PROLEGOMENO.
La fortuna ha sonreído a Manuel
Bartlett Díaz, y no de manera inmerecida, pues esta premia a los osados y no a
los tímidos, a los perseverantes y no a los diletantes. Sin duda Manuel
Bartlett se encuentra entre los perseverantes y osados, incluso entre los
valientes, si bien no entre los honestos, ni entre los congruentes que son
virtudes poco apreciadas en la política mexicana. Fue Secretario de Gobernación
durante el peor sexenio de la historia de México a partir de Lázaro Cárdenas, y
si bien una parte de la responsabilidad de esa época terrible no recae sobre
sus hombros en especial en la parte económica, sí en la política electoral y en
la política del Estado Mexicano relacionada con la justicia y la seguridad de momentos
y personajes claves de aquel México y del México de hoy, donde sus actos fueron
el resorte de aquel sexenio, y sorprendentemente también de nuestra actualidad.
LOS PRIMEROS AÑOS.
Creo que su carácter se templó en 1965,
cuando apenas tenía 29 años y colaboró con Carlos A. Madrazo, que intentó como
jefe nacional del PRI imponer un gobierno paralelo mediante los comités estatales de ese partido, que actuarían como
controladores revolucionarios de los gobernadores, para preservar la ortodoxia
partidista y si por principio pareció un proyecto interesante, en poco tiempo
los gobernadores se hartaron de los comités y de Madrazo, y terminaron tanto con Madrazo como con el juvenil Bartlett en la calle. Para Bartlett el PRI no era
desconocido, lo conoció desde la cuna, ya que su padre fue gobernador de
Tabasco en los años cincuenta. Manuel inició su participación en el sector
campesino del PRI, y antes disfrutó de las becas para los hijos de la clase
política mexicana, estudió incluso en París, donde sus inclinaciones por el
derecho político se afianzaron en un ambiente de libertad académica y demagogia
de alta calidad.
A pesar de su declarada simpatía por la
“izquierda” formó parte de los priistas que se mantuvieron leales al PRI,
antes, durante y después de la matanza de Tlatelolco en 1968, y de la del
Jueves de Corpus en 1970. Ese día de Corpus Cristi era colaborador del Sub
Secretario de Gobernación (y su padrino) Mario Moya Palencia. La sangre de los
jóvenes universitarios caídos en 1968 y 1970 nunca perturbaron el sueño a este funcionario
e intelectual de izquierda “progresista“ de alto nivel, e incluso nunca le han
merecido una frase en su vida.
POLITICO DE ALTO NIVEL
En 1970 Mario Moya Palencia fue
nombrado Secretario de Gobernación y Manuel Bartlett ascendió al olimpo
mexicano como Director General de Gobierno, donde permaneció cómodamente
instalado hasta 1976, en que el nuevo presidente José López Portillo nombró a
Santiago Roel Secretario de Relaciones Exteriores, quien en 1977 nombró al ya experimentado
burócrata Manuel Bartlett como Titular de la Dirección para Asuntos Políticos,
ahí se formó como diplomático a la mexicana: hablar solo de lo que lo beneficie
y ocultar cualquier cosa que lo perjudique, se convirtió en un maestro de la
simulación. En 1979 Santiago Roel renunció y en lugar de ser perjudicado, el
nuevo Secretario de Programación y Presupuesto, Miguel de la Madrid nombró a
Manuel Bartlett como su asesor en asuntos políticos.
BARTLETT SECRETARIO DE GOBERNACION, Y
AMIGO DE LOPEZ OBRADOR.
En 1981, asumió la coordinación de
campaña del candidato presidencial priista Miguel de la Madrid y luego fue
nombrado Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, cargo en que
permaneció hasta 1982, sin embargo y dado que en diciembre de ese año De la
Madrid lo designó Secretario de Gobernación, inició el período en que formó su
círculo político de aliados a nivel nacional. Entre los muchos personajes
favorecidos por Bartlett se encontró el político tabasqueño Andrés Manuel López
Obrador que coordinó en Tabasco la
campaña en 1982 de González Pedrero y que en 1983 fue designado Presidente del
Comité Estatal del PRI, encargo en que duró menos de un año pues provocó una
extraña “Guerra de Religión” al constituir comités alternos a los cabildos,
cuyo pretexto era “vigilar a los alcaldes” cuando en realidad operaban como
centros de adoctrinamiento Evangelista y por increíble que parezca, como
centros masónicos. Apenas unos meses después fue despedido y Bartlett lo llevó
a la Ciudad de México donde lo colocó en la Dirección de Promoción Social del
Instituto Nacional del Consumidor (Ahora Profeco), cargo en que fue feliz pues
daba conferencias de prensa todos los días.
POLITICA SEXENAL.
Durante el sexenio de Miguel De la
Madrid, Manuel Bartlett fue el gran actor político y responsable de la crisis nacional
y del PRI, que desembocaron en las candidaturas de Manuel Clouthier y de
Cuauhtémoc Cárdenas. Clouthier claramente impulsaba el proyecto panista de
democracia e igualdad, en tanto que Cárdenas pugnaba por volver los principios
nacionalistas y socialdemócratas como la ortodoxia priista. El gobierno de De la Madrid radicalizó la
antidemocracia histórica y se decantó por un claro neoliberalismo económico a
la mexicana.
ECONOMIA.
En lo económico el gobierno de Miguel De
la Madrid fue un desastre, desató la peor inflación de la historia de México,
llevando nuestra moneda a cotizarse a dos mil doscientos cincuenta pesos por
dólar, sostuvo la estatización de la banca decretada por José López Portillo, y
conservó el sistema de Control de Cambios
que favoreció a ciertos empresarios
y empobreció a los ahorradores mexicanos. Uno de sus inventos más populares fue
el “gasolinazo”. Sin embargo en lo demás, hay que admitirlo …. fue todavía
peor.
NARCOTRAFICO.
A Manuel Bartlett Díaz le tocó lidiar
con el poderoso Departamento de Estado
en la era de Ronald Reagan, ante el cual se humilló hasta la indignidad,
permitió que las autoridades de la DEA y de la CIA operaran libremente en
territorio mexicano, debido a que el gobierno de México estaba infiltrado de
narcotraficantes, el mismo Presidente Miguel de la Madrid fue tocado en ese
lamentable aspecto, pues su primo Edmundo De la Madrid, quien gozaba de
inmunidad diplomática sin ser funcionario de la SRE pero contaba con Pasaporte Diplomático
Mexicano, fue obligado a abrir el portafolio secreto por autoridades aduanales
norteamericanas en un aeropuerto, encontrando en su interior no documentos
secretos, ni siquiera instrucciones o una máquina “Enigma” para cifrar claves
de la cancillería, sino que encontraron bolsas con polvo blanco que resultó ser
Cocaína. A su estilo, Bartlett aparentó no darse ni siquiera cuenta de ese
vergonzoso acto, pero se entregó en cuerpo y alma a las autoridades
norteamericanas.
En 1984 la DEA identificó y obligó al
gobierno mexicano a destruir en el Rancho Búfalo, una plantación de mil hectáreas
donde laboraban más de tres mil jornaleros, sin que Manuel Bartlett se hubiera
enterado de esa esplendida producción de mariguana, esto ocasionó que el
propietario de la parcela Rafael Caro Quintero diera muerte, previa tortura a
Enrique Camarena un agente de la DEA. Caro Quintero estaba emparentado con
Guillermo Cossio Vidaurri un alto funcionario en el Gobierno del Distrito
Federal, que formaba parte del grupo de leales a Manuel Bartlett, la hija de Cossio Vidaurri era la novia del
narcotraficante y vivía con él en Costa Rica cuando el agricultor de mariguana fue
atrapado.
IMPLICADO.
La situación personal de Bartlett
estuvo todavía más comprometida, cuando la DEA identificó a Rubén Zuno Arce
como uno de los asesinos de Enrique Camarena, en particular porque este cuñado
de Luís Echeverría era otro de los aliados de toda la vida de Manuel Bartlett,
quien durante una época visitaba con frecuencia el rancho en Mascota Jalisco
propiedad del cuñado del expresidente y leal admirador a la mexicana de Fidel
Castro Ruz. Era como todos ellos, adictos al dinero fácil, y grandes
revolucionarios de izquierda a la manera priista, otro aliado de Manuel
Bartlett fue Enrique Álvarez del Castillo Gobernador de Jalisco durante estos
años de oprobio y que fue señalado en EEUU como protector de narcos en Jalisco.
(En 1988 el entonces embajador de EEUU Jefrey Davidow, dijo que Bartlett puede
ingresar a ese país, pero tendría que comparecer ante un Gran Jurado en
California pues está señalado como uno de quienes asistieron a la tortura de
Enrique Camarena.)
LA CRUEL NATURALEZA
Durante el gobierno de De la Madrid, la
naturaleza se ensañó con México, primero se afrontaron las consecuencias de las
erupciones de El Chichonal en 1982, luego
la explosión de la planta almacenadora de gas de Pemex en San Juanico en 1984;
el huracán Gilberto y el terremoto de 1985 que dejó tras de sí una estela de
muerte, tristeza, dolor e ineficiencia gubernamental fuera de toda comparación.
EL MAPACHE ELECTORAL.
En el orden político fue el sexenio
del Fraude Electoral, porque después de ofrecer al inicio de su sexenio
apertura y juego limpio en lo político, el gobierno de Miguel de la Madrid
reaccionó a la emergencia democrática con fraudes electorales gestionados por
Manuel Bartlett Díaz, era la época en que no existían recursos propiamente
jurídicos en materia electoral, ya que la calificación de los comicios no
podían recurrirse ni ante un tribunal electoral ni ante la Suprema Corte de
Justicia, únicamente calificaban las elecciones los colegios electorales
formados por los mismos legisladores impugnados. Bartlett no se limitó a contar
amañadamente las boletas como titular de la Comisión Federal Electoral, sino
que además perseguía ilegalmente a los opositores, acosándolos de delitos de
toda índole, promoviendo todo tipo de acusaciones falsas, sosteniendo
descaradamente todo tipo de fraudes y utilizando a la siniestra Dirección
Federal de Seguridad que era una fuerza criminal al servicio personal del
Secretario de Gobernación.
En 1982 ante la victoria del PAN en
Mexicali, en que los opositores recabaron el 95% del total de las actas de la
votación, la Comisión Estatal Electoral realizó el computo revirtiendo en las sesiones
de esa comisión la votación de los electores dada en las casillas, sin importar
que los resultados adulterados no coincidieran con las actas del propio
organismo. Ese fraude condujo a una rebelión cívica de proporciones nacionales,
vinieron después elecciones donde el pueblo votó contra el PRI-Gobierno en
Yucatán, San Luís Potosí, Sonora, Sinaloa, Durango y Chihuahua y a las que el
Secretario de Gobernación respondió con descarados fraudes electorales. En el
caso de Chihuahua (1985) la certidumbre del fraude fue tan grande que trascendió
las fronteras con una fuerza nunca antes vista. La Secretaría de Gobernación formaba
a funcionarios expertos en cometer fraudes electorales, abriendo los paquetes y
rellenándolos con boletas marcadas, lo que ocurría entre el día de la elección
y el día del cómputo, distanciados por una semana. El ejército era utilizado de
comparsa en estos actos. Cuando se pudre
una manzana del cesto, pudre también a las demás.
Para tener una pandilla activa dentro
de la sociedad y atacar a sus enemigos políticos, apoyar a sus aliados, y
prevaricar en la vida política, contrato los servicios de Lyndon Larrouche un
fanático que se alquila por dinero al servicio de cualquier causa bien pagada.
A partir de 1983 Manuel Bartlett contrató los servicios de hamponería política
de este norteamericano, a quien incorporó bajo la denominación tolerada por la
Secretaría de Gobernación de “Partido Laborista Mexicano” donde eran miembros
todos los agentes de la Dirección Federal de Seguridad, narcotraficantes y
sicarios, la propia Secretaría de Gobernación publicaba los panfletos de esta
organización política norteamericana de enajenados, que perseguía violentamente
a panistas de todo el país y realizaba labores de choque en las elecciones locales.
DESCARTADO COMO
CANDIDATO PRESIDENCIAL.
Ante este escenario oprobioso,
cualquier persona normal se habría horrorizado, pero para Manuel Bartlett todo
eso significaba que reunía los requisitos para ser candidato presidencial del
PRI en 1988. Todo estaba en manos de Miguel de la Madrid que con solo una
indicación podría llevarlo a la candidatura, y para llegar a “ganar la
elección”, se basta a sí mismo y a su enjundioso equipo de “mapaches”. Para su
infortunio las cosas no salieron como estimaba, Miguel de la Madrid organizó
una pasarela, hoy recordada como la “Farsarela” en la que Ramón Aguirre, Manuel Bartlett,
Alfredo del Mazo, Sergio García Ramírez, Miguel González Avelar, y Carlos Salinas comparecieron ante el propio
presidente De la Madrid a exponer su propio caso. En realidad todo ya estaba
decidido, pues el candidato de Miguel De la Madrid que era Manuel Bartlett fue
descartado por el Departamento de Estado, alegando que era posible que se
dictara una orden de captura contra él, y entonces en plena campaña fuera
llevado esposado a alguna corte norteamericana. Ante eso, Miguel de la Madrid
eligió a Carlos Salinas de Gortari por su visión de tipo neoliberal.
DE LA NADA SURGE CUAUHTÉMOC CÁRDENAS
Cuauhtémoc Cárdenas y un numeroso
grupo de políticos priistas –Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, entre
muchos más, inconformes con el
neoliberalismo de De la Madrid y Carlos Salinas exigieron ser parte del proceso
de selección del candidato priista en 1987, para ello constituyeron la
Corriente Democrática del PRI, pero “La Pasarela de candidatos” los convenció
de que su propuesta no era considerada por el Presidente, por lo que iniciaron
con la marcha de protesta de “Las 100 horas” y con movilizaciones en toda la
república con una gran respuestas de priistas. Bartlett con ello aseguró su
estadía en la Secretaría de Gobernación y en la Presidencia de la Comisión
Federal Electoral, para garantizar la victoria del candidato priista, de
cualquier manera no imaginaron la magnitud del éxito de la “Corriente
Democrática”.
El 15 de octubre de 1987 el PARM, Partido
Auténtico de la Revolución Mexicana hizo candidato oficial a Cuauhtémoc
Cárdenas a la presidencia de la República, en unos meses ya lo era también del
PST (PFCRN) PPS, Partido Verde (Nada que ver con los pillos de hoy), Unión
Democrática y ya avanzada la campaña se le unió el PMS. El PRI recurrió a sus
hábitos de siempre, acarreo de sindicalizados y organizaciones campesinas
corporativizadas, además del “entusiasta” apoyo de los empresarios. El 27 de
noviembre de 1987 Televisa emitió la entrevista que le realizó el periodista
Ricardo Rocha a Manuel Clouthier, que rompió todos los records de audiencia en
la televisión mexicana, ya era el candidato del PAN a la Presidencia.
FRAUDE ELECTORAL 1988, PLAN “A”.
Podemos omitir las incidencias de las
campañas, pero debemos considerar los siguientes aspectos claves del proceso
electoral relacionados con el día de la
elección:
1.- Las elecciones se llevaron a cabo
bajo una nueva ley que entró en vigor en 1984, que establecía que los
resultados se "cantaran" conforme llegaran desde los comités distritales a la Comisión Federal Electoral, por lo que no
se tenía la posibilidad de manipular las urnas en los comités distritales (En teoria).
2.- El cinco de julio de 1988, el Director del Registro Nacional de Electores,
José Newman Valenzuela dio a conocer que el mismo día de la elección, Seis de julio, por la
noche o madrugada del día siguiente a más tardar, se conocería el nombre del
ganador de la elección Presidencial.
3.- Manuel Bartlett subestimó a
Cuauhtémoc Cárdenas en cuanto a su capacidad para ganar votos, y nunca
comprendió que sus votos le serían arrancados limpiamente al PRI.
4.- Manuel Bartlett sobreestimó al
PAN, pues creyó que este sería el adversario a vencer.
5.- La Comisión Federal Electoral fijo
las casillas básicamente con el mismo sembrado tradicional, en domicilios
dominados por priistas tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
6.- La Comisión Federal Electoral nombró como
funcionarios de casilla a los mismos priistas de elecciones anteriores y las
substituciones necesarias se suplieron con priistas de reconocida lealtad.
7.- El acarreo de electores con
credenciales de elector sin fotografía, se realizó con cuadrillas a cargo de
sindicatos y centrales campesinas priistas.
8.- Los funcionarios que trasladarían
las urnas de la casilla a los comités distritales, serían priistas de plena
confianza.
EL FRAUDE PLAN “A” FRACASA.
Estas medidas destinadas a bloquear y trampear
los votos que se pudieran dar en favor de Manuel Clouthier, resultaron
favorables a Cuauthémoc Cárdenas, pues durante la jornada, las unidades de
sindicatos priistas, entre ellos el de Pemex en manos de La Quina, de la CFE,
de los sindicatos federales y sus extensiones locales transportaron a electores
con la consigna de votar por Cuauhtémoc Cárdenas, los funcionarios de probada
lealtad priista se inclinaron por por Cuauhtémoc Cárdenas, tratando a Carlos
Salinas como si fuera enemigo del PRI. Los
representantes del PRI en las casillas, colaboraron al cierre temprano
de ellas en lugares distintos o dentro de los domicilios particulares o
comisariados ejidales, para impedir a los panistas asistir al cierre de la
casilla en que fueron representantes, a su conteo de votos y al traslado del
paquete electoral a los comités distritales. De manera que todas las trampas de
Manuel Bartlett operaron en favor de Cárdenas que contaba con todo el apoyo real
de los simpatizantes del PRI, y de millones de personas que lo veían como la
encarnación viva del mito cardenista.
Miles de casillas se retrasaron para
llegar a los comités distritales, pues se desviaron a “casas seguras” con la
finalidad de ampliar la votación del candidato priista, pero aunque ocurrió
esto en algunas casillas, la mayoría resultaron a favor de Cárdenas. En suma la
lealtad de los priistas en su mayoría estuvo a favor de Cárdenas y no de Carlos
Salinas y las maquinaciones se hicieron, cuando las hubo, en favor de Cárdenas.
EL FRAUDE ELECTORAL PLAN “B”, Y SE CALLÓ
EL SISTEMA.
Los primeros resultados de las
casillas en el Distrito Federal fueron abrumadoramente en favor de Cárdenas, lo
cual ni siquiera fue previsto por los operadores electorales de Bartlett y del
PRI, luego se empezaron a llegar resultados de estados y regiones normalmente
dominadas por el PRI, y los resultados electorales siguieron en favor de Cuauhtémoc Cárdenas, fue
entonces que el sistema se “calló”, de callar, pues los resultados dejaron de
llegar a la Comisión Federal Electoral y dejaron de cantarse. El Centro de
Computo del Registro Nacional de Electores a cargo de José Newman suspendió sus
actividades debido a fallas técnicas, lo cual acabó con la dudosa credibilidad
del proceso electoral, pues al momento de las fallas, el candidato ganador de
manera abrumadora era el opositor Cuauhtémoc Cárdenas, entonces representantes
de la oposición panista y cardenista descubrieron un banco de datos que seguía
generando información en tiempo real, cuando no estaba funcionando las
comunicaciones, por ello fueron expulsados del recinto del Centro de Computo.
PANISTAS Y CARDENISTAS CONTRA EL
FRAUDE.
Tanto los panistas como los
cardenistas consideraron que esto era un método para evitar que se conocieran
los resultados y filtrar información falsa, consistente en cantar resultados
inconsistentes con las actas, para luego acomodar los paquetes al gusto.
BARTLETT LEAL ….. AL FRAUDE Y A LOS
NEOLIBERALES.
Manuel Bartlett actuó con lealtad a
Carlos Salinas, pues si bien el primer método fraudulento no funcionó, y si lo
hizo fue en favor de Cárdenas por su popularidad con los priistas, en el
segundo método que consistió en una base de resultados falsos, puramente
calculado electrónicamente en favor del priista, y que luego fueron manipulados
los paquetes electorales en los comités distritales, funcionó, aunque todo
mundo descubrió el mecanismo de fraude.
Tiempo después, en su libro “Cambio
con rumbo” Miguel de la Madrid confesó que fue una estrategia la “caída del
sistema” pero fue un mal cálculo dice el expresidente pues esto descalificó a la
elección, luego dijo que Manuel Bartlett le informó que “se había perdido todo
el altiplano de la República.” El mismo De la Madrid dijo que le exigió a
Alejandro de la Vega que Salinas proclamara la noche del 7 de julio su
victoria, pues de no hacerlo lo harían Clouthier y Cárdenas.
BARTLETT DESESPERADO.
Todavía la noche del 8 de julio,
Bartlett completamente rebasado decía que la información de los partidos
políticos era falsa, pues no se conocían aun los datos oficiales. Tanto
Cárdenas como Clouthier anunciaban actos de resistencia civil contra el fraude.
El nueve de julio, los tres candidatos opositores Cardenas, Clouthier y Rosario
Ibarra afirmaban que el retraso en los resultados electorales: “…es una
maniobra para maquillar las cifras del sufragio y forzar un triunfo a favor del
PRI”
En la sesión del 10 de julio se exigió
que las sesiones de cómputo fueran públicas, y aunque Bartlett exigió silencio
a los medios de comunicación presentes, ante la seguridad de que todo se
divulgaría, los medios de comunicación difundieron el reclamo de los partidos
políticos y en particular el de Cárdenas. Desesperado Bartlett mandó a su
subalterno Fernando Elías Calles a dar informes parciales sin ninguna
comprobación, según los cuales Carlos Salinas ganaba la elección al computarse
el 70% de los sufragios, reconociendo “que el FDN había triunfado en el
Distrito Federal, Estado de México, Michoacán y probablemente Morelos”.
CARLOS SALINAS GANADOR POR DECISIÓN DE
MANUEL BARTLETT
En la madrugada del 12 de julio, seis días después de los comicios, la Comisión Federal Electoral dio el resultado oficial, PRI:
9,641,329; FDN: 5,911,113; PAN: 3,267,159 votos y en porcentajes 50.36%, 30.88% y 17.07% respectivamente. Con
este resultado impugnado por inconsistente con las actas de la elección en
manos de la oposición, Manuel Bartlett Días cometió el más escandaloso fraude
en la historia de México, por su magnitud, por el descaro del funcionario y del
gobierno federal involucrado y por la confesión a lo largo del tiempo de los
involucrados.
SIN RECURSOS LEGALES NI TRIBUNALES, AL
COLEGIO ELECTORAL.
Lo siguiente fue llevar las
impugnaciones y resultados electorales al Colegio Electoral formado por los
diputados con constancia de mayoría, que primero se autocalificaron y luego
calificaron la elección presidencial declarándola legal. NO había forma de
combatirla pues no existían en esa época recursos legales, ni tribunales
electorales y la Suprema Corte de Justicia no podía intervenir en temas
electorales. Manuel Bartlett cuadró los datos, aunque falsos, pero estaban
dotados de consistencia aritmética, no se podían abrir las urnas que
permanecieron guarnecidas hasta el 1992 en que fueron quemadas.
EL PREMIO.
Carlos Salinas correspondió con
generosidad a los servicios de mapache prestados por Manuel Bartlett durante la
elección presidencial de 1988: A partir del uno de diciembre de 1988 y hasta el
7 de enero de 1992 fue Secretario de Educación Pública, fecha en que lo impuso como candidato a Gobernador de Puebla, siendo
electo el 8 de noviembre de ese mismo año. Gobernó Puebla bajo la presidencia
de los neo liberales Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, del primero de
febrero de 1993 al 31 de enero de 1999. En el 2000 fue parte de la lista de
Senadores de partido, fungiendo como tal hasta el 30 de junio del 2006, año en
que pidió a los priistas votar “utilitariamente” por Andrés Manuel López
Obrador.
LOPEZ OBRADOR Y MANUEL BARTLETT.
La relación entre Manuel Bartlett y
Andrés Manuel López Obrador inició en 1982 y se mantuvo firme desde ese año,
Bartlett protegió a AMLO y la relación nunca decayó, pues incluso en los
momento terribles de la candidatura de Salinas y durante los días anteriores a
la fecha en que decretó el resultado final, López Obrador lo visitaba con
frecuencia como se acredita en los “libros de visita” de la oficina del
Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz.
En 2012 fue candidato Plurinominal
“independiente, sin renunciar al PRI” dentro de la Lista del partido del
Trabajo a Senador, a instancias de Andrés Manuel López Obrador, período
legislativo donde inició sus criticas “nacionalistas y anti liberales”, pues ya
le pagaban por hacerlas.
MANUEL BARTLETT, CALUMNIADO.
Al principio mencioné que los éxitos
de Manuel Bartlett no son gratuitos, sino merecidos en una sociedad deformada
como la nuestra, donde los hombres patriotas y honestos son ignorados y donde
sus antagonistas son premiados. Manuel Bartlett esculpió una carrera política
de excelencia, modificando sus convicciones conforme cambiaban las
circunstancias, pero defendiendo con todo
las trincheras en que combatió a lo largo de su vida.
Ahora en 2018, con el nombramiento
como Director de la Comisión Federal de Electricidad que le hiciera su antiguo
ahijado político, y ahora su protector, Manuel Bartlett Díaz enfrenta la
batalla de su vida, la batalla de su honor, de su buen nombre, pues deberá
conocerse su pasado y salir ante el juicio de México como un héroe impoluto o
como un exitoso farsante. Juzgue usted.
Por Antonio Limón López