Nació
como Margarita Zavala Gómez del Campo, pero ahora prefiere por
estrategia política, ser llamada Margarita Zavala. No utiliza las
acostumbradas modificaciones sociales a sus apellidos en referencia a
su esposo, en este caso el inefable Felipe Calderón, ex presidente
de México y empleado de empresas internacionales como la gigante
española Iberdrola.
Sin
duda Margarita Zavala como persona merece todo el respeto, sin
embargo espera ser designada o elegida candidata del PAN a la
Presidencia de la República, y por ello, como como cualquier otra
personalidad política en México y el mundo, debe someterse al
escrutinio público, y ser juzgada como cualquier político, sea
hombre o mujer.
Antes
de ello, es necesario decir que Margarita Zavala ha sido una esposa
silenciosa, entregada a su esposo en la tradición de
sacrificio que la esposa mexicana debe a su marido, tradición que
por fortuna se extingue, pero que sigue viva al menos en el caso del
matrimonio de Margarita Zavala y su esposo.
Sería
de esperar que una esposa de ese tipo, como es frecuente, ni siquiera
fuera mencionada, más allá de lo estrictamente necesario, y así
había sido, no obstante que antes de ser Presidente Felipe Calderón
fue virtual dueño del PAN desde 1988, en que fue el estratega de
Luís H. Álvarez y hasta diciembre del 2010 en que Gustavo Madero
ganó la presidencia nacional del PAN y ladinamente simuló obedecer
a Calderón, cuando en realidad confabuló en su contra. Durante el
largo calderonato Margarita, su papá, sus hermanos Diego Hildebrando
y Juan Ignacio fueron obsequiados con inmensos privilegios políticos
y económicos.
Su
esposo la impuso a dedazo como asambleísta del DF y como diputada
federal, siendo en ambos casos toda una nulidad, pues nunca tuvo un
tema que hiciera valer o por el cual luchara enconadamente en esas
tribunas, de hecho ni subió a ellas, aunque cobró puntualmente los
cheques que le entregaron.
Calderón
es desconfiado hasta la paranoia y posee a la par, una infinita ambición, y sean estas cualidades o defectos, en
México son indispensables para obtener éxito en la política. Como
Presidente de México dedicó su mayor esfuerzo a apropiarse del PAN y a destruir a sus enemigos personales, fueran reales o imaginarios, y apenas se dedicó a
gobernar. No dudó ni un instante en endeudar al país como en la
época de López Portillo, ni en colocar a sus peleles en Pemex y en la CFE para generar negocios, ni en imponer a dedazos, y en asambleas de farsa a sus lacayos como candidatos, todas estas instituciones
anti democráticas no fueron inventadas por él, sino por el PRI.
También introdujo al PAN, a los “títeres” o peleles, que son serviles que
actúan en acatamiento a las ordenes del
titiritero. Nada nuevo pues antes lo hicieron Plutarco Elías Calles, el fundador del PRI
y Porfirio Díaz, una fea institución política
mexicana que se creía abandonada, y que sin embargo Felipe Calderón revivió.
El títere de mayor importancia para Felipe Calderón fue Ernesto Cordero, a quien conociera durante una "maestría" (en mañas) y al cual integró en Banobras cuando fue su director y después de una larga retahíla de chambas, intentó imponerlo como candidato a la presidencia de México, sin lograrlo.
El títere de mayor importancia para Felipe Calderón fue Ernesto Cordero, a quien conociera durante una "maestría" (en mañas) y al cual integró en Banobras cuando fue su director y después de una larga retahíla de chambas, intentó imponerlo como candidato a la presidencia de México, sin lograrlo.
Ya
sin Ernesto Cordero y habiendo sido traicionado por todos sus
antiguos aliados, como Javier Lozano, Gustavo Madero, Ricardo Anaya,
y con el fracaso de otros como Roberto Gil Zuarth, Felipe Calderón se vio rodeado
de personajes ínfimos, entre ellos diputados y senadores sin
discurso, sin ideas, sin talento, e incluso otros políticos imputados o sospechosos de
corrupción, no lo quedó otra mas que recurrir a la única persona leal a él,
aquella que lo siguió ciegamente por largos años, que nunca lo cuestionó y que siempre
estuvo dispuesta a todo por él.
Esa seguidora fiel es Margarita Zavala, no confiaba en nadie más, ella sería su títere en Los Pinos ¿Quién más?. En un primer plan, Margarita seguiría la misma ruta que Josefina Vázquez Mota, sería diputada y luego con el apoyo de sus compañeros diputados ganaría la elección interna, aun contra la voluntad de Gustavo Madero, pero no pudo, de manera sibilina Gustavo Madero le negó el dedazo para Margarita que le exigía Calderón, por lo que este amenazó salirse del PAN y lanzar a Margarita como independiente.
Esa seguidora fiel es Margarita Zavala, no confiaba en nadie más, ella sería su títere en Los Pinos ¿Quién más?. En un primer plan, Margarita seguiría la misma ruta que Josefina Vázquez Mota, sería diputada y luego con el apoyo de sus compañeros diputados ganaría la elección interna, aun contra la voluntad de Gustavo Madero, pero no pudo, de manera sibilina Gustavo Madero le negó el dedazo para Margarita que le exigía Calderón, por lo que este amenazó salirse del PAN y lanzar a Margarita como independiente.
El
segundo plan, ya que el primero no funcionó fue lanzarla a la
campaña desde ese momento, apoyada en una fortuna de cientos de
millones de pesos que ha gastado Felipe Calderón, sobornando a
Televisa y a cientos de medios que le dan cobertura todos los días.
Parte de su estrategia fue la de subir a Margarita al carro
triunfante de Hillary Clinton y acercarse a ella tanto, que esto
debió costarle a Calderón una fortuna en donativos a la candidata
demócrata.
Margarita Zavala es una señora sonriente, que realmente no tiene
pasado político, pues nunca ha hecho nada bueno ni malo en lo político,
ha sido obediente esposa y seguramente madre dedicada, y para fortuna de sus contendientes dentro del PAN, los que la pretenden enfrenta son puros pillos, en
especial Ricardo Anaya. Margarita no ha declarado su Ley 3 de 3,
porque atesora una fortuna injustificable, de la que no puede
comprobar su legal procedencia, y aunque dice que sí va a rendir su declaración 3 de 3 ,
no lo hace, ni lo va a hacer hasta que no limpie sus cuentas.
El
dinero de Margarita Zavala proviene de los negocios chuecos de Felipe Calderón, quien cinicamente ha dicho que hizo mucho dinero y que lo sigue haciendo, que cuenta con el dinero de entidades
internacionales como Iberdrola, con su pensión presidencial y desde
luego, con el dinero negro recibido a cambio de permisos de
casinos durante su sexenio a organizaciones criminales, y con el
dinero resultante de la “Guerra contra el Narco”
Sin embargo no necesitamos complicarnos la vida conjeturando, sobre la autonomía de Margarita ni sobre el origen de sus formidables recursos financieros, pues lo obvio es lo verdadero, lo real, lo que no puede ser negado: Margarita Zavala Gómez del Campo es un simple títere de Felipe Calderón, teniéndola a su sombra, bajo su mando implacable. Es justo preguntarse ¿Si el Emperador del dedazo y la simulación, Felipe Calderón, utiliza a su esposa para regresar a Los Pinos o si ella merece la presidencia por méritos propios por su participación política en los grandes debates nacionales? ¿Ella es luz que ilumina con luz propia o es simple sombra o reflejo de su desesperado esposo por regresar a dormir en Los Pinos?
Por
Antonio Limón López.