Acción Nacional renunció
a la democracia en Baja California, y por desgracia transmitió ese mal ejemplo
a nivel nacional. Ahora sufre las consecuencias de un partido vertical, donde
sus militantes no importan ante los dirigentes.
En todos los partidos
políticos existen demonios. Algunos son tímidos o tranquilos, pues han sido
domesticados por decenios de sumisión, como es el caso de los priistas. Otros,
como en el caso de los del PAN, se han acostumbrado a la vara del domador y
carecen de los colmillos y garras que en el pasado tuvieron.
Antes de cualquier otra
cosa, es necesario conocer al Partido Acción Nacional de Baja California, que
debutó en el estado en 1953, con Francisco Cañedo como candidato a Gobernador,
y que en 1959, Salvador Rosas Magallón ganó las elecciones en una jornada heroica,
donde ahora es víctima de nuestra desmemoria, a pesar de que sufrió el primer
gran fraude electoral con el que impusieron a Eligio Esquivel Méndez, del PRI.
Desde 1959, el PAN ganó
elecciones limpiamente, mientras el binomio “PRI-Gobierno” se empeñó en cometer
fraudes electorales, con la anuencia de los grandes empresarios que fueron, en
esa época, cómplices de la antidemocracia. Fue hasta que en 1988, que
Cuauhtémoc Cárdenas como candidato del Frente Patriótico Nacional obtuvo una
alta votación que rompió el bipartidismo, en que Baja California vivía,
en el cual el PAN ganaba las elecciones y se sometía ante el hecho consumado
del fraude electoral.
Un año después, en 1989,
El PAN y su candidato Ernesto Ruffo Appel ganaron la gubernatura, lo cual no
era novedad pero a diferencia del
pasado, fue reconocida en Baja California, y dos de cuatro alcaldías. Con ello,
se abrió paso a un período de normalización electoral, que fue cercenado por la
imposición de candidatos en el PAN, a la manera priista. A partir del 2009,
Felipe Calderón repartió ‘dedazos’ e impuso a sus amigos y leales sin respeto a
la historia democrática del partido.
El panismo de Baja
California influyó al panismo emergente en toda la república desde 1959 y hasta
1989. Desde Tijuana hasta la península de Yucatán. Por desgracia, su renuncia a
la Democracia, y su abjuración a esta fue también un pésimo ejemplo del PAN
bajacaliforniano para el panismo nacional.
Así el PAN sufre una
crisis existencial. El cacicazgo impuesto por Felipe Calderón durante su
presidencia de la República entre 2006 y 2012 fue usurpado por Gustavo Madero,
y este sufrió igual traición por
Ricardo Anaya, un funcionario menor del Gobierno de Querétaro, que fue cacique,
presidente nacional del partido y candidato nacional del PAN a presidente en
2018, quedando en un segundo lugar, lejos del candidato ganador Andrés Manuel
López Obrador. Ahora dirige al PAN Marko Cortés, un aguacatero, hacendado y multimillonario
gracias al aguacate y a los puestos que el PAN ganó en Michoacán.
Felipe Calderón, ante la
imposibilidad de reelegirse, decidió imponer a su esposa Margarita Zavala como
candidata a la Presidencia de la República, enfrentó a Anaya y contra quien se
le opusiera, pero la aventura terminó con la renuncia de la candidata
independiente. Ahora ante la convocatoria del INE quiere formar un partido
independiente: “México Libre”, con el dinero del multimillonario Bailleres y
otros que le deben grandes favores.
No hay duda, el PAN es ahora
es un peso ligero, ni su dirigente, ni sus miembros van a volver al pasado,
ahora los panistas son secundarios o de tercera importancia para el país. Lejos
están los tiempos en que el PAN era una esperanza, ahora es un enigma, porque
no se sabe cuándo irá a terminar, cuando será sepultado, cuándo será su triste final.
Lo mejor que podemos
esperar, es un PAN renacido, surgiendo de su pasado tal vez tradicional, tal vez re-editado, o “refundado” como lo quería
Calderón en 2012, pero sin duda intrascendente, porque tuvo su gran oportunidad
y la despilfarró de manera ingrata.
Hace unas horas acaba de tomar posesión, Jaime Bonilla quien es el primer gobernador emanado del PRI, ahora MORENA, que recuperará su inversión multimillonaria en los siguientes dos años.
Hace unas horas acaba de tomar posesión, Jaime Bonilla quien es el primer gobernador emanado del PRI, ahora MORENA, que recuperará su inversión multimillonaria en los siguientes dos años.
POR ANTONIO LIMÓN LÓPEZ.
@antoniolimon
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