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La Reforma Política del 2011-2012

Después del desastroso resultado de las elecciones del 2009, el Presidente Felipe Calderón y el PAN intentaron elaborar una propuesta que le permitiera al partido todavía en el poder, recuperar el lugar que tuviera en el 2006. Para la propuesta se tomó en cuenta como primer dato la abstención nacional del 55.20% en las elecciones federal del 2009 y el sorprendente número de 1’ 867,729 ciudadanos que votaron en blanco, es decir, que anularon su voto en la casilla, siendo el total de votos anulados apenas 400 mil votos menos que el PVEM. Esto para cualquier entendido significa que el electorado o no se identifica con la “democracia mexicana” o la ignora o de plano la repudia. 


Felipe Calderón tomó varias decisiones: 1.- Para apaciguar al  partido, aceptó la renuncia de Germán Martínez Cázares pero se aseguró que el puesto quedara en manos leales a su persona, y 2.- Para atraer a los abstencionistas o a los votantes en blanco, propuso en diciembre del 2009 su proyecto de "Reforma Política" que incluía un Decálogo  de reformas que pensó que atraerían a los panistas y a los electores inconformes, en el punto 2 estaba la propuesta de reelección automática de diputados, a la que justificó argumentando: "Con ello se recupera para las ciudadanos un poder que se les había negado desde 1933, ya que el Constituyente de 1917 no restringió esta posibilidad".

Desde el 2005, al menos dos personajes nacionales habían anunciado que participarían como “candidatos independientes” Jorge Castañeda y el “Doctor Simi” ambos denunciaron que el sistema electoral no permitía que los candidatos independientes –que no son candidatos de ningún partido existente- pudieran inscribir su nombre en las boletas. El día de las elecciones el “Doctor Simi”  obtuvo una sorprendente cantidad de votos a pesar de las dificultades, pero fue Jorge Castañeda quién planteó ante la Corte Interamericana un recurso que si bien no prosperó, si motivó en México apasionadas discusiones.

Los restantes partidos, en particular el PRI y el PRD captaron de inmediato el propósito electoral de la “Reforma Política” de Felipe Calderón, una reforma personal que abriría a los candidatos independientes una opción teórica electoral –sin concederla realmente, pues nunca se discutió en el detalle- pero no real ni practica, por lo que previeron que si bien la reforma no sería en nada trascendente si haría del presidente el héroe de una reforma popular y apoyada por la intelectualidad mexicana.

Después de 70 años de gobierno priístas, México es una superpotencia en aparentar cambios que nunca ocurren, por ello el presidente sabía que difícilmente iban a subirse al tren de la “reforma” ni el PRI, ni el PRD, pero sí a un buen número de ciudadanos que realmente creyeran que el presidente encabezaba una reforma revolucionaria y democrática. Así fue que la reforma se empantanó, en especial después de que en el 2010 el PAN obtuvo grandes triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, estados considerados propiedad del PRI, pero con estos triunfos en coalición con el PRD, logró que este partido apoyara la reforma en el Senado, con lo cual fue votada y enviada a la cara de diputados, donde el PRI tiene mayoría.

Con el tiempo en contra, pues 2011 es el último año del sexenio en que puede aprobarse lo que queda de la reforma política de Calderón, la que por cierto carece de proyecto de reformas para el COFIPE, esto equivale a un automóvil con tarjeta de circulación pero  sin motor, ni transmisión, ni dirección, ni llantas. Aparte se terminó el periodo ordinario de la Cámara de Diputados y se vinieron las elecciones del Estado de México en las que el PRI barrió, lo que le dio a este partido el tiempo y la calma necesaria para renegociar con Felipe la Reforma Política a cambio de beneficios que hasta ahora desconocemos. 


Quienes apoyan la propuesta son los panistas-calderonistas y sus cabilderos profesionales que se proponen como  puentes entre la sociedad civil, los partidos y el presidente y también algunos ciudadanos que sinceramente creen en la reforma tal y como vaya resultando pues cada vez pierde contenido. Desde diciembre del 2009 a la fecha  la reforma ha quedado reducida a cuatro puntos: Reelección, Candidatos independientes, Iniciativa popular y Consulta pública, aunque en realidad -como será notorio- ha quedado reducida a uno solo.

La “Iniciativa popular” sería para aprobar nuevas leyes o sus reformas y la “Consulta pública” para decidir directamente en decisiones administrativas, ambas ya se encuentran vigentes en muchas constituciones estatales y sin embargo, en ninguna ocasión han sido utilizadas, porque carecen de ley reglamentaria. Dice el dicho que “El diablo está en los detalles” Así que para tomar en serio esta propuesta hay que verla en el paquete completo -reforma constitucional y reforma legal- de otra manera es imposible saber concretamente hasta donde llegarían, es el mismo caso del auto que existe jurídicamente –porque existe su tarjeta de circulación- pero que carece de motor, transmisión y de todo lo mecánico.

En el caso de los “Candidatos independientes”, la legislación reglamentaria que les permitiría enfrentarse con posibilidad de éxito a los candidatos de los partidos políticos preexistentes, terminaría por crear para cada candidato independiente su propio partido político -pero solo para la elección de que se trate- lo cual se contrapone al sistema de restricciones para los precandidatos en plazos, recursos y prerrogativas para hacer precampañas y en vez de crear condiciones igualitarias, crearía solo condiciones de excepción en favor de cualquiera que dijera “yo quiero ser candidato independiente” pues desde ese momento, se iniciaría un procedimiento de reconocimiento, aportación de fondos públicos, otorgamiento de tiempos en los medios de comunicación, prerrogativas, apoyo logístico y administrativo para que este candidato independiente cuente con una organización administrativa que le otorgue las mismas oportunidades de que disfrutaría el candidato de cualquier partido político, algo que implicaría ampliaciones radicales en los plazos actuales, pero además este “candidato independiente” disfrutaría en la practica de una campaña más amplia en tiempo y en recursos que la de los precandidatos y candidatos de los partidos políticos establecidos, por lo que en consecuencia debería reformarse todo el sistema de precamapañas y campañas, para otorgar a todos los precandidatos y candidatos sin importar si provienen de partidos políticos estables o provisionales de tiempo igual e iguales beneficios como candidatos. 


La Reforma Política del 2007, concede el derecho de realizar actos de proselitismo a partir de la Cuarta Semana de Enero del año de la Elección, imponiéndose a quien violente esta condición la anulación del registro como tales, lo que en la especie significa una terrible limitante legal a los contendientes dentro de los partidos, esto sin embargo queda a la negociación de las cúpulas de los partidos políticos, pues todos la han violado durante el proceso del 2012, pues tanto Andrés Manuel López Obrador, como Enrique Peña Nieto, Josefina Vazquez Mota, Ernesto Cordero y SAntiago Creel Miranda andan en campaña desde hace seis años (PRI y PRD)   y dos años (PAN). Pero dejando de lado la violación impune a la ley, ¿Que ocurriría con "candidatos independientes" ¿Se les daría términos y plazos distintos que a los candidatos de los partidos? Esto no sucedería porque sería dar marcha atrás al sistema de privilegio de que disfrutan las cúpulas de los partidos políticos y sería inequitativo un trato diferenciado para un candidato sin partido, que para uno postulado por un partido; Es claro que se tendría que modificar todo el sistema electoral en materia de precandidaturas, candidaturas, derechos de los candidatos y de los partidos, lo cual afectaría el poder de que actulamente disfrutan las elites dominantes de los partidos y es obvio que estas no aceptarán la perdida de sus privilegios. Las candidaturas independientes o "ciudadanas" son salchichas para atraer hambrientos a la trampa tendida en la Reforma Electoral 2011.

Las dos primeras propuestas de Reforma política no despiertan ningún interés, ni entre los partidos políticos ni entre nuestros gobernantes, ninguno de estos grupos de poder están interesados en promover ni a la Iniciativa independiente ni a la Consulta popular, tampoco tienen interés sincero por las candidaturas independientes, porque en caso de que estas maduraran y se lograra una reglamentación equitativa y que les diera a estos candidatos, acceso equitativo a las prerrogativas y recursos económico de que gozan los partidos políticos y sus candidatos, entonces estos tendrían a un formidable enemigo, así que podemos adelantar que las candidaturas independientes solo serán aprobadas con el “candado” de la inequidad, lo que les impediría a los candidatos independientes tener posibilidades reales de ganarles a los candidatos de los partidos políticos. Sin embargo, las “candidaturas independientes” o mal llamadas “candidaturas ciudadanas” como ya mencionamos son la bandera de Jorge Castañeda y por ende, el PRI sabe que la propuesta es un artilugio propagandístico del Presidente Felipe Calderón y del PRD, y solo por ello se opone a la "reforma", pues no le piensan conceder ninguna ventaja a sus contrincantes.

Pero el paquete de la Reforma Política tiene otro aspecto de mayor interés practico, el de la “Reelección inmediata” de diputados y senadores así como de todas las candidaturas excepto la presidencial; La propuesta es atractiva porque en teoría los candidatos a reelegirse serían aquellos que hicieran los meritos políticos suficientes para que sus electores los reelijan, algo que suena a un justo premio para los que lo merezcan y un justo castigo para los que no logren hacer los meritos suficientes.

Sin embargo, la propuesta tiene la dificultad de que tanto el PRI como el PRD la considerarían un triunfo personal de Felipe Calderón, sin embargo la reforma es tentadora para todos los partidos políticos, porque en lugar de darles independencia a los diputados, senadores y etc, la reelección le daría un formidable poder al Presidente de la República y a las cúpulas partidistas sobre sus militantes, pues garantizaría la reelección de sus secuaces y cerraría el paso a los espontáneos, lo cual es un manjar exquisito  y de gratis, porque andan un montón de "ciudadanos" obsequiosos llevando el plato a la mesa y sin pedir propina ¿Mejor?  ... Imposible!!!

Solo se comprende nuestro sistema político cuando se sabe que los partidos políticos son totalmente antidemocráticos, que están corrompidos por las enormes facultades que la Constitución Política les concede a sus dirigentes formales, quienes todo lo pueden y que sin responsabilidad alguna  pueden “designar” candidatos y removerlos a voluntad, hasta unos días antes de la elección de que se trate, así de manera irónica la reelección que en un escenario democrático dentro de los partidos políticos reforzaría su vida democrática, en el actual escenario antidemocrático y de designación autoritaria se traduce en más y más antidemocracia, pues los dirigentes partidistas designarían candidatos no a los más destacados diputados o senadores, sino a los mas serviles o leales al grupo que en el momento se encuentre dominando al partido.

Pueden las elecciones fuera de los partidos políticos ser democráticas, pero para ser candidato “afuera” se tiene que obtener la candidatura “adentro” en el seno de los partidos y como en ningún partido político existe vida democrática real, sino una vida profundamente antidemocrática, autoritaria y donde las virtudes políticas supremas son la servilidad, la obediencia, el silencio y la sumisión, es lógico que la reelección en este actual esquema antidemocrático de partidos políticos solo será otra herramienta  para que las cúpulas incrementen su control de militantes, pues premiará a los mas sumisos y mantendrá brincando de una diputación a otra a sus compinches, como de hecho ya viene ocurriendo.

Pero ya se acabó el tiempo necesario para reformar la constitución en materia electoral y aún el caso de que la reformarán, esta reforma no podría aplicarse sino hasta el  2015; De esta manera el PRI y el PRD que  también la ansían y les conviene por las mismas razones de control interno que al PAN, es muy probable que no la aprueben, porque quien la capitalizaría electoralmente en el 2012 no sería ni el PRI ni el PRD, sino solo el PAN y esta es razón suficiente para que aún deseándola intensamente, la dejen pasar cuando menos hasta después de la elección presidencial y que sea entonces el próximo presidente, el que la proponga, así las cosas  seguirán siendo iguales: Se argumentan razones ajenas a los verdaderos propósitos, el caso es mentir, engañar, ocultar, jugar con la buena voluntad de los que aún la tienen y se seguirá legislando entre líneas y así, tal parece que seguirán las cosas hasta el final de los tiempos o hasta el fin de los ingenuos.


POR ANTONIO LIMON LOPEZ
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