Frida
Sofía nació el 20 de septiembre, y murió durante la mañana del
día siguiente. Este hermoso nombre que honra a la par, a Frida Kahlo
la gran pintora mexicana del siglo XX, y a “Sofía” la voz que
significa “Sabiduría”, es el nombre de una dolorosa experiencia
para un pueblo adolorido.
El
19 de septiembre, pasadas las 13:00 horas ocurrió en la ciudad de
México un temblor de 7.1 grados, que ocasionó tmbién el colapso
del edifico del Colegio Enrique C. Rébsamen, nombrado en honor a un
educador nacido en Suiza, pero que deseando servir a México vino ya
formado como maestro, y fue el fundador del sistema nacional de
normales, hombre ahora casi olvidado a pesar de su generosa obra
desplegada durante el siglo XIX, y cuyo nombre se asociará a esta
tragedia.
Los
primeros rescatistas que llegaron al colegio, pidieron a los
presentes, los nombres de estudiantes y maestros que se encontraban
dentro del edificio escolar al momento del terremoto y derrumbe, en
ese momento un bromista aprovecho la oportunidad para agregar el
nombre de la niña “Frida Sofía” a la lista, con ese acto
aparentemente trivial se escribiría la historia mas dramática del
trágico sismo del 2017 en la Ciudad de México.
Conforme
pasaban los horas, la ciudad fue liberando a decenas de personas
atrapadas en diferentes edificios, en su mayoría de oficinas, los
cuerpos de las víctimas ensombrecían las horas, pero las personas
rescatadas con vida eran un verdadera luz de esperanza, sin embargo
el corazón de la operación de rescate con las horas se fue
centrando en el Colegio, donde los rescates de sobrevivientes se
alternaban con cuerpos inánimes de niños y maestras.
La
Marina de Guerra estuvo presente, así como grupos de rescatistas, y
periodistas de todas las fuentes, pero pronto Televisa y sus
enormes recursos le permitieron colocar su base de operaciones en el
mejor lugar posible en la zona, sus cámaras cubrieron cada angulo
del trágico y heroico rescate en la escuela, y con el tiempo el
nombre de Frida Sofía, la niña de unos doce años, fue quedando
rezagada, durante unas diez horas fue la última niña en la lista,
con ello Televisa logró impactar a todo México, presentó
testimonios de personas que atestiguaban su presencia, incluso el
Secretario de Educación ansioso de notoriedad para colocarse en la
carrera por la presidencial personalmente aprovechó el momento y sin
información confirmada sobre Frida Sofía, dijo que aun no había
sido rescatada, validando se existencia, con el tiempo pediría
auxilio para localizar a la familia de la desaparecida.
En
cambio Televisa no dudó un instante, Frida Sofía había sido
detectada por una cámara de alta tecnología de la Marina que había
“detectado a dos cuerpos vivos todavía”, y la niña había
“tomado agua” de sus rescatistas y mediante entrevistas de
frontera a frontera y de costa a costa, para quienes pidieran su
rescate de entre los escombros, fueron las evidencias contundentes de
su existencia. Incluso envió a Pedro Torres, uno de sus productores
de telenovelas para “respirar el ambiente y concebir una
telenovela” que cautivaría a todos los hogares de México, la
telenovela se llamaría “Frida Sofía” con el elenco estelar del
canal de las Estrellas.
Sin
embargo, algunos rescatistas decían abiertamente que Frida Sofía no
se encontraba dentro del edificio derruido, pero Carlos Loret y
Denise Merker con todos los recursos de Televisa seguían atizando la
llama de la niña atrapada bajo toneladas de escombros, ocultando las versiones que sembrarían dudas, y
subiendo sus “ratings” hasta niveles nunca antes logrados.
Por
fin, la periodista Carmen Aristegui desde su programa de radio por
internet, hizo lo que cualquier periodista serio debió hacer: Investigar
las fuentes de la información, aunque sin los recursos infinitos de
que disfruta la Televisa.
Aristegui entrevistó a los padres de familia por la vía telefónica desde su programa de radio por internet, lo hizo con un
trato respetuoso y sin inducir respuestas, su objetivo era el de
constatar la existencia de Frida Sofía, le llevó todo el programa
matutino del día 21 de septiembre, pero finalmente encontró el
testimonio inobjetable de una madre de la escuela, que dijo “ Frida Sofía no
existe, y nunca existió, todo es un engaño, ayer se rescató el
cuerpo de una maestra que fue la ultima persona que buscábamos, que
estaba ahí”, y además con palabras claras mostró su agravio por
el grado inmenso de ofensa que ocasiona la clase política y el
gobierno mexicano.
Lo
que vino después fue una comedia: Televisa acusó a las personas a
las que entrevistó de ser las causantes de su nulo profesionalismo,
la Secretaría de Marina dijo que ya no buscaban a Frida Sofía, y en
las redes sociales y desde otros medios de comunicación se develó
la farsa en que incurrió el medio de comunicación que logró llegar
a todos los hogares de México, todo se vino abajo, incluyendo la
telenovela.
Lo único bueno fue que los mexicanos descansamos de la imagen
de la niña atrapada en un reducido espacio, sin luz para ver sus
manos ni sus heridas, probablemente atacada por insectos, en una obscuridad total, sin agua y sin
alimentos y tal vez sin esperanza, ignorando el esfuerzo de otros por rescatarla, pensando en sus padres, recordando el rostro de sus hermanos, preocupada por sus tareas. Finalmente nada de eso era cierto.
En
México transitamos de la tragedia, a la farsa en cosa de 24 horas,
tragedia por las víctimas reales, y por otra parte, por una farsa
creada artificialmente por una empresa que disfruta del privilegio de
ser concesionaria de un medio de comunicación esencial para México
y que seguramente saldrá impune de esta mascarada.
Por
Antonio Limón López