Comprendo
que el periodista Héctor de Mauleón, Sub director de Nexos y colaborador de
varios canales de televisión pública y privada, así como de algunos diarios
nacionales, se sienta intimidado por la ola de violencia que azota las playas
del periodismo con asesinatos un día y otro también, pues nuestros periodistas (De
provincia) se juegan el pellejo ante la ineptitud de todas las autoridades, y a
pesar de todos los “protocolos”, pues ni las unas ni los otros, impiden a los
asesinos dar muerte a quien quieran.
Además
la Ciudad de México es asiento de todo tipo de bandas criminales -incluyendo a las
políticas- que recorren en total impunidad sus calles, asaltando, disparando,
secuestrando, violando o atacando a quien sea. Por todo ello, es comprensible
que este poderoso hombre tenga un razonable temor por su vida y por sus lujosas
posesiones, y decidiera contratar a un chófer, con licencia de conducir, carta de buena conducta y con certificación en el manejo de armas de
fuego de uso exclusivo del Ejército. Es de lo más comprensible.
Como
es obvio, no es el único mexicano que teme por su vida, pero por desgracia el restante
97% de la población no goza de los privilegios que goza Héctor de Mauleón, y
cada quien tiene que defenderse ante las agresiones como pueda, estando
reservado para nosotros el uso de pedradas, mentadas de jefatura y bombas yucatecas,
pues por desgracia para muy pocos en México es posible contar con autorización legal para portar armas de fuego en el auto y ni siquiera en el negocio familiar, menos con un chofer con licencia para matar, como el Coronel que conduce a diario el deportivo de nuestro campeón del
periodismo a la mexicana.
Como todo mundo sabe, el lunes 6 de mayo alrededor de las 15:00 horas, tres hamponcetes
intentaron robarse el auto deportivo último modelo, de lujo, fabricado en Alemania,
que es propiedad de Héctor de Mauleón, automóvil que dicho sea de paso es el favorito
de los periodistas mexicanos (pero nada más favorito), y su chófer-Coronel al ser encañonado por los asaltantes,
puso fin al asunto, disparando contra ellos, dando muerte a uno, hiriendo
gravemente a otro, que también ya falleció y poniendo al tercero en fuga rumbo a la Patagonia.
En las primeras
noticias, Héctor de Mauleón tranquilizó a millones de preocupados mexicanos,
diciendo que no había sido un atentado contra su vida sino un simple intento de
robo. También explicó que su chófer era Coronel en retiro y que por eso portaba
un arma. Así que su chófer actuó en defensa propia y horas después fue
puesto en libertad.
Me parece bien
que se haya truncado el asalto, que el chófer y Héctor de Mauleón hayan salido
indemnes de este asunto, pero repruebo que el Coronel retirado del Ejército haya sido contratado por el periodista, simplemente por ser coronel retirado y por ello, facultado (legalmente discutible) para portar armas de fuego para ejercer la función privada de guardaespaldas, repruebo que el Ministerio Público haya dado un trato que se le niega a cualquier otro ciudadano que defiende
su vida o su patrimonio con armas de fuego, pues el Coronel utiliza la arma
para un fin distinto a la disciplina militar, y tampoco puede portar arma
alguna, a menos que tuviera una licencia particular o que la Ley estableciera
directamente esa facultad, cosa que no ocurre.
En todo esto,
existe una gran simulación, primero de Héctor de Mauleón que se refiere a su
guardaespaldas como si fuera únicamente su "chofer", el cual utilizaba un arma de fuego protegido por su
calidad de militar retirado, lo cual es otra simulación pues no es para usos militares,
sino como guardaespaldas a sueldo de otro particular. Es una simulación la de
los fiscales que dejaron en libertad a este "coronel" sin mayor trámite, y que en
el menor de los casos, debió ser puesto a disposición de la justicia militar
por el mal uso de armas de fuego; Simulación de la prensa que se hizo de la
vista gorda, pero sobre todo existe una soberana farsa por parte de nuestros
legisladores, que a pesar de todo esto y miles de casos en que los hampones están armados e impunemente encañonan a los ciudadanos, no hacen nada para que estos puedan defenderse de los criminales.
Este
acontecimiento debiera abrir los ojos a nuestros legisladores, periodistas, líderes de opinión y reformar nuestras leyes, a efecto de
permitir a las personas sin antecedentes por delitos de
sangre, con modo honesto de vivir, portar armas de fuego no solo en su casa,
sino en su negocio y en su automóvil, pues los matones esperan asaltar a desarmados, como es normal.
Todo esto es una lección atronadora pero que no escuchan quienes debieran estar atentos, pues mientras la violencia sigue, la simulación sigue, los periodistas chayoteros simulan contratar chóferes cuando en realidad contratan a
militares, nuestros legisladores simulan creando comisiones que no sirven para
nada, nuestro presidente da estadísticas falsas, nuestro Fiscal General anuncia
actos que van a realizar en dos o tres meses y nuestros delincuentes siguen en impunidad total, mientras las familias de los desaparecidos siguen sin
esperanzas, los peritos internacionales vienen por nuestro dinero y todo,
todo, todo sigue igual o de mal en peor.
Por Antonio
Limón López
limonuno@gmail.com