Bienvenido. Eres el visitante No.

LOS ENDEMONIADOS



Sobre el Diablo se han escrito miles de libros, por lo general abordan el tema de posesiones indeseadas sobre personas comunes y corrientes que por alguna extraña circunstancia, son poseídas por el engendro del mal y de la perversión, personas que contra sus convicciones éticas se ven obligadas a seguir la senda que les impone Belcebú en su propia integridad corporal, en fin existen al mismo tiempo decenas de miles de tramas demoniacas no solo desde la perspectiva católica, sino también de los protestantes que quemaron a más de cincuenta mil “brujas” en unos cuantos años y miles de casos documentados de posesiones diabólicas orientalistas, incluso de religiones extintas pero de posesos que aún son recordados con escalofríos.
Por lo que sería una osadía abordar al Diablo desde esas perspectivas, tampoco intento hacer un perfil como el que hace Giovanni Papini -el autor filósofo, historiador  y sociólogo- del Diablo y que conmocionó a Europa cuando publicó su libro, tampoco intento proponer algo similar al Fausto de Goethe donde es engañado Mefistófeles, menos aún intentaré imitar al filósofo, escritor y exorcizador Malachi Martin que en su obra cumbre “El Rehén del Diablo” describe cinco posesiones en otras tantas versiones filosóficas de Satanás, no, no me siento en capacidad para intentar ninguna de estas tareas, ni siquiera pretendo recordar la gran obra de chamusquinas de Martín Lutero, que hicieron palidecer de envidia al mismísimo Satán, no claro que no, nada puedo agregar a cualquiera de esas versiones diabólicas, me conformo simplemente con escribir estas líneas sobre personas de carne y hueso que viven entre nosotros aparentando normalidad, incluso invocando a Dios con menuda frecuencia, pero que en realidad son la encarnación del demonio, algo más próximo a “Los Endemoniados” de Fedor Dostoievski, aunque a miles de años luz literarios, y sin que haya un Príncipe Stravogin entre ellos.
Claro que de tomar en serio la tarea de identificar demonios o endemoniados en la Historia y actualidad de México me obligaría a escribir tantos capítulos y “entradas”, como las que tiene la Enciclopedia Britannica en su versión completa. Por lo que en este artículo solo me refiero a unos cuantos tipos y tipas que andan entre nosotros oliendo a azufre, por mucho que se rocíen con agua bendita o con “Chanel # 5”.
Si, entre nosotros existen, por desgracia, grandes cantidades de mexicanos que encarnan a Satanás de manera cotidiana, no es que asistan a misas negras o tengan tatuada a la parca o a la “santa muerte”, no, no me refiero a estos ingenuos, sino que me refiero a verdaderas encarnaciones diabólicas, que llevan una vida de aparente civilidad, que cumplen agendas sociales que incluyen asistir a celebraciones cristianas, que asisten a eventos de ayuda a los necesitados y que expresan un postura política racional y normal,  pero que esconden un desorden moral profundo, no un simple desorden psicológico, pues los sociópatas no pasan de ser criminales vulgares como Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Ted Bundy o Jack “El Destripador, todos los cuales son poca cosa en relación a nuestros endemoniados.
Un caso evidente es el que gira en torno al secuestro y asesinato supuesto de Hugo Alberto Wallace, el hijo de la poderosísima Sra Isabel Miranda de Wallace, que inicia en 2005 y por el cual siete inocentes se encuentran en prisión y difamadas desde grandes letreros espectaculares, en que fueron señalados como secuestradores y asesinos por la Sra Miranda de Wallace, ocasionando una repulsa generalizada contra estos acusados, contra sus familias, sus hijos, padres y hermanos y que ahora, a 14 años donde algunos compurgan sentencias y otros las esperan, queda más que en claro que la investigación fue primero intervenida desde Los Pinos, pues siendo Vicente Fox Presidente, su esposa la Sra Martha Sahagún instó al poderoso José Luís Santiago Vasconcelos desde la SIEDO para que investigara y auxiliara a la Sra Isabel Miranda de Wallace, desatando una tormenta de torturas, amenazas, maquinaciones fraudulentas, engaños y acusaciones falsas, fundadas en una sarta de invenciones e incluso la siembra de evidencia falsa, al menos de una prueba "científica", como es el caso de la gota de sangre que apareció seis meses después en el mismo lugar que ya se había investigado por los peritos de PGR sin encontrar nada, y además dicha gota de sangre, encontrada seis meses después en un baño, sería de un hijo del Sr. José Enrique del Socorro Wallace Díaz quien, como ahora se sabe, no es el padre biológico de Hugo Alberto Wallace. 
Todo un fraude procesal al cual se prestaron un Presidente de la República, la esposa de otro de ellos, todos los procuradores generales de la República desde 2005, los peritos científicos de la PGR que supuestamente tomaron la muestra sanguínea del Sr. Wallace Díaz, siendo que este no es el padre biológico y a partir de esta prueba se construyó un proceso penal acomodando los resultados de la prueba. En suma, fiscales acusadores e investigadores armaron una acusación sin fundamento, y torturadores expertos de la misma institución aprovecharon la oportunidad para mancillar al menos a una de las acusadas que es como todos los demás no responsable. Nuestra justicia penal por medio de todos sus órganos acabó con la dignidad y con la esperanza de vida de siete personas inocentes, i-no-cen-tes y con la de sus familias y con sus patrimonios, pues vendieron todas sus pertenencias en costosas e incluso la autoridad ministerial procesó a una abogada defensora, esto afectó incluso a niños que crecieron estigmatizados porque en los espectaculares aparecían las imágenes de sus padres y hermanos acusados de secuestradores y asesinos.  
Una atrocidad sostenida durante década y media, sosteniendo una mentira infamante y que llegó a ese extremo por una sola razón, el apoyo del Poder Político de la casta en el Poder en favor de la Sra Isabel Miranda de Wallace, que prácticamente asumió el papel de gran calificadora de la actividad de las autoridades policiacas de México, que decía quiénes eran secuestradores y dirigía las investigaciones, dotada con "derecho de picaporte" con la esposa del Presidente Vicente Fox Quezada y con el mismo derecho a las oficinas del Presidente Felipe Calderón, e incluso todavía con Enrique Peña Nieto, la que recibió un premio en "derechos humanos" de manos de Felipe Calderón, y por si fuera poco este la hizo candidata a dedo del PAN o de lo que quedaba de él por ese entonces en el Distrito Federal, claro cabe decir que la Sra Miranda de Wallace también en este proceso se enriqueció monumentalmente.
En toda esta parodia de proceso investigatorio es seguro que muchos de los acusadores se dieron cuenta de que todo era una farsa, pero por cobardía o por simple conveniencia continuaron con el engaño, con la acusación infame destrozando a inocentes, solo para satisfacer a sus jefes, al Procurador General, al Presidente de la República y así, la señora de Wallace pasó de madre doliente a ser personalidad poderosa e incuestionable. Hasta que por fin, de la nada, surgieron periodistas valientes, que como enviados del Cielo, empezaron a desmenuzar la montaña de mentiras y patrañas.
Ante el alud de oprobiosos hechos y sospechas, constantes en el expediente de la causa, el fiscal Gertz Manero en un acto inusual, ha decidido revisar todas las evidencias inculpatorias a la luz de las denuncias que siempre han existido, pero que fueron acalladas por el Poder.
Esto sí que es una conducta abominable, peor que criminal, satánica, impía y para la cual se necesita carecer de toda forma de piedad y de amor a la verdad.


Por Antonio Limón López

Twitter

Archivo de publicados.

Powered By Blogger