El
eterno burócrata Ciro Murayama que por el momento cobra como
Consejero del INE, justificó los 6 mil 788 millones 900 mil pesos que se repartirán los partidos políticos en 2018, solamente de
dinero del presupuesto federal, aparte en 30 estados se celebrarán
elecciones para munícipes y diputados locales, y en nueve de ellos
se elegirán a otros tanto gobernadores, por lo que los partidos
políticos recibirán aproximadamente 4 mil millones de pesos
adicionales. Casi once mil millones de pesos se llevarán los rateros dirigentes políticos para repartir entre sus abultadas familias.
El
INE recibirá aparte 18,256 millones de pesos y los organismos
electorales locales otros 10,000 millones de pesos, lo cual garantiza
que Ciro Murayama y los restantes 11 consejeros del INE seguirán inflándose
con sus abultados cheques y seguirán haciendo el triste papel a que
nos tienen acostumbrados. Los rateros, comprueban a diario que no se acaban a México.
Ciro
Murayama justificó el latrocinio con palabras piadosas para los
partidos: "sin él, estarían obligados a pasar la
charola ante empresarios, y tendrían que obtener dinero opaco o
negro” (Dinero de la delincuencia).
Se le notaba compungido a Murayama, imaginando a los líderes suplicando por dinero para sostener sus viajes a las Vegas y sus casas blancas o ya de menos sus capillitas. Lo peor sería obligarlos a trabajar como gente honesta. Algo horroroso que ya fue superado por nuestra "democracia".
Olvida
el exitoso vividor del presupuesto, que eso es exactamente lo que
hacen los partidos políticos, pasar la charola entre los empresarios
que por cada peso de apoyo, después cobran miles o millones. El caso
Odebrech es un buen ejemplo: Invirtieron a la campaña del PRI 10.5
millones de dólares y a cambio Odebrech Sociedad de la Delincuencia
Organizada de Capital Variable, recibió contratos obra por 1,500
millones de dólares, y una cantidad inmensa e incalculable, por el
regalo de todo el Etileno que México produce.
En
Baja California, empresarios han recibido en riguroso efectivo el
pago por sus aportes a la campaña de Francisco Vega de la Madrid,
mediante Asociaciones Público Privadas que en realidad son contratos
de obra pública y suministros sin necesidad de concurso alguno, y
con vigencia de 10 años de extorsión.
Incluso
la Señora Margarita Zavala ha sido financiada con dinero negro, en
una campaña multimillonaria que ya lleva más dos años y que se
realiza bajo las narices de los ciegos consejeros del INE, de la
FEPADE, del SAT y de la PGR. El grupo casinero al que pertenece
Rafa Márquez lavaba dinero “apoyando” a la esposa de Felipe
Calderón, quien durante su gobierno le hizo llegar millones de pesos
a esa organización, además de permisos de casinos a cambio de
mochilas de dinero “bajo la mesa”, sin contar los embutes que
recibió y recibe de Iberdrola la empresa reina de los sobornos.
Otro
ratero es Gerardo Ruiz Esparza que viajó constantemente al Estado de
México este año para entregarle a Alfredo del Mazo los embutes de
Aldesa la empresa constructora del “Paso Express” contratado
originalmente por 1.3 mil millones y que antes del socavón costaba
más de 2 mil millones de pesos, dejando garantías apenas por solo
220 millones de pesos. El nuevo diseño y las nuevas extorsiones
seguramente agregarán otros mil millones más al Paso Express y a lo
bolsillos del pillo secretario. Esto sin contar que Aldesa participa
en el negocio del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y
construirá la Torre de Control que se cotiza en algo más de mil
millones, pero que terminará costando algo más de dos mil millones.
El
falso ingenuo Ciro Murayama ya sabe que los partidos políticos se
financian de dinero negro, y de los narcos que desde hace decenios
aportan dinero a todos los contendientes y a todas las autoridades
abocadas a combatirlos.
No
hay duda de que un río de oro fluye a las arcas de los partidos, y
que sus dirigentes se lo roban impunemente, dejando a los candidatos
honestos que llegan a colarse entre tanto pillo, sin apoyo
obligándolos a mendigar.
Es
momento de cambiar las reglas de financiación de las campañas
electorales, lo mejor es dejar sin un centavo público a los partidos
para que abiertamente sean financiados por la sociedad que incluye a
empresarios pillos y honestos, y a ciudadanos probos y a
delincuentes, lo mejor es eso obligarlos a que se descaren o a que se
reivindiquen. Obviamente que todos pensarán que es como pedirle
peras al Olmo, pero mientras más pronto inicie esto, mejor.
Por
Antonio Limón López.
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