A
un día de las elecciones españolas del 28 de abril, en un escenario
cuidadosamente proyectado para que el PSOE obtuviera una cómoda victoria que le
permitiera gobernar en solitario, o al menos sin Ciudadanos en la silla del
copiloto, las cosas han ido de predecibles a totalmente impredecibles, por el
momento los grandes partidos se hunden en la incertidumbre y el temor, y los
militantes distinguidos abandonan a sus partidos para afiliarse a los
competidores más acérrimos o al rival inesperado, que galopa a lomos de su Babieca.
No es una campaña
normal, de la derecha convencional del Partido Popular contra la izquierda convencional
del PSOE, no es la campaña entre la derecha y una izquierda que no solo
se rozan, sino que para cualquier espectador objetivo, son exactamente iguales,
son una para la otra.
Hoy en día el
Partido Popular ha llegado al punto de lo increíble, tanto golpe de la izquierda en el pasado a mermado su animo y su coraje, como prueba de ello puedo citar que ni siquiera ha decidido que posición adoptará frente al aborto, y ni siquiera
su candidato mencionó en los debates a los separatistas vascos, pues el PSOE y el
Partido Popular cohabitan y parecen una pareja estable donde a pesar de pelear todo el tiempo, siguen bajo el mismo techo.
Pero a diferencia de otras muchas, en esta elección si hay novedades, que vienen de Vox, el partido mas pequeño que en las elecciones pasadas ni siquiera ganó un
diputado, pero que ahora ha puesto sobre la mesa los temas que asustan a los grandes partidos y que no quieren siquiera comentar, y lo ha hecho de tal manera, con tal descaro que ha ocasionado
una fuga de militantes del Partido Popular, del PSOE y de “Unidas Podemos” en todas direcciones, reduciendo el ascenso
del partido de Pablo Iglesias, que ante el vendaval reacciona con humildad y ahora es otro promotor de la candidatura de Pedro Sánchez, a quien por ciento las
últimas encuestas daban por favorito, sin embargo en los debates el Jefe de
Gobierno ha sido arrastrado tanto por los candidatos de la “derecha” Pablo
Casados y Alberto Rivera, como por Pablo Iglesias que sin desearlo, también ha
contribuido en la paliza.
Pero eso es lo
superficial, como son superficiales las grandes concentraciones de Vox en
prácticamente todas las ciudades españolas, y los sorprendentes vaticinios para
el día de las elecciones, todo eso es superficial, pues lo importante se
encuentra en que Vix sacó de la modorra a los españoles, llevándolos ante
el tema central de esta elección y de su propia subsistencia, que es el tema de
los nacionalismos separatistas, de los nacionalismos golpistas, el tema del
idioma común de España, y el tema de la discriminación que sufren los españoles
no separatistas en las autonomías sediciosas, están en juego hasta las
corridas de toros.
Esta es la
elección no por la Presidencia de España, sino la elección para resolver la
subsistencia de España, para plantar cara a los mitos anti españoles, para
defender sus creencias, sus costumbres, su realidad, no es cualquier cosa, es
la batalla por España, librada contra ella por sus enemigos más aviesos: La
ilustración, el nacionalismo, la Leyenda Negra, la mentira, la “progresía”, y la negación a la gran historia de España.
Desde que España
se independizó de Francia, la clase política que subsistió fue la peor clase
política, la clase “ilustrada” que en un arrebato traidor renegó de España y que así
lo ha venido hacienda desde entonces, esa clase política que alimentó y
aplaudió viles falsedades y acusaciones injustas contra España, que transigió
con los separatistas dando dinero para que el Sistema educativo de esas
autonomías difamara y negara a España, y esto fue logrado gracias a la apatía
de las derechas que solo se han concentrado en los dineros del Poder.
España fue
amputada de su propia historia y ahora, por exigencia de un partido sin un solo
diputado, Vox, se preparara para una cirugía mayor, donde por desgracia existe la gran
posibilidad de que siga agonizando, pero hay que tener fe y coraje.
Por Antonio Limón
López.