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BARTLETT, AMLO Y EL FRAUDE DEL 88


PROLEGOMENO.
La fortuna ha sonreído a Manuel Bartlett Díaz, y no de manera inmerecida, pues esta premia a los osados y no a los tímidos, a los perseverantes y no a los diletantes. Sin duda Manuel Bartlett se encuentra entre los perseverantes y osados, incluso entre los valientes, si bien no entre los honestos, ni entre los congruentes que son virtudes poco apreciadas en la política mexicana. Fue Secretario de Gobernación durante el peor sexenio de la historia de México a partir de Lázaro Cárdenas, y si bien una parte de la responsabilidad de esa época terrible no recae sobre sus hombros en especial en la parte económica, sí en la política electoral y en la política del Estado Mexicano relacionada con la justicia y la seguridad de momentos y personajes claves de aquel México y del México de hoy, donde sus actos fueron el resorte de aquel sexenio, y sorprendentemente también de nuestra actualidad.
LOS PRIMEROS AÑOS.
Creo que su carácter se templó en 1965, cuando apenas tenía 29 años y colaboró con Carlos A. Madrazo, que intentó como jefe nacional del PRI imponer un gobierno paralelo mediante los comités  estatales de ese partido, que actuarían como controladores revolucionarios de los gobernadores, para preservar la ortodoxia partidista y si por principio pareció un proyecto interesante, en poco tiempo los gobernadores se hartaron de los comités y de Madrazo, y terminaron tanto con Madrazo como con el juvenil Bartlett en la calle. Para Bartlett el PRI no era desconocido, lo conoció desde la cuna, ya que su padre fue gobernador de Tabasco en los años cincuenta. Manuel inició su participación en el sector campesino del PRI, y antes disfrutó de las becas para los hijos de la clase política mexicana, estudió incluso en París, donde sus inclinaciones por el derecho político se afianzaron en un ambiente de libertad académica y demagogia de alta calidad.
A pesar de su declarada simpatía por la “izquierda” formó parte de los priistas que se mantuvieron leales al PRI, antes, durante y después de la matanza de Tlatelolco en 1968, y de la del Jueves de Corpus en 1970. Ese día de Corpus Cristi era colaborador del Sub Secretario de Gobernación (y su padrino) Mario Moya Palencia. La sangre de los jóvenes universitarios caídos en 1968 y 1970 nunca perturbaron el sueño a este funcionario e intelectual de izquierda “progresista“ de alto nivel, e incluso nunca le han merecido una frase en su vida.
POLITICO DE ALTO NIVEL
En 1970 Mario Moya Palencia fue nombrado Secretario de Gobernación y Manuel Bartlett ascendió al olimpo mexicano como Director General de Gobierno, donde permaneció cómodamente instalado hasta 1976, en que el nuevo presidente José López Portillo nombró a Santiago Roel Secretario de Relaciones Exteriores, quien en 1977 nombró al ya experimentado burócrata Manuel Bartlett como Titular de la Dirección para Asuntos Políticos, ahí se formó como diplomático a la mexicana: hablar solo de lo que lo beneficie y ocultar cualquier cosa que lo perjudique, se convirtió en un maestro de la simulación. En 1979 Santiago Roel renunció y en lugar de ser perjudicado, el nuevo Secretario de Programación y Presupuesto, Miguel de la Madrid nombró a Manuel Bartlett como su asesor en asuntos políticos.
BARTLETT SECRETARIO DE GOBERNACION, Y AMIGO DE LOPEZ OBRADOR.
En 1981, asumió la coordinación de campaña del candidato presidencial priista Miguel de la Madrid y luego fue nombrado Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, cargo en que permaneció hasta 1982, sin embargo y dado que en diciembre de ese año De la Madrid lo designó Secretario de Gobernación, inició el período en que formó su círculo político de aliados a nivel nacional. Entre los muchos personajes favorecidos por Bartlett se encontró el político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador que coordinó en Tabasco  la campaña en 1982 de González Pedrero y que en 1983 fue designado Presidente del Comité Estatal del PRI, encargo en que duró menos de un año pues provocó una extraña “Guerra de Religión” al constituir comités alternos a los cabildos, cuyo pretexto era “vigilar a los alcaldes” cuando en realidad operaban como centros de adoctrinamiento Evangelista y por increíble que parezca, como centros masónicos. Apenas unos meses después fue despedido y Bartlett lo llevó a la Ciudad de México donde lo colocó en la Dirección de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor (Ahora Profeco), cargo en que fue feliz pues daba conferencias de prensa todos los días.
POLITICA SEXENAL.
Durante el sexenio de Miguel De la Madrid, Manuel Bartlett fue el gran actor político y responsable de la crisis nacional y del PRI, que desembocaron en las candidaturas de Manuel Clouthier y de Cuauhtémoc Cárdenas. Clouthier claramente impulsaba el proyecto panista de democracia e igualdad, en tanto que Cárdenas pugnaba por volver los principios nacionalistas y socialdemócratas como la ortodoxia priista.  El gobierno de De la Madrid radicalizó la antidemocracia histórica y se decantó por un claro neoliberalismo económico a la mexicana.
ECONOMIA.
En lo económico el gobierno de Miguel De la Madrid fue un desastre, desató la peor inflación de la historia de México, llevando nuestra moneda a cotizarse a dos mil doscientos cincuenta pesos por dólar, sostuvo la estatización de la banca decretada por José López Portillo, y conservó el sistema de Control de Cambios  que favoreció a  ciertos empresarios y empobreció a los ahorradores mexicanos. Uno de sus inventos más populares fue el “gasolinazo”. Sin embargo en lo demás, hay que admitirlo …. fue todavía peor.
NARCOTRAFICO.
A Manuel Bartlett Díaz le tocó lidiar con el poderoso Departamento  de Estado en la era de Ronald Reagan, ante el cual se humilló hasta la indignidad, permitió que las autoridades de la DEA y de la CIA operaran libremente en territorio mexicano, debido a que el gobierno de México estaba infiltrado de narcotraficantes, el mismo Presidente Miguel de la Madrid fue tocado en ese lamentable aspecto, pues su primo Edmundo De la Madrid, quien gozaba de inmunidad diplomática sin ser funcionario de la SRE pero contaba con Pasaporte Diplomático Mexicano, fue obligado a abrir el portafolio secreto por autoridades aduanales norteamericanas en un aeropuerto, encontrando en su interior no documentos secretos, ni siquiera instrucciones o una máquina “Enigma” para cifrar claves de la cancillería, sino que encontraron bolsas con polvo blanco que resultó ser Cocaína. A su estilo, Bartlett aparentó no darse ni siquiera cuenta de ese vergonzoso acto,  pero se entregó en cuerpo y alma a las autoridades norteamericanas.
En 1984 la DEA identificó y obligó al gobierno mexicano a destruir en el Rancho Búfalo, una plantación de mil hectáreas donde laboraban más de tres mil jornaleros, sin que Manuel Bartlett se hubiera enterado de esa esplendida producción de mariguana, esto ocasionó que el propietario de la parcela Rafael Caro Quintero diera muerte, previa tortura a Enrique Camarena un agente de la DEA. Caro Quintero estaba emparentado con Guillermo Cossio Vidaurri un alto funcionario en el Gobierno del Distrito Federal, que formaba parte del grupo de leales a Manuel Bartlett, la hija de Cossio Vidaurri era la novia del narcotraficante y vivía con él en Costa Rica cuando el agricultor de mariguana fue atrapado.
IMPLICADO.
La situación personal de Bartlett estuvo todavía más comprometida, cuando la DEA identificó a Rubén Zuno Arce como uno de los asesinos de Enrique Camarena, en particular porque este cuñado de Luís Echeverría era otro de los aliados de toda la vida de Manuel Bartlett, quien durante una época visitaba con frecuencia el rancho en Mascota Jalisco propiedad del cuñado del expresidente y leal admirador a la mexicana de Fidel Castro Ruz. Era como todos ellos, adictos al dinero fácil, y grandes revolucionarios de izquierda a la manera priista, otro aliado de Manuel Bartlett fue Enrique Álvarez del Castillo Gobernador de Jalisco durante estos años de oprobio y que fue señalado en EEUU como protector de narcos en Jalisco. (En 1988 el entonces embajador de EEUU Jefrey Davidow, dijo que Bartlett puede ingresar a ese país, pero tendría que comparecer ante un Gran Jurado en California pues está señalado como uno de quienes asistieron a la tortura de Enrique Camarena.)
LA CRUEL NATURALEZA
Durante el gobierno de De la Madrid, la naturaleza se ensañó con México, primero se afrontaron las consecuencias de las erupciones de El Chichonal en 1982,  luego la explosión de la planta almacenadora de gas de Pemex en San Juanico en 1984; el huracán Gilberto y el terremoto de 1985 que dejó tras de sí una estela de muerte, tristeza, dolor e ineficiencia gubernamental fuera de toda comparación.
EL MAPACHE ELECTORAL.
En el orden político fue el sexenio del Fraude Electoral, porque después de ofrecer al inicio de su sexenio apertura y juego limpio en lo político, el gobierno de Miguel de la Madrid reaccionó a la emergencia democrática con fraudes electorales gestionados por Manuel Bartlett Díaz, era la época en que no existían recursos propiamente jurídicos en materia electoral, ya que la calificación de los comicios no podían recurrirse ni ante un tribunal electoral ni ante la Suprema Corte de Justicia, únicamente calificaban las elecciones los colegios electorales formados por los mismos legisladores impugnados. Bartlett no se limitó a contar amañadamente las boletas como titular de la Comisión Federal Electoral, sino que además perseguía ilegalmente a los opositores, acosándolos de delitos de toda índole, promoviendo todo tipo de acusaciones falsas, sosteniendo descaradamente todo tipo de fraudes y utilizando a la siniestra Dirección Federal de Seguridad que era una fuerza criminal al servicio personal del Secretario de Gobernación.  
En 1982 ante la victoria del PAN en Mexicali, en que los opositores recabaron el 95% del total de las actas de la votación, la Comisión Estatal Electoral realizó el computo revirtiendo en las sesiones de esa comisión la votación de los electores dada en las casillas, sin importar que los resultados adulterados no coincidieran con las actas del propio organismo. Ese fraude condujo a una rebelión cívica de proporciones nacionales, vinieron después elecciones donde el pueblo votó contra el PRI-Gobierno en Yucatán, San Luís Potosí, Sonora, Sinaloa, Durango y Chihuahua y a las que el Secretario de Gobernación respondió con descarados fraudes electorales. En el caso de Chihuahua (1985) la certidumbre del fraude fue tan grande que trascendió las fronteras con una fuerza nunca antes vista. La Secretaría de Gobernación formaba a funcionarios expertos en cometer fraudes electorales, abriendo los paquetes y rellenándolos con boletas marcadas, lo que ocurría entre el día de la elección y el día del cómputo, distanciados por una semana. El ejército era utilizado de comparsa  en estos actos. Cuando se pudre una manzana del cesto, pudre también a las demás.
Para tener una pandilla activa dentro de la sociedad y atacar a sus enemigos políticos, apoyar a sus aliados, y prevaricar en la vida política, contrato los servicios de Lyndon Larrouche un fanático que se alquila por dinero al servicio de cualquier causa bien pagada. A partir de 1983 Manuel Bartlett contrató los servicios de hamponería política de este norteamericano, a quien incorporó bajo la denominación tolerada por la Secretaría de Gobernación de “Partido Laborista Mexicano” donde eran miembros todos los agentes de la Dirección Federal de Seguridad, narcotraficantes y sicarios, la propia Secretaría de Gobernación publicaba los panfletos de esta organización política norteamericana de enajenados, que perseguía violentamente a panistas de todo el país y realizaba labores de choque en las elecciones locales.
DESCARTADO COMO CANDIDATO PRESIDENCIAL.
Ante este escenario oprobioso, cualquier persona normal se habría horrorizado, pero para Manuel Bartlett todo eso significaba que reunía los requisitos para ser candidato presidencial del PRI en 1988. Todo estaba en manos de Miguel de la Madrid que con solo una indicación podría llevarlo a la candidatura, y para llegar a “ganar la elección”, se basta a sí mismo y a su enjundioso equipo de “mapaches”. Para su infortunio las cosas no salieron como estimaba, Miguel de la Madrid organizó una pasarela, hoy recordada como la “Farsarela”  en la que Ramón Aguirre, Manuel Bartlett, Alfredo del Mazo, Sergio García Ramírez, Miguel González Avelar, y Carlos  Salinas comparecieron ante el propio presidente De la Madrid a exponer su propio caso. En realidad todo ya estaba decidido, pues el candidato de Miguel De la Madrid que era Manuel Bartlett fue descartado por el Departamento de Estado, alegando que era posible que se dictara una orden de captura contra él, y entonces en plena campaña fuera llevado esposado a alguna corte norteamericana. Ante eso, Miguel de la Madrid eligió a Carlos Salinas de Gortari por su visión de tipo neoliberal.
DE LA NADA SURGE CUAUHTÉMOC CÁRDENAS
Cuauhtémoc Cárdenas y un numeroso grupo de políticos priistas –Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, entre muchos más,  inconformes con el neoliberalismo de De la Madrid y Carlos Salinas exigieron ser parte del proceso de selección del candidato priista en 1987, para ello constituyeron la Corriente Democrática del PRI, pero “La Pasarela de candidatos” los convenció de que su propuesta no era considerada por el Presidente, por lo que iniciaron con la marcha de protesta de “Las 100 horas” y con movilizaciones en toda la república con una gran respuestas de priistas. Bartlett con ello aseguró su estadía en la Secretaría de Gobernación y en la Presidencia de la Comisión Federal Electoral, para garantizar la victoria del candidato priista, de cualquier manera no imaginaron la magnitud del éxito de la “Corriente Democrática”.
El 15 de octubre de 1987 el PARM, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana hizo candidato oficial a Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la República, en unos meses ya lo era también del PST (PFCRN) PPS, Partido Verde (Nada que ver con los pillos de hoy), Unión Democrática y ya avanzada la campaña se le unió el PMS. El PRI recurrió a sus hábitos de siempre, acarreo de sindicalizados y organizaciones campesinas corporativizadas, además del “entusiasta” apoyo de los empresarios. El 27 de noviembre de 1987 Televisa emitió la entrevista que le realizó el periodista Ricardo Rocha a Manuel Clouthier, que rompió todos los records de audiencia en la televisión mexicana, ya era el candidato del PAN a la Presidencia.
FRAUDE ELECTORAL 1988, PLAN “A”.
Podemos omitir las incidencias de las campañas, pero debemos considerar los siguientes aspectos claves del proceso electoral relacionados  con el día de la elección:
1.- Las elecciones se llevaron a cabo bajo una nueva ley que entró en vigor en 1984, que establecía que los resultados se "cantaran" conforme llegaran desde los comités distritales a la Comisión Federal Electoral, por lo que no se tenía la posibilidad de manipular las urnas en los comités distritales (En teoria).
2.- El cinco de julio de 1988, el Director del Registro Nacional de Electores, José Newman Valenzuela dio a conocer que el mismo día de la elección, Seis de julio, por la noche o madrugada del día siguiente a más tardar, se conocería el nombre del ganador de la elección Presidencial.
3.- Manuel Bartlett subestimó a Cuauhtémoc Cárdenas en cuanto a su capacidad para ganar votos, y nunca comprendió que sus votos le serían arrancados limpiamente al PRI.
4.- Manuel Bartlett sobreestimó al PAN, pues creyó que este sería el adversario a vencer.
5.- La Comisión Federal Electoral fijo las casillas básicamente con el mismo sembrado tradicional, en domicilios dominados por priistas tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
6.-  La Comisión Federal Electoral nombró como funcionarios de casilla a los mismos priistas de elecciones anteriores y las substituciones necesarias se suplieron con priistas de reconocida lealtad.
7.- El acarreo de electores con credenciales de elector sin fotografía, se realizó con cuadrillas a cargo de sindicatos y centrales campesinas priistas.
8.- Los funcionarios que trasladarían las urnas de la casilla a los comités distritales, serían priistas de plena confianza.
EL FRAUDE PLAN “A” FRACASA.
Estas medidas destinadas a bloquear y trampear los votos que se pudieran dar en favor de Manuel Clouthier, resultaron favorables a Cuauthémoc Cárdenas, pues durante la jornada, las unidades de sindicatos priistas, entre ellos el de Pemex en manos de La Quina, de la CFE, de los sindicatos federales y sus extensiones locales transportaron a electores con la consigna de votar por Cuauhtémoc Cárdenas, los funcionarios de probada lealtad priista se inclinaron por por Cuauhtémoc Cárdenas, tratando a Carlos Salinas como si fuera enemigo del PRI. Los  representantes del PRI en las casillas, colaboraron al cierre temprano de ellas en lugares distintos o dentro de los domicilios particulares o comisariados ejidales, para impedir a los panistas asistir al cierre de la casilla en que fueron representantes, a su conteo de votos y al traslado del paquete electoral a los comités distritales. De manera que todas las trampas de Manuel Bartlett operaron en favor de Cárdenas que contaba con todo el apoyo real de los simpatizantes del PRI, y de millones de personas que lo veían como la encarnación viva del mito cardenista.
Miles de casillas se retrasaron para llegar a los comités distritales, pues se desviaron a “casas seguras” con la finalidad de ampliar la votación del candidato priista, pero aunque ocurrió esto en algunas casillas, la mayoría resultaron a favor de Cárdenas. En suma la lealtad de los priistas en su mayoría estuvo a favor de Cárdenas y no de Carlos Salinas y las maquinaciones se hicieron, cuando las hubo, en favor de Cárdenas.
EL FRAUDE ELECTORAL PLAN “B”, Y SE CALLÓ EL SISTEMA.
Los primeros resultados de las casillas en el Distrito Federal fueron abrumadoramente en favor de Cárdenas, lo cual ni siquiera fue previsto por los operadores electorales de Bartlett y del PRI, luego se empezaron a llegar resultados de estados y regiones normalmente dominadas por el PRI, y los resultados electorales  siguieron en favor de Cuauhtémoc Cárdenas, fue entonces que el sistema se “calló”, de callar, pues los resultados dejaron de llegar a la Comisión Federal Electoral y dejaron de cantarse. El Centro de Computo del Registro Nacional de Electores a cargo de José Newman suspendió sus actividades debido a fallas técnicas, lo cual acabó con la dudosa credibilidad del proceso electoral, pues al momento de las fallas, el candidato ganador de manera abrumadora era el opositor Cuauhtémoc Cárdenas, entonces representantes de la oposición panista y cardenista descubrieron un banco de datos que seguía generando información en tiempo real, cuando no estaba funcionando las comunicaciones, por ello fueron expulsados del recinto del Centro de Computo.
PANISTAS Y CARDENISTAS CONTRA EL FRAUDE.
Tanto los panistas como los cardenistas consideraron que esto era un método para evitar que se conocieran los resultados y filtrar información falsa, consistente en cantar resultados inconsistentes con las actas, para luego acomodar los paquetes al gusto.
BARTLETT LEAL ….. AL FRAUDE Y A LOS NEOLIBERALES.
Manuel Bartlett actuó con lealtad a Carlos Salinas, pues si bien el primer método fraudulento no funcionó, y si lo hizo fue en favor de Cárdenas por su popularidad con los priistas, en el segundo método que consistió en una base de resultados falsos, puramente calculado electrónicamente en favor del priista, y que luego fueron manipulados los paquetes electorales en los comités distritales, funcionó, aunque todo mundo descubrió el mecanismo de fraude.
Tiempo después, en su libro “Cambio con rumbo” Miguel de la Madrid confesó que fue una estrategia la “caída del sistema” pero fue un mal cálculo dice el expresidente pues esto descalificó a la elección, luego dijo que Manuel Bartlett le informó que “se había perdido todo el altiplano de la República.”   El mismo De la Madrid dijo que le exigió a Alejandro de la Vega que Salinas proclamara la noche del 7 de julio su victoria, pues de no hacerlo lo harían Clouthier y Cárdenas.
BARTLETT DESESPERADO.
Todavía la noche del 8 de julio, Bartlett completamente rebasado decía que la información de los partidos políticos era falsa, pues no se conocían aun los datos oficiales. Tanto Cárdenas como Clouthier anunciaban actos de resistencia civil contra el fraude. El nueve de julio, los tres candidatos opositores Cardenas, Clouthier y Rosario Ibarra afirmaban que el retraso en los resultados electorales: “…es una maniobra para maquillar las cifras del sufragio y forzar un triunfo a favor del PRI”  
En la sesión del 10 de julio se exigió que las sesiones de cómputo fueran públicas, y aunque Bartlett exigió silencio a los medios de comunicación presentes, ante la seguridad de que todo se divulgaría, los medios de comunicación difundieron el reclamo de los partidos políticos y en particular el de Cárdenas. Desesperado Bartlett mandó a su subalterno Fernando Elías Calles a dar informes parciales sin ninguna comprobación, según los cuales Carlos Salinas ganaba la elección al computarse el 70% de los sufragios, reconociendo “que el FDN había triunfado en el Distrito Federal, Estado de México, Michoacán y probablemente Morelos”.
CARLOS SALINAS GANADOR POR DECISIÓN DE MANUEL BARTLETT
En la madrugada del 12 de julio, seis días después de los comicios, la Comisión Federal Electoral dio el resultado oficial, PRI: 9,641,329; FDN: 5,911,113; PAN: 3,267,159 votos y en porcentajes  50.36%, 30.88% y 17.07% respectivamente. Con este resultado impugnado por inconsistente con las actas de la elección en manos de la oposición, Manuel Bartlett Días cometió el más escandaloso fraude en la historia de México, por su magnitud, por el descaro del funcionario y del gobierno federal involucrado y por la confesión a lo largo del tiempo de los involucrados.
SIN RECURSOS LEGALES NI TRIBUNALES, AL COLEGIO ELECTORAL.
Lo siguiente fue llevar las impugnaciones y resultados electorales al Colegio Electoral formado por los diputados con constancia de mayoría, que primero se autocalificaron y luego calificaron la elección presidencial declarándola legal. NO había forma de combatirla pues no existían en esa época recursos legales, ni tribunales electorales y la Suprema Corte de Justicia no podía intervenir en temas electorales. Manuel Bartlett cuadró los datos, aunque falsos, pero estaban dotados de consistencia aritmética, no se podían abrir las urnas que permanecieron guarnecidas hasta el 1992 en que fueron quemadas.
EL PREMIO.
Carlos Salinas correspondió con generosidad a los servicios de mapache prestados por Manuel Bartlett durante la elección presidencial de 1988: A partir del uno de diciembre de 1988 y hasta el 7 de enero de 1992 fue Secretario de Educación Pública, fecha  en que lo impuso  como candidato a Gobernador de Puebla, siendo electo el 8 de noviembre de ese mismo año. Gobernó Puebla bajo la presidencia de los neo liberales Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, del primero de febrero de 1993 al 31 de enero de 1999. En el 2000 fue parte de la lista de Senadores de partido, fungiendo como tal hasta el 30 de junio del 2006, año en que pidió a los priistas votar “utilitariamente” por Andrés Manuel López Obrador.
LOPEZ OBRADOR Y MANUEL BARTLETT.
La relación entre Manuel Bartlett y Andrés Manuel López Obrador inició en 1982 y se mantuvo firme desde ese año, Bartlett protegió a AMLO y la relación nunca decayó, pues incluso en los momento terribles de la candidatura de Salinas y durante los días anteriores a la fecha en que decretó el resultado final, López Obrador lo visitaba con frecuencia como se acredita en los “libros de visita” de la oficina del Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz.
En 2012 fue candidato Plurinominal “independiente, sin renunciar al PRI” dentro de la Lista del partido del Trabajo a Senador, a instancias de Andrés Manuel López Obrador, período legislativo donde inició sus criticas “nacionalistas y anti liberales”, pues ya le pagaban por hacerlas.
MANUEL BARTLETT, CALUMNIADO.
Al principio mencioné que los éxitos de Manuel Bartlett no son gratuitos, sino merecidos en una sociedad deformada como la nuestra, donde los hombres patriotas y honestos son ignorados y donde sus antagonistas son premiados. Manuel Bartlett esculpió una carrera política de excelencia, modificando sus convicciones conforme cambiaban las circunstancias, pero defendiendo con todo  las trincheras en que combatió a lo largo de su vida.
Ahora en 2018, con el nombramiento como Director de la Comisión Federal de Electricidad que le hiciera su antiguo ahijado político, y ahora su protector, Manuel Bartlett Díaz enfrenta la batalla de su vida, la batalla de su honor, de su buen nombre, pues deberá conocerse su pasado y salir ante el juicio de México como un héroe impoluto o como un exitoso farsante. Juzgue usted.


Por Antonio Limón López 

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