Sobrino nieto de Francisco Ignacio Madero, el mártir de la Democracia que fue
asesinado en nuestra revolución, Gustavo Madero Muñoz es un caso emblemático de
la contradicción política nacional, que por cierto no es privativa de nuestras
instituciones, sino característica de las personas de carne y hueso, incluyendo
a nuestros dirigentes, a nuestros pensadores, en pocas palabras a todos, desde
el pícaro de la esquina hasta aquellos que son nuestros más preclaros prohombres.
Como dirigente nacional del Partido Acción Nacional visitó Baja California el 23 de octubre
recién pasado, para entrevistarse con los ante-pre-candidatos a la gubernatura
del estado, vino acompañado de su séquito de turistas y de su infaltable
encuesta realizada por la misma encuestadora que afirmó campanudamente que
Luisa María Calderón había ganado las elecciones de Michoacán, también trajo el
discurso antidemocrático que seguramente despertó a sus tíos abuelos Francisco
Ignacio y Gustavo Madero González para hacerlos que se revolcaran asqueados al
escucharlo.
Para el dirigente nacional del PAN todo lo que importa es ganar la
elección para gobernador que se celebrarán en 2013, quiere ganar al precio que
sea incluso al de la indignidad, ya el PAN ha cometido ese tipo de bajezas con
su militancia y con sus simpatizantes, en Oaxaca el CEN del PAN impuso a dedo al perredista Gabino Cue, diluyendo la presencia albiazul en ese estado, en Guerrero siendo candidato Marcos Efrén Parra Gómez, el CEN lo obligó a renunciar en favor del expriista Angel Heladio Agurre Rivero y el PAN ni siquiera obtuvo los votos siquiera para sobrevivir como partido con registro estatal, por lo que lo perdió, en Sinaloa postuló al priista Malova, que ya le hizo el feo al PAN
ahora que es gobernador y volvió el PRI a la presidencia de la República, eso más o menos ocurre en Baja
California Sur donde Marcos Covarrubias usa una camisa roja y en Puebla, donde Rafael
Moreno Valle ya tiene un pie en el tren priista y el otro en el PANAL.
Pero no
solo eso, la cosecha de candidatos “ciudadanos” (¿habrán candidatos extranjeros?)
ha traído al PAN todo el lumpen político de los trepadores y fariseos de la
política, hasta el punto que no existe uno solo que valga mas de un céntimo partido
por la mitad, pero eso no le importa a Gustavo Madero Muñoz que está dispuesto
a regalar la candidatura a cualquiera que su encuestadora marca patito le
indique, haciendo caso omiso de los panistas que tienen toda su vida luchando por la democracia y por la dignidad, pues Baja
California fue un baluarte del panismo hasta que Felipe Calderón y sus
compinches Germán Martínez y Cesar Nava lo ofertaron como si fuera una
mujerzuela.
La intervención de Felipe Calderón en Baja California lo llevó a
perder de todas todas en las elecciones locales intermedias, conservando solo
la gubernatura que se había ganado tres años antes, también fue barrido en las elecciones federales por el PRI,
toda vez la pésima estrategia de campaña que el PAN nacional presentó, los candidatos a diputados no recibieron ni siquiera boletos
de autobús para sus campañas y Gustavo Madero cobardemente se escondió esperando
que terminara la elección sin perder su azul hueso.
Este sujeto que físicamente parece la reencarnación de Francisco
Madero, es sin embargo la reencarnación de algún dirigente pillastre del
PRI antediluviano, a contrario de sus tíos abuelos que demostraron ser valientes hasta la muerte, en particular Gustavo, el actual dirigente del PAN es un hombre temeroso y calculador, se ocultó durante la campaña presidencial y no colaboró en nada que no fuera estorbar en la campaña de Josefina Vázques Mota y ahora le cedió a Felipe Calderón la otrora dignísima fundación Rafael Preciado Hernández quien puso en ella al hampón de Juan Francisco Molinar Horcasitas para que escudado en ella perpetre la manipulación de la elección en Baja California y en otros estados en 2013, este acto de cobardía dejó en manos de Molinar el manejo de la tentativa de intervención en las elecciones por medio de una encuesta que va a llevar a cabo Nodo, la empresa de la familia Woldenberg y por medio de una serie de actos de inducción contra los candidatos que tienen derecho a inscribirse como tales.
A diferencia del 2009 cuando el CEN del PAN sorprendió a todos los
panistas con sus mañas aprendidas de los peores priistas, como son el dedazo,
la imposición, la convocatorias trucadas, las negociaciones indignas y
espurias, era cuando los panistas de México y de Baja California todavía
creíamos que nuestros dirigentes y nuestro presidente del PAN y de la república
eran personas dignas de respeto y no barraganes degradados, pues ahora los
panistas de Baja California nos aprestamos a defendernos no de los adversarios históricos del PAN sino de sus ahora dirigentes, ningún respeto nos merece este mequetrefe de Gustavo Madero que solo
ha sido bueno para escalar posiciones dentro del partido diciendo un montón de
frases edulcoradas, recuerdo cuando dijo que quería “ser presidente del PAN del
que se enamoró” y que los últimos 100 años han sido para "desperdiciar la
democracia", cuando él mismo es uno de los promotores de la antidemocracia
dedocrática, encuestocrática a la manera del PRI y de sus entenados del PRD.
La solución para el PAN es la congruencia con las prácticas
democráticas que practicó por norma hasta antes del 2009, sin dejar de
reconocer que para ese año ya existían desviaciones y malos síntomas, pero esencialmente el PAN era el único que seguía la ruta democrática, en
fin sufrimos la traición y ya sabemos quiénes son los traidores a la democracia
panista, si Gustavo Madero quiere hacer una encuesta
pues que la haga, pero eso no significa que valga un centavo, en todo caso debe
lanzar la convocatoria conforme a los estatutos y con alianza o sin alianza, con convenio con otros
partidos o sin convenio, se tiene que agotar la vía democrática interna,
afortunadamente ya estamos advertido, hubiéramos querido que Madero se
comportara, sin lo cursi que es, como como sus tíos abuelos o como cualquier panista demócrata y no como otro astuto tramposo, de esos que se llaman "ciudadanos" para esconder su apatía y su codicia, pero no nos dejaremos engañar otra vez.
Por Antonio Limón López