de nuestra realidad
social, desde el discurso político, a la enseñanza de nuestra historia, que era
el lenguaje común a las cámaras empresariales y a los sindicatos, a las
universidades, que era el código secreto que explicaba a nuestra constitución
política, al sistema de justicia, a las relaciones internacionales de México. Era
un sueño idealista, pero durante ese domingo 2 de julio los bajacalifornianos creyeron
que estaban transformando su propia utopía en una realidad.
Las condiciones eran ideales para ello, en enero de 1989 murió Hiroito
el último de los aliados políticos y militares del nazismo, fue el año de las
protestas democráticas y pacíficas en la plaza china de Ti An’men, el 4 de junio de ese año dos divisiones del poderoso “Ejército
Popular de Liberación” de la república (también) “Popular China” masacraron al
menos, según la propia versión de Pekin, a cuatrocientos manifestantes, su
líder fue el joven Wang Weilin, quien fue fusilado el 9 de junio por un pelotón
del tercer ejército mundial, según el gobierno chino estaba confeso de atentar
contra el gobierno del pueblo, no aceptó juicio, ni nombró defensor. Eran
tiempos de esperanza en un cambio radical en favor de la democracia en el mundo,
en 1980 un obrero Lech Walesa y el sindicato Solidaridad, lograron poner fin a
la tiranía que oprimía al país desde el término de la Segunda Guerra Mundial.
La misma Unión Soviética se conmovía ante las reformas económicas
y políticas implementadas por Mijaíl Gorbachov, en tanto en Europa, millones de
jóvenes dentro de las llamadas repúblicas socialistas se planteaban
abiertamente la exigencia de un mundo donde las “odiadas” libertades burguesas,
como los derechos humanos, fueran comunes a todos los pueblos del mundo y donde
en cualquiera de estos se pudiera elegir libremente a sus gobernantes. Fue,
probablemente la última época de la humanidad en que existió la esperanza de conquistar ideales
universales. Estos hechos que conmocionaron al
mundo, fueron un poderoso acicate a los jóvenes panistas de Baja California que
en las paredes de los comités de campaña pegaron la fotografía del joven chino
que obligó a un tanque de guerra a cambiar su rumbo.
Es cierto que vistos esos anhelos con los ojos de hoy, esa ensoñación
democrática y federalista de cuño liberal parece no solo una utopía, sino un
desvarío. El México de hoy esta centralizado en las manos de solo tres
dirigentes nacionales de “partidos políticos” que son quienes en realidad legislan,
al tiempo que diputados y senadores, en lugar de legislar, se disputan como
carroñeros los dineros de las cámaras; donde todos los partidos “designan” candidatos
entre los más serviles o bellacos de sus agremiados.
Sin embargo, la fantástica victoria de las elecciones del 2 de
julio de 1989, alcanzó su clímax el martes 4 de julio cuando el líder del PRI,
Luís Donaldo Colosio Murrieta anunció a las 18:00 horas de Tijuana: “..reconocemos
también, que en Baja California las tendencias no son favorables al PRI..” Esas
palabras inéditas en la historia de México, inauguraron la fiesta cívica más
emotiva jamás presenciada, los automovilistas empezaron a sonar sus cláxones,
los ciudadanos salieron a la calle a saludar a sus vecinos y a felicitarse, también
presenciaron los desfiles de turbas cívicas que proclamban el advenimiento de
la democracia, las calles del centro de Tijuana se convirtieron en una romería.
El dirigente panista Don Salvador Rosas Magallón, quién fue acusado en 1960 de
haber tomado el submarino de guerra norteamericano “Nautilus” para disparar contra Baja California, y contra quien se libraron inumerables ordenes de aprehensión, pero que se había convertido en el “Abogado del pueblo” a pesar de todo
tipo de ofensas y agravios que le propinaban a diario desde las ocho columnas de los diarios
regionales, excepto el Zeta, donde escribía, ahora al amanecer del 5 de julio fue considerado por la prensa como el Ghandi
mexicano.
Por desgracia mientras mas alto se llega, mayor es el golpe que se
recibe en la caída, el gobernador electo Ernesto Ruffo Appel fue un pelmazo
indigno del enorme papel de reformador político que la caprichosa fortuna
depositó en él, se convirtió en otro gobernador salinistas del montón, estuvo a
punto de ser detenido por su pasión mayor, los narcotraficantes. En octubre muere
en circunstancias sospechosas Manuel de Jesús Clouthier con lo que el PAN quedó
en manos de una generación de políticos mediocres, entre los que destacaba Vicente
Fox Quesada que resultó ser un simple idiota.
En pocos años el PAN abandonó su raíz democrática y se convirtió
en un club de “distinguidos” pelafustanes que resultaron ser otra estirpe de
ladrones y de ineptos, a la postre el PAN imitó al PRI e incluso este fue el
partido desde el cual se importaron a políticos infames que trajeron todas las
mañas y malos hábitos del priismo al seno del PAN. A pesar de este chapuzón del
PAN en la fosa séptica de nuestra política tradicional, el pueblo de Baja California ha
seguido conservando lealtad al PAN de los sesenta, al que se enfrentó a la tiranía,
al PAN del olvidado Salvador Rosas Magallón y de otros héroes civiles que están
en el anonimato, pero que sacrificaron su patrimonio y a sus familias por un
México federal y democrático que se nos escapó entre los dedos.
En 1989, Francisco “Kiko” Vega, ahora el candidato del PAN
electo gobernador el pasado 7 de julio, era ya un empresario exitoso de Tijuana
gracias a un afortunado matrimonio, durante esa campaña no movió un dedo públicamente
en favor del PAN, en esa época los empresarios astutos y calculadores no se
acercaban al PAN pero ni de broma. Una vez consolidado el triunfo del PAN, la
cosa fue diferente, a Kiko Vega le salió lo panista. El panismo en Baja
California atrajo a toda suerte de trepadores, empresarios aburridos, izquierdistas
enamorados del presupuesto, priistas acomodaticios, periodistas astutos,
celebridades de la nota roja y una larga lista de conversos dispuestos a
servirse a cuatro extremidades en el banquete.
En las elecciones intermedias de 2010, José Francisco Blake Mora
logró arrebatarle al capo “panista” de Tijuana Chuy González la imposición del
candidato a alcalde de Tijuana, Blake desde la nómina del gobierno del Estado y
del municipio de Tijuana, impuso a Carlitos Torres el ahijado de Felipe
Calderón, las astutas maniobras le hicieron ver que él mismo podría ser el
candidato en 2013. En las elecciones del 4 de julio del 2010 el PAN fue borrado
del mapa por los priistas, que ganaron todos los municipios del estado, por
ello Blake designó delegado de SEDESOL a Carlitos Torres con la misión de
inflar el padrón panista con beneficiarios de los programas de combate a la
pobreza a cargo de la dependencia federal y gracias a su desempeño en el manejo
electoral, el presidente Felipe Calderón lo nombró Secretario de Gobernación,
con la finalidad de orquestar la designación o imposición de la candidatura de
Ernesto Cordero.
La muerte de Blake dejó una herencia, el número de votos
suficiente para imponer en Baja California al candidato del PAN en 2013, los
electores provenientes de los programas de desarrollo social federal y estatal
eran votantes seguros, no se dejarían influir por discursos políticos de
ninguna especie, estaban para votar por quien les dijeran los señores de los
cheques de SEDESOL. Kiko Vega nunca hubiera sido candidato a gobernador, de
hecho todo su grupo ya estaba extirpado del PAN, Ricardo González Cruz, Roberto
Lau ya estaban con un pie en el antipanismo, incluso fueron candidatos por el
Movimiento Ciudadano este 2013. Carlos Torres se quedó con los panistas
sedesoles y los negoció con Kiko Vega para que este ganara la candidatura del
PAN para gobernador. Así fue.
La contienda entre el PAN y el PRI, con sus aliados de
conveniencia, fue un estercolero, no hubo ni una sola idea a debate, las
propuestas fueron puntadas y las promesas simples ofrecimientos imposibles, finalmente los
electores con un raquítico margen del 3% favorecieron al PAN, esto en medio de
un abstencionismo del 61%. En 2007 votamos 854,420 electores, en 2013: 832,125;
en 2007 el PAN obtuvo 430,340 votos, en 2013: 392,545; pareciera que el estado
no creció, sin embargo se agregaron 400 mil jóvenes en ese período que el 7
de julio votarían por primera ocasión; el actual gobernador José Guadalupe
Osuna Millan ganó con un margen de 53 mil votos, Kiko supera faltando el 2.2 %
del PREP a su contendiente del PRI por apenas 25,439 votos. Crecieron los votos
nulos 26,472, el Movimiento Ciudadano obtuvo más del 5% de los votos, algo
histórico y el PRD logró como los restantes remedos de partidos políticos
conservar su registro estatal, el cual habría perdido en caso de no aliarse en
las elecciones, es el gran ganador.
Lo que nos enseña la experiencia es que el mejor momento de los
candidatos es …. Cuando son candidatos, porque en cuanto asumen el gobierno se
van por la libre. En lo político la herencia del PAN esta sepultada, no podemos
esperar sino más centralismo, antifederalismo y prácticas antidemocráticas prohijadas por los dirigentes nacionales del PAN y sus verdaderos aliados del PRI, VERDE, PRD, PT, PANAL, MC y los que se apunten con registro. La
simulación seguirá reinando en este pobre país y Baja California solo representa un sueño irrealizable, una utopía imposible, una promesa traicionada....Un desvarío.