Ha quedado muy atrás la pésima gestión electoral del dúo formado por Germán Martínez Cazares y Felipe Calderón Hinojosa. Estos tipos llevaron al PAN a uno de los peores resultados para el partido que, desde la década de los años ochenta, se había empeñado en crecer con honestidad y virtud, digna de sus fundadores y que ahora dió, en lo electoral, un tremendo “saltopa'trás” de dimensiones olímpicas pues políticamente se traicionó a sí mismo.
De esa elección, surgió la mas brillante promesa, Gastón Luken Garza, designado entonces candidato por el distrito nunca perdido en elecciones federales de 1991, esto debido a la amistad personal que sostiene con Germán Martínez, su promesa "ciudadana" consistió en ofrecer al final de su gestión “100 diputados menos en el Congreso” .
Los candidatos a "dedazo" que con tanto alborozo fueron anunciados por la dirigencia albiazul, amparados con el mote de "ciudadanos" solo triunfaron en los distritos donde el PAN gana siempre por abrumadora mayoría y ni siquiera en todos ellos se ganó, pues perdieron algunos e incluso varias gubernaturas se entregaron al PRI ese 2006.
Pero el verdadero saldo negativo, la verdadera derrota, no estuvo en los muchos distritos electorales perdidos, ni siquiera en las gubernaturas que ya eran del PAN y que ahora los priistas acarician, ni en los millones de votos azules que brillaron en las urnas en el 2006 y que ahora se esfumaron. No, esa no es la verdadera perdida. El PAN perdió en 2009 al degradar la postura ética y política que le eran propias al partido desde su fundación, por andar ofreciendo candidaturas a extraños y a oportunistas el partido se transformó de joven virginal y pura, que llegó orgullosa de su limpieza democrática y que salió del Consejo Nacional panista del 14 de febrero del 2009 convertida en una rutilante meretriz.
Bajo la promesa de entregarse a "ciudadanos" al precio de grandes sumas de votos, descarada y desvergonzadamente, se ofreció a cualquiera que le bajara el cielo y las estrellas. Así hicieron su aparición una turba de ansiosos de cobrar en la Cámara de Diputados y de Senadores, postulándose de en los distritos donde el PAN domina y relegando a los panistas a los distritos donde nunca se gana, el partido se puso en ganga para los candidatos “ciudadanos” que siempre despreciaron al PAN, pues son juniors apolíticos y vanos o celebridades del espectáculo o de los deportes, incluso periodistas de mucho "rating"; En suma el PAN se armó de escaladores y oportunistas de toda clase -que nunca en su vida han cuidado una casilla por desinteresado patriotismo- que nunca movieron un dedo por la Democracia a menos que fuera a sueldo y que ahora fueron "invitados" sin comprar boleto.
Es imposible que el nuevo PAN "dedocrático", "designatorio" y aturdido vuelva a ser el que fue antes de la aparición del dueto “Martínez y Calderón”, eso lo podemos apreciar con la dirigencia frívola y vergonzosa de César Nava y ahora, en 2012, por la dirigencia lacaya de Gustavo Madero, quien intentó imponer 200 diputados a dedo, pero los panistas se inconformaron y obtuvieron un fallo que obliga al partido a celebrar convenciones democraticas en casi todos los distritos para diputados y en todos los estados para elegir senadores.
El otro logro de Gustavo Madero, es el de lograr manipular el proceso interno para permitir las precandidaturas de tres favoritos del presidente Felipe Calderón: Josefina Vazquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero, imponiendo exigencias imposibles para quienes quisieran cumplir con esos requisitos sin realizar actos anticipados de precampaña y poner en riesgo la elección, gracias a los requisitos absurdos de la convocatoria y de los estatutos del partido, los panistas no favorecidos por el favor presidencial, no estarán en las boletas de precandidatura. La mafia de Felipe Calderon logró imponerse.
Es imposible que la virtud perdida en las callejuelas de la mala vida política, se recupere con una cirugía cosmética o con un par "meas culpas" para que el esperpento de chancluda que es el PAN del 2012, vuelva a ser la virtuosa que fue hasta el 2008. Pero esa es la tarea que todos debemos trazarnos en el corrompido PAN de hoy, y que ciertamente debe hacerse a partir del deslinde definitivo de Felipe Calderón Hinojosa.
Por Antonio Limón López.