boleta electoral del Primero de julio del 2018, se desató una
ola de indignación, acusando al Tribunal Electoral del Poder
Judicial de haber sucumbido a las presiones del Presidente de la
República por emitir el fallo que lo colocó en la boleta del uno de
julio de este año. Entre los “indignados” se encuentran en
primer lugar las grandes televisoras que ahora tendrán que cubrir la
campaña de un “Independiente” sin poder obtener dinero por las
entrevistas y “programas especiales”, y en segundo lugar, los
partidos políticos a los que les resulta sobremanera incomodo el
candidato norteño, que es a la sazón el primero y único gobernador
electo como “independiente”.
Incluso
la otra contendiente “Independiente” Margarita Zavala es muy bien
aceptada, pues desde principios de 2015, se encuentra en campaña
pagando descomunales cuantías a las televisoras, estaciones de radio
y grandes diarios y revistas, por entrevistas pagadas por su esposo y
el club de beneficiados durante su sexenio, por lo que a pesar de su
supuesta independencia, es una candidata con una cartera del mismo
tamaño que la de cualquier partido político.
Y
esa acusación es la que han encontrado mejor, mas efectiva, la de
considerar a El Bronco como un tramposo, que por sobornos o presiones
ilegales e inconfesables, logró “ablandar” a los magistrados del
tribunal, y así colarse como una rata a la elección presidencial, y
todos parecen muy cómodos y felices con esta argumentación, sin
embargo...
Los
tramposos reales y verdaderos, son en primer lugar los partidos
políticos y sus candidatos, en segundo lugar los grandes medios de
comunicación que son colaboradores de los partidos políticos y sus
candidatos a cuenta de inmediatos pagos y de futuros beneficios, en
tanto que la candidatura de El Bronco nada ofrece, pues no tiene
partido, ni hay otros candidatos de su clan a los cuales centavear, y
en caso de llegar a la presidencia, lo lograría sin deberle favores
ni al duopolio televisivio, ni a nadie.
Es
cierto, los partidos políticos son los que no debieran estar
presentes con los candidatos que presentan, pues estos fueron
“designados” mediante farsas para burlarse de sus militantes, al
no convocar para elecciones internas, mediante farsas groseras y
sucias. Se necesita no tener ningún sentido ético para sentirse
libres de culpa, pues los candidatos de los partidos son hijos legítimos del dedazo vil o de la auto imposición. Ninguno de ellos debiera estar
presentes en esta contienda precisamente por tramposos, por
farsantes, por pillos, por cómplices. Nada bueno le aportan a la
abortada democracia mexicana.
Esta
es pues la elección, donde El Bronco resplandece como el candidato
que llegó sin trampas, sin complicidades y sin el apoyo de los mafiosos y de las
mafias partidistas y ni del INE que México padece, pero sobre todo
sin burlarse de nuestra Constitución, que exige que los partidos
políticos sean en su interior democráticos e igualitarios con sus
militantes, y de esta manera elijan a sus candidatos.
Así
que por favor, los pillos candidatos de los partidos políticos son los tramposos y el asco de esta elección. No confundir.
Por
Antonio Limón López.