El ocho de enero de este 2020, el Sr. Pedro
Sánchez Castrejón prometió el cargo de Presidente del Gobierno Español, por
haber logrado la mayoría en el Parlamento para esa finalidad con 167 votos a su
favor, 165 en contra y 18 abstenciones de los terroristas convertidos en
partido, pero que habían anuncia votar a Sánchez si había necesidad, cosa que no la
hubo.
De esta manera el Gobierno de Sánchez sigue el
camino difícil, al imponerse por solo un parlamentario, que en caso de cambiar
de bando, cosa bastante normal, hubiera implicado que no se diera la
investidura y hubiera necesidad de pedir el voto a los terroristas, cosa que no
quería el propio Sánchez, también tendrá el gran problema de aumentar el dinero
en rubros como la educación y la sanidad, sin incrementar los impuestos, cosa más
o menos imposible si no desea reventar con la Unión Europea, que le exige a
España ser gobernada sin déficit.
Sin embargo, el problema más grave son sus
alianzas, pues Julio Iglesias ya esta apuntado para Vice Presidente y este es
vital, para el gobierno que se esta formando, pues su salida puede implicar la pérdida
del apoyo de una parte de la izquierda, de los independentistas y de los
terroristas que también son separatistas.
Todo lo anterior con un voto, con un voto únicamente.
Es un gobierno formado como un castillo de naipes, donde al primer aironazo puede caer, no necesita por cierto, que dicho vendaval provenga de la pura
política (El tema de los separatismos) sino de la economía, que también juega
para mal.
Los separatistas catalanes, Barcelona en particular, exigen que
los fugados como Carlos Puigdemont y los detenidos como consecuencia del proceso
contra ellos y la sentencia por sediciosos y disposición ilegal de fondos
públicos, pueda ser perdonada y los ahora prófugos y sentenciados puedan volver,
sin temor alguno a las calles de Barcelona, esto implica crear una Ley de Amnistía compleja y
que por liberar a unos cuantos, termine liberando a ciento de delincuentes, o
desaparecer los delitos como Sedición y peculado, lo cual todavía es más
peligroso.
¿Todo para qué? Para conservar su triste (un) voto
de mayoría. Algo que se antoja más difícil que caminar en la cuerda floja, sin
red protectora y desde una altura mortal. Algo, sin embargo a lo cual esta acostumbrado Pedro
Sánchez, pero que hasta ahora todo lo ha enfrentado a la mexicana, con promesas a todos, ofreciendo tanto aquello que es lógico, como lo atrevido y aún lo imposible.
Por lo tanto, este gobierno a la vez de
confrontación y de entendimiento a realidades políticas españolas, que no
desean hablar entre sí, corre el peligro de reventar el primer año o por el
contrario, resolver con gran oposición todo lo que se antoja imposible y durar
con una España disminuida por muchos años.
Lo mejor sería que Pedro Sánchez se fuera pronto, por eso me permito recordar las palabras que pronunció el Rey a Pedro Sánchez en el momento en que prometió ser Presidente de España "Ha sido rápido (Casi dos años), el dolor viene después".
Pues esta claro, apenas empieza.
Pues esta claro, apenas empieza.
Por Antonio Limón López.