Todos celebramos el éxito de los candidatos “independientes”. Aplaudimos el ascenso en las preferencias electorales de los candidatos sin partido, y lo hacemos con la misma simpatía que sentimos por David frente a Goliat, o por Leónidas I que al frente de 300 valientes contuvieron el avance de los persas y salvaron a la civilización helénica. Lo celebramos porque sentimos una regocijante sensación de dulce revancha contra los partidos ventajosos y rateros, que padecemos como maldición bíblica desde que Adán y Eva se multiplicaron con el sudor de su … frente.
Por desgracia la dulce venganza no es tan dulce, nuestros candidatos “independientes” con alguna posibilidad de éxito electoral, ni son tan independientes, ni tan diferentes. El problema de la política en México y en otros países tan sufridos como nosotros, y me refiero a Venezuela, Colombia, Argentina y hasta España, no son los partidos políticos, ni los candidatos (internos, externos, independientes y de cualquier estirpe), sino nosotros, los mexicanos, venezolanos, colombianos, argentinos y españoles que precedemos a un largo etcétera de otros pueblos marcados por nuestro mismo infortunio, la Simulación.
Precisamente ahora celebramos a “Podemos” en España y lo aplaudimos como si no fuera un partido político, y sin embargo lo es, “Podemos” es otro partido político aunque de nueva creación, sin embargo su inteligente propaganda lo proyecta como el partido del rompimiento con el pasado político español, sin serlo. “Podemos” no es otra cosa que un partido de contratistas políticos reciclados, es el caso de Pablo Iglesias su líder y fundador que fue asesor de “Izquierda Unida” que le pago por sus servicios a la causa del partido, exactamente como lo hizo con Juan Carlos Monedero.
Por cierto que Juan Carlos Monedero recibió pagos no solo de Izquierda Unida en el pasado, sino del gobierno de Venezuela durante el año fiscal 2014, cuando era el segundo de a bordo de “Podemos” y que extrañamente no pudo declarar a las autoridades hacendarias españolas. Gracias a la denuncia de opositores al régimen fantasmal de Hugo Chávez y violentamente realista de Nicolás Maduro, sabemos que le endulzaron la vida con jugosas “asesorías” tan poco claras, que que todo parece una maniobra de “Lavado de dinero” para subvencionar a “Podemos” y lograr una posición de influencia en el gobierno español en favor del gobierno “bolivariano”.
En el caso de México 2015, de 4,496 ciudadanos inscritos para reunir los requisitos de candidatos independientes a diputados, solo 22 lo lograron. El candidato independiente a Gobernador de Nuevo León, Jaime “El Bronco” Rodríguez, es un político reciclado del PRI y caído en desgracia en su partido, pero que decidió abandonarlo y lazarse por su cuenta al deseado cargo, alegando “haber adquirido conciencia”. Nada en él es novedoso, ni el estilo bronco personal, ni las arengas, pero precisamente esas características lo hacen popular entres sus paisanos.
El otro candidato independiente de amplio reconocimiento es
Manuel Clouthier Carrillo que deriva su celebridad por ser hijo de un apreciado líder empresarial y político panista ya fallecido, el cual fue candidato a la presidencia de la república en 1988. En pago a ese parentesco Manuel Clouthier hijo, recibió como regalo una diputación federal plurinominal en 2009. Como diputado federal fue el típico diputado acepta consignas y sin productividad ni creatividad alguna. Transcurrió su trienio como legislador sin dejar de cobrar una sola mensualidad y parece que desea seguir haciendo lo mismo otros tres años.
Manuel Clouthier Carrillo que deriva su celebridad por ser hijo de un apreciado líder empresarial y político panista ya fallecido, el cual fue candidato a la presidencia de la república en 1988. En pago a ese parentesco Manuel Clouthier hijo, recibió como regalo una diputación federal plurinominal en 2009. Como diputado federal fue el típico diputado acepta consignas y sin productividad ni creatividad alguna. Transcurrió su trienio como legislador sin dejar de cobrar una sola mensualidad y parece que desea seguir haciendo lo mismo otros tres años.
Manuel Clouthier Jr quiso ser candidato presidencial independiente en 2012 (Como diputado federal nunca propuso formalmente reformas al sistema político y jurídico mexicano para permitir las candidaturas independientes). La legislatura posterior a la de Clouthier fue la que aprobó las candidaturas independientes y gracias a ella, Manuel es candidato y para su campaña recibió un millón veintidós mil pesos.
Tatiana Clouthier Carrillo, hermana de Manuel, también ya fue diputada federal plurinominal en 2003, ella se desempeñó de manera distinta a su hermano pues rompió con el PAN desde antes de querer otra candidatura de su partido; ahora es candidata independiente a diputada local en Nuevo León. También, y ahora compite como independiente Arne Aus Den Ruthen Haag, quien es otro ex panista, que compite por una delegación del DF a la que ya gobernó.
Un caso singular y diferente es el de Lorenia Canavati, que es una persona reconocida por su activismo social, y que a pesar de ser claramente simpatizante del PAN, ni fue panista, ni contratista de ese partido, pero fuera de este caso, los candidatos independientes son reciclados o son personalidades opacas, sin ningún brillo o talento en particular, vamos pues, no se distinguen de los candidatos de los partidos grandes.
Lo que nos enseña toda esta puesta en escena, son dos lecciones: La primera es que la política mexicana se encuentra homologada, incluso los candidatos independientes son iguales a los dependientes de los partidos, y los partidos grandes como los pequeños, los nuevos y los viejos están homologados, pues todos son iguales, las promesas son las mismas, las posturas son idénticas, y todos nuestros políticos tienen lo mismo entre ceja y ceja y hablan diciendo lo mismo, acaso algunos de manera más elegante, o más bronca otros, o más folklórica o musical, pero siempre es lo mismo.
La segunda lección consiste en que en esto de los “independientes” como en todo lo relacionado con la vida política, jurídica, gubernamental y educativa, todo es una mega simulación. Sí, vivimos una farsa donde pretendemos ser lo que no somos y cambiar lo que no cambianos.
Y esta es la fórmula de lo verdaderamente nuestro: la simulación y la homologación, el binomio que viene a aplanarlo todo desde la izquierda a la derecha y de la derecha a la izquierda y por si hubiera dudas, de arriba a abajo y de abajo a arriba. Que por donde se le vea es lo mismo, y solo más de lo mismo.
La segunda lección consiste en que en esto de los “independientes” como en todo lo relacionado con la vida política, jurídica, gubernamental y educativa, todo es una mega simulación. Sí, vivimos una farsa donde pretendemos ser lo que no somos y cambiar lo que no cambianos.
Y esta es la fórmula de lo verdaderamente nuestro: la simulación y la homologación, el binomio que viene a aplanarlo todo desde la izquierda a la derecha y de la derecha a la izquierda y por si hubiera dudas, de arriba a abajo y de abajo a arriba. Que por donde se le vea es lo mismo, y solo más de lo mismo.
Por Antonio Limón López.