LA REVOLUCIÓN MEXICANA Y EL PETROLEO.
Tal parece que es cierto aquel verso de López
Velarde, que dice que el Diablo le escrituró a México sus veneros de petróleo,
pues desde finales del siglo XIX en que los ingleses descubrieron el oro negro en nuestro suelo, el diablo se
soltó con renovada fuerza. Nuestros vecinos del norte querían para ellos todas
las concesiones petroleras y querían que México les quitara sus concesiones y
privilegios a los ingleses para entregárselo a ellos.
Pero los ingleses conocían mejor al gobierno
mexicano que los norteamericanos, pues mientras estos ofrecían pagar impuestos ridículos
o ninguno, los ingleses bajo ninguna razón aceptaban pagar impuestos, no
querían pagar un centavo de impuestos, pero daban sin límite generosos sobornos
a los funcionarios.
Porfirio Díaz prefirió los sobornos ingleses a
los impuestos ridículos de los norteamericanos, por eso EEUU inventó la Revolución
mexicana, e impusieron a Francisco I Madero, quien también prefirió por medio
de su hermano Gustavo, los sobornos y de nuevo, EEUU impuso a Victoriano
Huerta, y Madero fue sepultado, pero Huerta, también prefirió los sobornos
ingleses y los norteamericanos desesperados recurrieron a Villa, Obregón y a Carranza,
por eso EEUU envió contra Huerta a su armada a tomar Veracruz el 21 de abril de
1914, con lo cual ahuyentaron a Huerta, favoreciendo finalmente a Obregón y a Carranza.
Entonces sucedió lo inesperado, EEUU tuvo que ir a la “Gran Guerra” (I Guerra
Mundial) y dejó a Carranza y a Obregón dueños de la “revolución”, quienes de
inmediato intentaron darse muerte ganando Obregón, el cual a su vez murió al
recibir una lluvia de balas en una comida a invitación de los callistas.
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Para el 18 de julio de 1928 Plutarco Elías Calles es dueño de México y atrae
a los mafiosos norteamericanos, que incluso llegan al descaro de imponer a Abelardo L. Rodríguez,
un criminal mafioso de Arizona, Calles aprovecha la tecnología de los mafiosos norteamericanos y abre garitos y casinos e inicia una guerra contra el culto católico. Con los años, los
gringos tan complacientes se hartan de él, y lo mandan a volar.
El último impuesto o pelele de Plutarco Elías Calles es el general siempre derrotado Lázaro Cárdenas,
quien expropia a petición de EEUU al petróleo durante la antesala de la Segunda
Guerra Mundial. La expropiación a la empresa inglesa “El Águila” trae a la postre la creación de Pemex, la empresa petrolera mexicana y la vez, la mayor empresa de
corrupción del mundo.
El agente norteamericano Lázaro Cárdenas es considerado un héroe y un
patriota mexicano. Desde su creación Pemex dará a precios miserables el petróleo que la
industria bélica y pacífica requiere en Estados Unidos y servirá de esquirol contra la OPEP. Los corruptos miembros
de la clase gobernante mexicana se enriquecerán hasta el hartazgo, dejando a la
mitad de su pueblo en la miseria más espantosa.
Por Antonio
Limón López.
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