El
bondadoso Dr. Jeckyll y el sociopata Mr. Hide convivían en la misma
persona como sugiere su creador Robert Louis Stevenson, pero fue la
pócima que bebió el generoso médico la que exaltó el lado obscuro y
tenebroso de su personalidad, haciendo aflorar a Mr. Hide en cruentas noches
de furia. Por fortuna la fórmula se perdió, pero no sus efectos. Ahora sin química alguna, el Mr. Hide interior emerge y el “yo” bueno y malo flotan como icebergs a la deriva prestos a colisionar con quien sea. En este punto es necesario advertir, que este trastorno de la personalidad proverbial entre los políticos
latinoamericanos, también ocurre entre los políticos al norte del Río Bravo.
En
Estados Unidos los “Mr. Hide” suelen estar mas controlados que en
México donde están desatados, pues la violencia institucional es
muy persuasiva, y existen miles de clínicas para los psicópatas,
a pesar de ello también existen norteamericanos “descontrolados” que
un día amanecen viendo al mundo y a las personas como
“maravillosas”, y al siguiente andan buscando el botón para
dispararles todas las bombas nucleares habidas y por haber.
Así
es el presidente Donald Trump, tan estable como un castillo de naipes
y tan racional como un pollo a medio freír, eso lo sabemos bien los
mexicanos que fuimos su bandera electoral, pues ni a China, ni a ISIS
les dedicó más criticas que a nosotros. La razón es que simplemente
somos “el rival más débil”, es decir aquel al que se le puede
pegar a sabiendas de que no contestará, tristemente los mexicanos en EEUU, como los mexicanos en México somos apolíticos y masoquistas, con siglos de malos gobiernos y peores gobernantes hemos terminado por aceptar los malos tratos y los abusos con naturalidad.
Claramente nosotros
también tenemos un trastorno de la personalidad, la de ser muy, pero muy listos y
astutos cuando nos plegamos totalmente a Estados Unidos, y la de ser al mismo tiempo muy, pero muy pen... tontos, cuando somos incapaces de influir en la política norteamericana, a pesar de que los México-norteamericanos pudieran ser la minoría electoral mas importante de EEUU, cosa que no ocurre porque tampoco hacemos gran cosa por nosotros aquí mismo, en nuestro propio país. No podemos exigir a los mexicanos en el exterior lo que los mexicanos en el interior tampoco hacemos. Esta personalidad apolítica y acomodaticia, es más lamentable que la de Mr Trump y Mr Hide.
Por
Antonio Limón López.