En 2017 la Junta de supervisores de Los Ángeles
California acordó, por unanimidad, dar un nuevo nombre a la celebración del 12
de octubre, a partir del 2019 dejará de ser el “Día de Colón” por el de “Día de
los pueblos Indígenas”, la propuesta fue aprobada por unanimidad. Yo mismo habría votado por ella, pues la
fecha en realidad no debe conmemorar a un hombre en particular como lo fue el
navegante genovés, sino a los verdaderos protagonistas de esa fecha, los
pueblos originarios de este continente, y en justicia también los ibéricos.
Por desgracia al ser una celebración relacionada con España y que marca
el inicio de tres siglos en que esta estuvo presente en América, los pueblos anglosajones señalan con indice de fuego a esta fecha como la conmemoración de
un acto terrible, cruel e infame, en que el pueblo español y la Iglesia Católica
iniciaron un proceso de más de trescientos años de explotación y exterminio de los pueblos
nativos.
En conmemoración de esta explotación algunas universidades norteamericanas realizaron
en sus campus escenificaciones de terribles actos de
violaciones y de esclavitud cometidos por españoles contra mujeres indígenas,
ante las bendiciones de curas y frailes cómplices y encubridores. En otras puestas
en escena son directamente los frailes quienes esclavizan y violan a mujeres
indígenas en presencia de sus hijos.
Estas escenas son fantasías pues no ocurrieron,
no existe ninguna evidencia de ellas y son repulsivas para la moral de hoy y de
entonces entre misioneros, frailes e incluso entre los militares españoles. Claro
que ocurrieron atrocidades en esos tres siglos y siguen ocurriendo aun en
nuestros días por criminales desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
Es cierto que la primera motivación de los europeos
que llegaron a este continente fue la de hacer fortuna, esa era la aspiración
de Cristóbal Colón que durante los primeros años como Gobernador de La Española
donde fue detenido en 1500 y llevado en grilletes a España por realizar
torturas y esclavizar, nunca más volvió a América.
Sin embargo, desde 1500 la reina Isabel decretó
ordenanzas para prohibir la esclavitud, y pronunció diversas medidas para
evitar que la codicia de los españoles se tradujera en actos contra la vida, la
dignidad y el patrimonio de los indígenas. Es lógico pensar que aun suponiendo
que la reina de España tuviera la mejor disposición sus ordenanzas no fueran
aplicadas en América teniendo al Atlántico de por medio, sin embargo los reyes
dispusieron que religiosos acompañaran a todas las expediciones y que se
asentaran en todos los pueblos y lugares a donde llegaran los españoles e
informaran directamente sobre la conducta de estos.
El procedimiento fue tan efectivo que aún se
conservar miles de documentos informativos y sermones como los de Bartolome de
las Casas o de Antonio de Montesinos, hasta humildes frailes que valientemente
intervinieron para evitar injusticias y denunciar oprobios, así como actos de justicia, audiencias,
sentencias que son consultados a diario en los archivos generales de indias.
La importancia del evento es extraordinario, por
una parte gracias a estos eventos América fue puesta en los planos y mapas de
todo el mundo, su nombre mismo deriva de Américo Vespucio, un personaje cuyos
actos entre fantásticos y reales llevaron al cartógrafo Martin Waldseemuller a bautizarlo
con ese nombre desde 1507 y en 1513 se descubre el Océano Pacifico por Vasco
Nuñez de Balboa, con lo que quedó perfectamente en claro que es un nuevo
continente.
Pero la parte esencial de este descubrimiento
fue la cristianización de la población, la cual se debía realizar con respeto y
con la anuencia de los indígenas, mediante un medio bastante efectivo y bien
controlado durante dos siglos que fue la Encomienda, para aquellos indígenas
que no tuvieran su casa y “hacienda” es decir parcela y medios de labranza, y
solo hasta que los tuviera o decidiera seguir por sus propios medios, esto no
solo era parte del derecho indiano, sino disposiciones realmente efectivas,
Al momento de la llegada a este continente, no
existía la propiedad privada, sino únicamente la propiedad comunal, por lo que
los reyes ordenaron que se respetara la propiedad, casas, parcelas y bienes de
los indígenas, por lo que los españoles tuvieron que establecerse fuera de la
propiedad comunal y en sus propias haciendas, pero dando derecho obligado a
permitir que los indígenas se establecieran conforme a sus costumbres legales
en las mismas poblaciones recién formadas. Los reyes dispusieron para que no se
diera ninguna exclusión a los habitantes que quisieran vivir donde lo desearan.
Fue el sermón de Antonio Montesinos el cual
previamente fue redactado por este fraile y jurista, firmado por todos los
priores dominicos para denunciar todas las injusticias que se daban en el sistema de Encomienda, esto en Santo Domingo en
diciembre de 1511, la consecuencia fue inmediata, el reino español convocó a
sabios, juristas, a la Iglesia y a las congregaciones que participaban en la
evangelización de América, para constituir un cuerpo legal que resolviera los
problemas reales en las Indias, el cual fue celebrado en Burgos y del cual
emergieron las Leyes de Burgos, considerada el primer cuerpo claramente
definido como derechos humanos, y que fueron las siguientes disposiciones;
1. Los indios son libres y deben ser tratados como tales, según ordenan los Reyes.2. Los indios han de ser instruidos en la fe, como mandan las bulas pontificias.3. Los indios tienen obligación de trabajar, sin que ello estorbe a su educación en la fe, y de modo que sea de provecho para ellos y para la república.4. El trabajo que deben realizar los indios debe ser conforme a su constitución, de modo que lo puedan soportar, y ha de ir acompañado de sus horas de distracción y de descanso.5. Los indios han de tener casas y haciendas propias, y deben tener tiempo para dedicarlas a su cultivo y mantenimiento.6. Los indios han de tener contacto y comunicación con los cristianos.7. Los indios han de recibir un salario justo por su trabajo.
La efectividad de estas disposiciones y otras
que se fueron imponiendo fueron benéficas para la población indígena y
española, así como para sus descendientes y durante tres siglos imperaron en
este continente, pero por sus propias disposiciones debilitaron al Virreinato
para enfrentar los ataques provenientes del constitucionalismo liberal y del poblamiento
anglosajón por las siguientes razones.
La primera, tiene que ver con el régimen de
propiedad comunal que se preservó por el reino de España conforme a las
costumbres indígenas previas a Colón, esto se acabó con la Constitución liberal
de Cádiz que solo reconoció la propiedad privada y consideró a los bienes comunales
de los indígenas como bienes de manos muertas, y que les fueron despojados por
los “hacendados”.
Cuando Texas adquirió su independencia y cuando
México firmó el tratado
Guadalupe Hidalgo los norteamericanos solo dijeron estar dispuestos a reconocer
los títulos legalmente expedidos y que no reconocerían las costumbres en
materia de propiedad, así Estados Unidos inició las guerras contra los indios
que se negaban a reconocer los nuevos títulos de propiedad recién emitidos. Gerónimo el líder Chiricahua en conflicto con el país de las barras y las estrellas, hablaba
español y era católico.
La
constitución mexicana liberal de 1824, volvió a imponer a la propiedad privada ignorando
la propiedad comunal y esto fue causa de grandes injusticias e inconformidades,
pues los indios siguieron siendo despojados de sus posesiones, bajo el
argumento de que eran tierras improductivas, de manos muertas o de la Iglesia: Esto
siguió siendo una fuente de expolio y fue la bandera de Emiliano Zapata contra
los hacendados que adquirieron a precios ínfimos el patrimonio de los indígenas
mexicanos.
Es cierto
como lo dijeron en la Junta de supervisores, los pueblos originarios de América
fueron víctimas de explotación e injusticia
Partir del 12 de octubre de 1492, y sería injusto negar que los
españoles hayan sido ajenos a esto, pero a diferencia de los europeos ingleses
la postura entre unos y otros fue totalmente distinta, pues los españoles
discutieron sobre los títulos por los cuales estarían en América, la
cristianización, discutieron y emitieron una rica legislación indiana de la que
formaron parte las Leyes de Burgos y las Leyes de Indias en dos grandes
compilaciones, sin tomar en cuenta las ordenanzas protectoras sueltas de los
reyes y la formación de un gran sistema de justicia protectora de esas mismas
leyes.
A
diferencia de los españoles, los ingleses en América llegaron como colonos
comerciales, en dos empresas colonizadoras, la Compañía de Londres para los
territorios del sur de América del Norte y la Compañía de Bristol para los
territorios del norte. América para Inglaterra solo era cuestión de negocios, y
los indios solo eran parte de la naturaleza, carecían de derechos, para estos
hombres religiosos Dios había entregado estas tierras a los indios indolentes y
flojos, pero que en su sabiduría las había reasignado a los ingleses
trabajadores e industriosos. El gran atractivo fue el cultivo del tabaco y
después del algodón.
Los
indios fueron reubicados de sus asentamientos originarios, a las reservaciones en
territorios distantes, sin agua y sin tierra arable, fueron despojados de sus
tierras, la frase que describe la visión anglosajona de los indios “El único
indio bueno, es el indio muerto” se disputa entre el General George Armstrong Custer y su subalterno el
General Philip O. Sheridan, quienes encabezaron la guerra genocida que
EEUU libró contra los pueblos originarios de América.